(07-17-2013, 05:15 PM)LoKo escribió: ANLIUM pero después de mucho tiempo vuelvo a odiar a los dentistas.
Vale que me habrá quedado muy limpia la boca y que ahora puedo ir a hacer un anuncio de dentífrico y dejar en ridículo a los demás aspirantes, pero también se me puede llamar Murphy encías sangrantes.
Lo de ir con cuidado no esta en sus diccionarios
EDIT: unme, chachi se refiere al edificio. Claramente lo que ha hecho es coger sobras de los contenedores y ir a mover el bigote en algún sitio con sombra
A mi me ocurrió una cosa muy curiosa con mi dentista.
Se me picó una muela de tal manera que estaba hecha polvo. Cuando fui a ver a mi dentista, en vez de atenderme él, me atendió su hija. Hablando claro, la chavala tiene cara de dos cosas: de comer pollas de tres en tres y de ser una inmadura y una mimada.
Aquel Viernes me quedó esto claro al ver como, en ausencia de su padre, empezó a pedirle a la secretaria que subiese el volumen de la música. Niña, que esto es un negocio, no una discoteca. No te pongas aquí a escuchar perreo y techno-mierda o lo que sea esta música moderna del infierno a toda voz, que asustas a la gente. Y hablando con la ayudante del dentista en plan superamigasdelamuerte que parecian sacadas del Disney Channel.
Me diagnosticó. Me dijo que tendrian que ponerme una corona y un implante metálico, blablablá, etc, etc, cacaculopedopis... en total, 380€.
"Hum... es muy caro, pero la salud es importante. No quiero que me pase como a mi padre y llegar a los 50 con menos dientes que una rana, haciendo chistes sobre que estos dientes sí son mios porque los he pagado".
Doy luz verde a la operación, que empezaba con matarme el nervio.
Aquellos dias estaba con un dolor de muelas importante. Probablemente si me hubiesen dicho "tenemos que taladrarte el cráneo con una 'minipimer' y extraerte el hipotálamo" yo hubiese dicho
OC. Estaba algo desesperado.
Me explicó todo el proceso. A veces parecía que estuviese recintando los libros de ortodoncia y otras parecía que estuviese intentado explicarle a un retrasado como limpiarse el culo. Me sentía un poco como si estuviesen humillando mi inteligencia. Era todo en plan "este hombre es un pobre pueblerino sin estudios, tengo que mascarle toda la información. Que lástima no tener ceras de colores para hacerle un dibujito explicativo ¿Habrán descubierto ya los medios de locomoción a motor o habrá venido en burro?". En fin, un poco lamentable.
Comienza la matanza del nervio. Y vaya matanza...
Cuando me pinchó la anestesia lo hizo en la encía, pero de tal manera que la atravesó, con lo qye la anestesia empezó a brotar entre ese diente y el de atrás. "Bueno, si te voy a matar un nervio no hará falta anestesia", dijo. Pensaba en voz alta.
La perdoné por todo esto porque se veía que era novata. Y porque me estampaba las tetas en la cara cada vez que iba a hacerme algo. Pocas tetas, pero tetas al fin y al cabo. No me juzgueis, estaba dolorido y tenía sueño.
Me vacía el diente. Cuando el diente se calentaba dolía
un cojón, pero despues se enfriaba y no pasaba nada. Empezó a meterme los hierros esos (no recuerdo su nombre), pero se ve que el peso más grande que había levantado en su vida eran los apuntes, porque no podía hacer el movimiento de serrar para matar el nervio cuando se ponía algo duro. Al final no pudo matarlo completamente y me voy a casa, no sin antes soltar 60 euracos.
Viernes siguiente, espero que esta vez me toque su padre pero, ah, viscitudes de la vida, los Viernes NUNCA estaba el padre. A sufrir tocan.
Me termina, en teoría, de matar todos los nervios. Entonces llega el padre con un cajón pesado. Sería material para la clínica. Habla con ella y de repente los planes cambian. Se acabó el plan inicial de hacerme lo de la corona, el hierro y su puta madre, ahora es una reconstrucción.
La reconstrucción es más barata. Se quedaba en 120 euros (más los 60 de matar el nervio, 180). Pues doscientos euros menos, como iba a negarme.
Me hace la reconstrucción. Intentaba parecer profesional llamando a su padre por el nombre en vez de "papá" y apoyando un brazo sobre otro y acariciándose la barbilla mientras ponía cara de "esperta" al escuchar sus explicaciones, pero no colaba.
Dos sesiones y 120 euros después la reconstrucción termina.
Pero unas semanas después... ¡dolor! El nervio no estaba muerto, estaba de parranda. ¡Más dolor! La muela se parte en dos como si una caries hubiese hecho el truco que hizo Moises en el Mar Muerto.
Muerto de dolor, voy para allí de urgencia. La secretaria al ver mi cara no pudo decir "no". Mientras espero un poco a que uno de los dos esté libre (me daba igual quien fuese pero que fuese YA) me dan un papel.
"Gabriel, ¿has firmado ya este papelillo?". En el papel pone algo así como "La clínica no se resposabiliza de los daños permanentes provocados a los pacientes" o algo así. Mi mente en ese momento era "Como no firme esto seguro que no me dejan entrar, y no creo que pueda llegar a mi pueblo sin arrancarme la muela yo mismo por el camino".
Firmo, nada más firmar me meten para adentro. Otra vez en busca de la hija.
No se acordaba ni de mi cara, ni de que la chapuza que había en mi boca era obra suya.
Me arranca la mitad de la muela que estaba clavada en la encía. Con eso y la anestesia el dolor acabó.
Entonces me suelta la bomba:
-Creo que tendremos que ponerte una corona y un implante metálico, blablablá, etc, etc, cacaculopedopis... en total, 380€.
Estaba MUY cabreado.
-¿Y sacarme el diente cuanto costaría?
-40 euros solo, pero eso se te queda ahí.
Me echa un vistazo para replantear lo de la corona y ve problemas. No sabe si va a tener que sacarme el diente al final, porque tienen que cortar un cahco de encia. Si el cacho que deben cortar es más hondo de la cuenta no se corta y el diente se saca. Llama a su padre para pedir consejo, que dice algo así como:
-Parece que no, pero yo creo que sí se puede. Púlele la mitad del diente rota para que no le pinche en la lengua y que [secretaria] le dé presepuesto.
Cuando se va, siento que la niña me vacila.
-¡Has tenido mucha suerte!
-¿Que qué?
-Que has tenido mucha suerte, vas a poder conservar...
-¿He tenido mucha suerte de tener que gastarme 380 euros?
-¡Pero conservarás tu diente!
-Que bien.
Me explica de nuevo todo el puto proceseo de la misma forma que la otra vez. Claramente no recuerda que ya me lo ha explicado.
Me pulen el medio diente que me quedaba y me dan presupuesto. No pago esa sesión.
-Hay que ver que hace poco me cobrasteis 180 euros y ahora 380 más.
-Bueno, pues entonces lo que podemos hacer es esperar un poco a que la cartera se recupere.
-(Quieres mi dinero ¿eh? Qué le vamos a hacer...)
Entonces, cuando se va el efecto de la anestesia, el diente, por primera vez en meses... no duele.
No tengo molestias, ni dolor al mascar, ni nada de nada. Estaba perfectamente. Y no tener diente sí se nota mucho pero, gracias a mis dientes tamaño XXL, medio diente no se nota para nada. Es como el diente de una persona normal.
Se me abre el cielo. Recapitulo mentalmente mientras conduzco.
-Me hacen firmar un papel que me veta el derecho de poder denunciar la incompetencia de la niña, me hacen una reconstrucción a sabiendas de que era inutil para poder cobrarme reconstrucción y lo de la corona... Que les den. Si querian mis "horos" que me hubiesen hecho la corona desde el principio. Yo por allí no vuelvo.
Y así hasta hoy. Tengo los dientes en perfecto estado. Si algún día quiero que me hagan alguna limpieza ya iré a otro dentista. Aquella clínica ya me puede ir borrando del historial.
PD: Curiosamente a mi me sangraban las encias hace un tiempo, pero ya no. Y con las limpiezas nunca me ha pasado.