07-01-2011, 02:49 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 07-01-2011, 02:52 PM por coneone.)
Kaichou wa Maid-sama! 21
Hemos desembarcado en Italia, en la zona de Fuimicino, donde los aviones, y tenemos que llegar a Roma. ¿Alguna idea? ¡Pollote negro, utilicemos la serpiente de acero! Está bien, nos dirigiremos al tren.
Y así hicimos, tras una media hora en el expresso llegamos a Termini, estación en cuya salida es muy fácil terminiar con tu vida siendo arrollado por un autobús. Pero arriegamos nuestras vidas, por el bien del pueblo, y subimos al 90 que nos conduciría a nuestra posada temporal donde trazaríamos un plan para la mañana siguiente...
Son las 0700 y ya han abierto el comedor de la posada para el desayuno... ¡buffet libre! Pastas, leche, zumo, pastas, queso, jamón en dulce, pastas, crispis variados, pastas y ¡más pastas! Comí como un cerdo troglodita. En esas que acabamos de zampar y salimos en dirección a la fermata donde paraba el 62 -que curiosamente es el que me lleva del centro a casa aquí en barna- para cogerlo y aparecer a las puertas de otro estado, el Vaticano (de los cojones).
¡Plumas blancas! ¡Este es nuestro objetivo! Fuimos a entrar, pero un segurata nos dijo que nanani, que no se podía entrar ni con tirantes (nunca) ni con pantalones cortos (depende su humor), a lo que le dije que no llevábamos nada de eso, que sólo vestíamos con taparrabo, a lo que añadió que tampoco se podía entrar con plumas.
Frustrados, nos quedamos en la entrada de la plaza que forma el Vaticano... dialogando sobre el nuevo y último arco... que se inicia en maid 21, con la intrusión de un nuevo sujeto encandilamisakis ¡¡y la aparición estelar de la MiniMisaki!!
No os lo perdáis.
Imágenes:
Hemos desembarcado en Italia, en la zona de Fuimicino, donde los aviones, y tenemos que llegar a Roma. ¿Alguna idea? ¡Pollote negro, utilicemos la serpiente de acero! Está bien, nos dirigiremos al tren.
Y así hicimos, tras una media hora en el expresso llegamos a Termini, estación en cuya salida es muy fácil terminiar con tu vida siendo arrollado por un autobús. Pero arriegamos nuestras vidas, por el bien del pueblo, y subimos al 90 que nos conduciría a nuestra posada temporal donde trazaríamos un plan para la mañana siguiente...
Son las 0700 y ya han abierto el comedor de la posada para el desayuno... ¡buffet libre! Pastas, leche, zumo, pastas, queso, jamón en dulce, pastas, crispis variados, pastas y ¡más pastas! Comí como un cerdo troglodita. En esas que acabamos de zampar y salimos en dirección a la fermata donde paraba el 62 -que curiosamente es el que me lleva del centro a casa aquí en barna- para cogerlo y aparecer a las puertas de otro estado, el Vaticano (de los cojones).
¡Plumas blancas! ¡Este es nuestro objetivo! Fuimos a entrar, pero un segurata nos dijo que nanani, que no se podía entrar ni con tirantes (nunca) ni con pantalones cortos (depende su humor), a lo que le dije que no llevábamos nada de eso, que sólo vestíamos con taparrabo, a lo que añadió que tampoco se podía entrar con plumas.
Frustrados, nos quedamos en la entrada de la plaza que forma el Vaticano... dialogando sobre el nuevo y último arco... que se inicia en maid 21, con la intrusión de un nuevo sujeto encandilamisakis ¡¡y la aparición estelar de la MiniMisaki!!
No os lo perdáis.
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