04-15-2015, 08:59 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 06-05-2015, 08:18 PM por CucuFaiter.)
Crónicas de CucuFaiter: Viaje a Japón Parte 2.
Me perdí un poco y tuve varios momentos de "¿Qué coño hago yo sólo en un pais extranjero?", pero seguí mi caminata.
Entonces ví la torre. Debía darme prisa, pues ya oscurecía. La torre la tapaban los edificios colindantes así que me costó algo de trabajo encontrarla. Mientras me aproximaba tuve el mismo problema que con el Skytree. Parecía estar cerca pero en realidad estaba lejos. Ainsss, que bien me hubiese venido no saltarme ese episodio de Barrio Sésamo.
Mientras llegaba encontré algo extraño.
No sabía de qué se trataba, pero de dentro salian ruidos extraños. Como la puerta estaba abierta decidí entrar a ver de qué se trataba. Dentro me encontré con una especie de ritual budista o algo así, dónde una mujer se hallaba sentada en el centro de un pequeño cuadrado preparado para el ritual y unos budistas le hacian cosas como cantarle, hacerle sonar gongs y demás. Cuando me fijé resultaba que había un niño al otro lado, al que tambien le hacian cosas, pero el niño iba vestido al estilo de aquellas gentes y la señora iba de calle. No sé en qué consistía todo aquello, pero había un guiri echando fotos así que supuse que se podría.
La ceremonia terminó al fin. Ya era muy de noche y me encontré que no sabía por donde había entrado a aquel sitio. Cuando empecé a caminar buscando la salida me encontré en una especie de laberinto rodeado por estos seres:
No sabía lo que eran. mi profesora me dijo tiempo después que se trataba de almas de niños encerradas en las figuritas aquellas. Quizás por eso llevaba un orondo mojón a punto de salírseme del cague que llevaba encima. En un momento dado, mientras caminaba, los molinillos empearon a moverse mi paso. En ese momento entré en pánico.
-Me largo de aquí pero tal que YA.
Sopesé varias salidas: saltar la valla, desandar el camino e intentar encontrar el sitio por donde entré, saltar la valla, esperar a que no pasase nadie y saltar la valla... Al final no salté la valla, ya que mientras pensaba como hacerlo encontré una salida.
Y seguí caminando y, por fin, llegué:
¡La torre de Tokyo!
Para mi desgracia el acceso a la planta más alta estaba vetada por reformas. De hecho, uno de los cuatro costado no tenía cristal, sólo una malla de esas de seguridad.Se estaba bien allí, y las vistas eran relajantes. De noche, con las luces de los coches y los edificios, se veía Tokyo tan tranquilo... era muy relajante. Entonces me fijo y ¡Ah, ahí está!
Es el Skytree. Tengo una foto del Skytree desde la Torre de Tokyo y una foto de la Torre de Tokyo desde el Skytree. Mola.
Empiezo a mirar a mi alrededor y me doy cuenta de que... estoy sobrando. Una pareja a mi lado están dándose besitos, al huir para dejarles intimidad me encuentro con un chaval que se arrodilla y le coge la mano a su novia, otras parejas van cogidas de la mano y se echan ojitos. Me voy antes de que me sienta más solo xDDD
Al salir me encuentro con un grupo de chicas llamado "Club 333" que tocaban música instrumental. Se ve que todo lo que tocaban estaba ensayado, pero paraban cada dos por tres alguna de ellas tres y se ibana hablar con alguien y las otras dos tocaban música entre ellas. Me gustó mucho la música y me quedé a escucharlas. Además había una que estaba muy requetebien.
Al final decido irme. Ya se estaba haciendo tarde y el último tren no tardaría en salir. Como nací con el sentido de la orientación amputado me pierdo muy mucho y me metí en dos bocas que de tren que no eran JR, así que le pregunto a un trabajador y me da el objeto más util de todas las aventuras: el mapa (poned musiquilla de Zelda aquí).
Cuando encontré el tren de vuelta me metí en un Green Car, de esos de primera clase. Una revisora que pasaba por allí se indignó al verme mancillar su impoluto Green Car y se fué para mí embalada. Cuando vió que todo estaba en ordén sonrió amablemente y se fué.
Llegué al hotel, somnoliento después de un día que creí insuperable, y sin más contratiempos.
Miércoles: Día 3
Por la mañana me levanté con pensamientos de ir a Fushimi Inari y al Parque Nara, ese de los ciervos, ambos en Kyoto. Para tal hazaña habría de coger el shinkansen, aka, tren bala.
Al llegar a la estación de Tokyo no sabía ni dónde ni como coger el tren bala, así que me acerqué a una especie de oficinillas que había por allí. Me indicaron otras oficinas más en las que tuve que hacer cola para conseguir mi billete del shinkansen. Allí, con mi JRP, me hicieron mi ticket y me indicaron la linea. Creo que era la 3. O la 4. No lo sé, azul oscuro eran. Tuve un error y es que olvidé indicar que mi JRP era de primera clase, así que viajé "con el populacho" xD
En mi libreta pone que tardé menos de 3 horas en llegar a Kyoto, pero distintas fuentes japonesas me han indicado lo contrario, que el viaje deberían ser como 6 horas. Pues en mi cabeza, en mi 3DS y en mi libreta eran tres, así que jodeos, fuentes japonesas.
El Shinkansen tiene pocas paradas. Al salir de Tokyo tiene unas cuantas seguidas pero ya está, el resto es directo a Kyoto. Ahí fue cuando me dí cuenta de lo enooooormes que son allí los rios. En el tren bala tardábamos un ratete en cruzarlos. En mi casa no se lo creen. Se creen que todos los rios del mundo son de anchos como el rio Fahala ¡Pues no, ignorantes! ¡Dejad de ir de vacaciones a sitios dónde sólo hay alcohol y putas!
Al llegar a Kyoto (muy bonita la estación) tuve que coger el tren hasta Inari. Yo ya pensaba "esto de los trenes lo tengo dominado". Cuán equivocado estaba. Pero no nos adelantemos.
Monto en el tren para Inari. El silencio no podía ser más absoluto. Apenas un par de personas por vagón. De repente, unas voces a pleno pulmón se acercan en lontananza.
-¡Blá brau bra blá!
-¡QUE NOOO!
Hostias ¡Que son españoles!
Es una pareja de unos treinta y tantos. El destino quiso que se sentaran enfrente mía. Discutian algo que no recuerdo muy bien. Yo llevaba tiempo sin hablar español, así que, con ilusión, les dirijo la palabra con el fin de mantener una agradable charla con alguien que no necesitara ni inglés, ni japonés, ni gestos para entenderme:
-Hola ¿Españoles, verdad?
-Sí -Dice la mujer.
-...
-...
-...
-...
-Y... estoooo, ¿De dónde sois?
-Valencia. -Dice el hombre.
-Ahm, yo de Málaga.
-...
-...
-...
No hablaron más en todo el trayecto. Ni siquiera entre ellos. Al menos parece que respiran, que no han muerto de un patatús al encontrarse con un congénere patrio.
Y así llegué a Fushimi Inari. A la entrada dije "Buaff, esto no es pa tanto". La entrada del templo estaba justo al lado de la estación, además de que era enorme. Me surtí en una tienda cercana con pilas para mi cámara, que ya agonizaba. Los videos se vé que chupan bastante. Al ir a entraral templo pensé que todo el mundo que venía conmigo en el tren habría entrado ya, pero no. Empecé a echarle una foto al arco de entrada para ver las pilas. Los Valencianos habian recuperado el habla y me lo demostraron con un:
-¿Quieres que te hagamos una foto?
-Ah... pos vale.
-[HAcen la foto]
-No ha salido muy bien. Espera que te hacemos otra.
-Ah, vaya. Gracias.
-[Hacen otra foto]
-Pues muchísimas gracias.
-De nada, adios.
Y se fueron para adentro. Esa sería la última vez que hablaría Español (sin contar las llamadas a casa) hasta que llegase a Barcelona.
Al entrar allí me encontré con una proporción mayor de guiris que de Japoneses.
A la entrada había un templo/pagoda en el que la gente rezaba y echaba monedas. La gente rezando me pareció algo digno de foto. Le eché una y me disponía a lanzar otra cuando veo a un Japonés corriendo en plan "¡¡Va a explotaaaaaaaaar!!". En serio, le faltaba una bola de fuego detrás suyo.
Empezó a decirme cosas. Cosas japonesas. Y yo con cara de buho. Entonces hace un gesto de hacer fotos y niega con la cabeza. Comprendo que no hay que hacer fotos. Pensé en alzar mi dedo pulgar y decir OK, pero me salió el "Sorry", mucho menos cool, onde vamos a parar.
Pero la foto está echada.
Cuando ví el cartel de "no fotos" en la foto me meé por la pata abajo xDDDD
La gente que vino conmigo y que no ha tenido ningún percance con señores que huyen de explosiones anti-fotos ya está saliendo del camino. Pensé que era muy largo.
Y es que los "toris" (esos pórticos naranjas) no son tantos ni tan impresionantes. Es muy corto para lo que es. Muy bonito sí, pero corto y monótono.
Había dos caminos, el camino del borrego, que era el que todo el mundo seguía, y el camino aventurero explorador, que te adentraba en territorio sin toris. Hubo un encuentro entre una chavala inglesa, rubia, que venía con sus padres y bastante del montón con un chaval apuesto que por lo que se vé iba en plan mochilero, solo, que resultó en romace. Aunque más que en romance diría que él llevaba bastante tiempo sin mojar y ella estaba ovulando en ese momento. Sus escándalosas conversaciones, que se escuchaban te metieses donde te metieses, eran tal que así:
-All in this life is about life and death, right? -Dice él, intentando impresionarla con sus dotes filosóficas.
-And sex. Jijiji...
Entonces él puso ESA cara. Sí, esa sonrisilla estúpida que ponemos a veces los hombres (por no decir siempre) cuando hemos ligao y sabemos que vamos a mojar. Y todo eso con los padres de ella delante y en un templo sagrada. Les faltaban que ella se arrollidase, le pusiese el condón con la boca y empezar la faena allí mismo ¡Iros a un hotel y dejadme buscar la paz!
Así que tras recorrer la mayor parte del camino del borrego aguantando a los adolescentes en celo decidí adentrarme en teritorio inexplorado.
¿Veis esa chica que se sale del camino? Entró detrás mia cuando me vió subir por allí. Nadie lo hacía, pero no había nada que no impidiese hacerlo. Se adelantó un poco. Iba en mi mismo plan. Parecía Alemana. Iba sola y respeté su necesidad de exploración en soledad. Dejé que se adelantase y ella me lo agradeció con su paso ligero.
Al adentrarme en aquel bosque descubrí lo más guapo de aquel sitio. Montones y montones de paisajes molones, un sendero serpenteante entre árboles gigantescos, naturaleza en estado puro, silencio absoluto, paz. Ni un alma había allí, salvo excepcionales cruces con mi silenciosa y solitaria compañera.
Allí descubrí un templo solitario.
La silenciosa camarada se encontraba allí. Esperé a que ella se fuese para echar fotos. En el templo parecía haber como lápidas "de repuesto" allí amontonadas, hechas un lio. Algunas estaban puesta con más "respeto" que otras, pero la sensación allí era de apilamiento de material retirado. Al rato seguí mi camino.
Disfruté del agradable paseo hasta que empecé a ver de nuevo los toris.
Supe que se acababa el camino. Entonces andé lo que me quedaba del camino del borrego, esta vez más tranquilo, sin tanta gente. Pasé por todos los pasillos y cruces. Me fijé en todas las curiosidades que allí había. Había lagos y rincones interesantes, pero era muy pequeño. Narita-san me gustó más.
Y así terminó Fushimi Inari.
Mi siguiente destino: El Parque Nara.
Llegar a Kyoto, coger tren a Nara: Muy sencillo.
Me estoy meando, entrar en el baño de los hombres: muy complicado. Cuando salí del baño de las mujeres, una colegiala que iba a entrar dió un paso atrás y miró el muñequito de la entrada a ver si era de hombre o mujer. Ya me extrañaba a mí que no hubiese váteres de pie.
Cuando llegué al Parque Nara en el bus correspondiente mi reacción no pudo ser más... más... decepcionante.
-¿ESTA PUTA MIERDA ES EL PARQUE NARA?
Un llano con dos o tres ciervos, unos viejos dando vueltas y un par de templos y pagodas que no le llegaban a las suelas a los que ya había visto.
Allí, en un borde, había una cosa que me recordó a un carromato de lo pequeño que era. Supuestamente había un buda dentro. Había que pagar 100 yenes para entrar.
Cuando entro hay allí dos chavales más comentando lo que ven. Algo de unos guerreros o algo así. Estaban muy alegres señalando las cosas que veian pero yo... estaba cagado. Al mirar arriba ví el Buda que menos paz podía tranmitir en este planeta. El aire era denso debido al incienso y daba sensación de agobio, el sitio oscuro y estrecho, y esa estatua, fuese lo que fuese, te miraba desde arriba con una mala cara que te cagas.
Que no os engañe la foto, hay flash de por medio.
Lo bauticé como "El buda del Mal Rollo". No estuve con buen cuerpo en lo que quedaba de día, aunque he de decir que tuve mucha suerte, pero bueno.
Este dragón me recordó al que sale en Mulán. Supergracioso xD
A parte de eso tambien había paredes como con nombres colgados en tablillas y cosas así. Cosas curiosas pero no impresionantes. Había un lago cerca muy bonito tambien, aunque nada del otro mundo.
Entonces, cuando ya me he hartado de dar vueltas por aquel decepcionante parque, me encuentro el típico cartel de "Vd. está aquí" que me indica que el Parque Nara está más al oeste y que yo estoy empanao.
Aquello SÍ era un parque. Enorme es una pista. El final del camino casi que se perdía por el horizonte.
Por cierto ¿Habeis notado que en todo este Miércoles no he dicho "He comido en" ni "Compré tal cosa en la máquina expendedora"? Exacto llevaba en ayunas todo el día, así que la caminata estaba haciendo estragos. Eso sí, me quedé en el viaje sin una gota de grasa.
A la entrada había, como no, un señor vendiendo galletas para ciervos.
Los ciervos allí son unos putos pesados como vean que tienes o te huelen las manos a galletas. No paran de seguirte. Los únicos capaces de mantenerlos a rayas eran los eficientes niños. Ah, los niños. Estaba rodeado de ellos. Como ya he dicho, allí siempre había escursiones a todas partes, pues aquí había como tres o cuatro. Una de unos chavales de instituto, con un uniforme azul, que los ví bastante poco, otra de unos mocosetes muy pequeños que tambien los vi poco y otra de unos chavales como de 9 a 10 años que eran los que más veía ir y venir por todo el parque.
En un momento dado un grupo de estos mozalbetes me paró y dijo "Ima... ¿Nanji?". La pregunta era en informal pero supe interpretar el "Ahora... ¿Qué hora?". Quise contestarles en Japonés la hora (serian las cuatro de la tarde), pero no me salía y simplemente alcé mi manga y les mostré el reloj. Uno de ellos lo flipó con que yo hubiese entendido aquello. Me hizo bastante gracia. Seguí mi camino, maravillándome con los hermosos paisajes, los pesados de los ciervos y los farolillos de misterioso significado cuando me encontré a los siempre omnipresentes amantes del furry.
Podemos apreciar en esta foto como estos dos chavales fuerzan a la cierva a manetener realicones con ellos. La situación es la clásica: uno de ellos la agarra y otro de ellos la preña. Todo esto mientras miran a todos lados para ver si alguien les observa. me ven a mi. Le están haciendo una foto a la cierva. Da igual, ya me he montado mi peli en la cabeza y la próxima vez que os vea os llamaré "Nara Hard Lovers".
Un cartel me recuerda que a los ciervos lo único que les falta es ser carnívoros:
Allí en un rincón, perdido en la mano de Diox, había una piedra famosa. Sí, una puta piedra. Y era famosa porque un pinto la pintó en un cuadro. Cuadra o mapa o lo que fuese aquello. Allí estaba custodiada por los típicos papelitosesos que salen en los animes que tienen las exorcistas en sus varitas de echar a los espíritus.
-Con esto ya lo he visto todo.-Dije, y me dispuse a irme.
Mientras lo hacía, los chavales que me preguntaron la hora, ahora menos numerosos, se aproximaron a mí.
Uno de ellos, el típico chaval estereotipo de empollón adelantado de la clase, empezó a hablar en Inglés. Tenía un Inglés muy bueno y fluido, así que no me enteré de una mierda. Me mostraba una especie de cuaderno. Eran un montón de láminas de folios plastificados. Les eché un vistazo mientras el chaval hablaba y comprendí de qué iba.
Eran sus deberes. Yo tenía que constetar a las cuatro preguntas que me presentaban, a saber, poner mi nombre, mi pais, mi comida preferida y "Hola" en mi idioma. Todo esto lo ponía en Inglés. Sin embargo parecia que lo habían redactado mal, ya que en vez de poner "Write your name" ponía "sign in". Pobres, es que para ellos es lo mismo, pero para mí no. Y así fue como los chavales se llevaron una firma mía xDDD
En el segundo apartado puse mi pais.
-¿My country? Ah, supein. (Spain)
-¿Supein-go? ¡¡WAAAA!! ¡¡SUPEIN-GOOOO!!
Todos se emocionaron mucho y uno de ellos salió escopeteao y se perdió en lontananza. Debería haber puesto "España" en vez de "Spain" y que aprendiesen la Ñ, pero ya estaba escrito.
-(¿Ande va el desustanciao ese?) -pensé. Y seguí con mi cuestionario.
Tercera pregunta. Mi comida preferida.
-(¿Comida preferida? Patatas fritas con huevos ¿Pero cómo pongo eso en inglés? Ni zorra... a ver ¿Tortilla de patatas? ¿Pero cómo se escribe Omelette? A tomar por culo).
Les puse "Tortilla de patatas" en Español y dije:
-Google it!
Solucionado.
Pregunta final. El Hola. Lo puse y ya está.
En eso, el chaval que salió a toda cebolleta apareció tirando de la mano del profesor y señalándome con ilusión mientras el profesor decía "Ahhh, supein-jin ne?" y cámara de fotos en la mano.
-¡Sha, sha! -Me dice uno de los chavales.
-Ah, ¿Shashin? (foto) -Contesté.
-Hai
Me arrodillé y me hice una foto con los chavales. A día de hoy me arrepiento no haberle pedido al profesor que me sacase una foto con mi cámara. Cuando terminamos la foto me dicen "Arigatou", me agacho un poco y les digo "Doitashimashite" (de nada en forma formal). Los chavales lo fliparon en colores y se emocionaron aún más. Empezaron a darme la mano todos. El chaval que me había preguntado la hora era el más lanzado y el que más gracia me hizo. Más majos todos. Fue un momento muy guay.
Y con ese buen recuerdo me dispuse a irme.
Tras el bus cogí mi tren de vuelta a Kyoto. Cuando ya llegaba empecé a hacer planes para ver si me daba tiempo a ir al museo del Manga. "Bah, ya lo pensaré". En eso me entró una modorra brutal. Normal, llevaba todo el día sin comer, y andando todo el rato. Me acordé de Frodo y sus putas lembas. Pensándolo friamente debería haber echado comida para llevar en la mochila, pero es lo que tiene ir en plan Low Cost xD
-(No te duermas... no te duermas que tu parada está cerca)
Saqué el Pokemon para distraerme. Me dormí jugando al Pokemon.
Ni puta idea de donde desperté, sólo sé que le pregunté a un señor como llegar a la estación de Kyoto y resultó que tenía que hacer TRES trasbordos para llegar. Sorprendentemente entendí todo lo que me dijo e hice los tres transbordos correctamente. Sin embargo, el tiempo ya lo había perdido. Adios, museo del Manga T_T
Ahora la meta es llegar a Tokyo lo antes posible a tiempo para coger el último tren a Narita. Corría coger el shinkansen hasta Tokyo, con mi billete y, como estoy mal de lo mio en vez de meterme en un tren "Hikari" que son los que entran dentro del Japan Rail Pass me metí en un tren "Nozomi". Me tuve que bajar en la siguiente parada después de que me echasen un poco la bronca. Así tuve que esperar al Shinkansen que me correspondía y perdí 20 minutos más. Al menos no me cobraron nada, porque llevaba nada y menos de dinero encima.
Cuando llego a Tokyo mis temores se confirman. A pesar de que llegué a la velocidad del rayo el tren había salido a su siempre puntual hora, que si mal no recuerdo eran como las 22:45 o algo así. Pero el señor que me ha dado la mala noticia tambien me da esperanzas, tengo que correr y coger el tren a Ohiba y hacer trasbordo. Corrí y cuando voy llegando por alguna razón sentí miedo. No quería volver a quivocarme. Me quedé quieto. El tren, supongo, salió a su hora. Y así me quedé allí tirado, en Tokyo.
No sabía a dónde ir ni qué hacer, pero mi estómago me dió una pista: comida.
Salí fuera de la estación y busqué un sitio donde comer, pero allí no hay sitios donde comer, sólo enormes edificios de oficinas, calles anchísimas y lo que me quiso parecer un silencio sepulcral.
Y en ese momento comezó a llover.
Jueves: Día 4
Me acordé del Buda del Mal Rollo. Seguro que me había maldito. Qué asco de día. Sin embargo, ahora es el día que mejor recuerdo xD
Caminé sin rumbo bajo la lluvia. Cuando arreció me refugié bajo un paso elevado de peatones. Allí, en un rincón, ví lo que creí un golpe de suerte: un montón de paraguas, aparentemente abandonado, abiertos, formando una especie de cúpula. Creí que eran basura, pues estaban rotos todos, así que fuí corriendo a apropiarme de uno cuando ve que... es una casita. Dentro hay un señor vagabundo durmiendo. La desgracia ajena y el pesamiento de que podría ser peor no me consolaron, más bien me deprimieron aún más.
Tras un rato andando por allí pensé en convertir aquello en algo bueno. LLegaría hasta las afueras del Palacio Imperial y le haría una foto, aunque fuesen a sus muros exteriores. Daba igual. Caminé por unos parques enormes que había por allí. Pasó una chavala a la que le pregunté por el "Imperial Palace", pero se asustó un poco (que a esas horas y sola pues es normal) y la dejé tranquila. Más adelante encontré a un señor. Le pregunté por lo mismo pero no me entendía. Entonces le enseñé el nombre escrito en Japonés en la Guía FAP.
-¿Eh? ¿Kabe? -Dijo, sin saber interpretar aquellos kanjis.
No lo sabía entonces, pero echándole fotos a cosas random CREO (creo) que hice una foto de un lago exterior de lo que serian los terrenos del Palacio, pero no se ve bien así que no sé situarla.
Había llegado, obviamente, a los jardines colindantes a la zona, pero no lograba dar con mi objetivo, así que me fuí. Ya no sabía a donde ir.
Entonces encontré una boca de Metro y me metí en ella para refugiarme de la lluvia y el frio.
Estando allí ví a muchos jóvenes pasar. Entonces ví un cartel de los destinos, y uno de ellos era Ikebukuro. Sí, el barrio de Durarara!!! existe, y estaba allí, al alcance de un ticket de metro.
Ni falta que hace decir que no tardé ni 5 minutos en comprar mi billete y montarme en el Metro dirección a Ikebukuro.
El tren estaba petado de chavales bien vestidos, así que supuse que sería una zona de salir la muchachada. Mientras llegábamos miré la revista FAP para ver si se trataba de un barrio chungo. No ponía ninguna referencia a que lo fuese. Es más, ponía que tenía hasta un planetario y todo ¡La suerte me sonreía al fin!
Esa fue mi primera imagen al salir de la boca del metro. Me avalancé sobre la primera tienda de comida que vi. Al final resultó ser de ramen. En un momento dado pensé "joder, que poca variedad de comidas llevo" pero luego dije "bueh, me sentará bien algo calentito".
Efectivamente aquello me sentó de puta madre. Como veis en la foto ya no llovía y me había secado algo. Con energias renovadas me dispuse a dar vueltas por aquel sitio en busca de cosas interesantes. Un pórtico enorme, gris y rojo, con un kanji en medio, me invita a pasar por debajo. A los lados había sitios donde comer por todas partes y negocios como bares o algo parecido. Todo muy "japonés moderno", con mucha iluminación, carteles verticales con neones y cosas así. Buena pinta todo. El bullicio de gente diviertiéndose me cargó las pilas. O quizás fuese que mi estómago ya estaba digiriendo los azúcares de la pasta, da igual xD
Al ir a pasar por debajo del pórtico aquel por el cual todo el mundo pasaba, un señor calvo, trajeado y medidas 2x2 metros me echó el alto mostrándome la palma de su inmesa mano en la cual, en horizontal, se podría haber jugado un partido de ping pong perfectamente.
Me quedé extrañado ¿Por qué me cortaba a mi el paso y el resto de gente pasaba sin problemas? Cierto es que estaba debajo del pórtico en plan portero de discoteca, pero no sé. Entonces el tio se puso a hablarme en un correctísimo Japonés.
-Bla, blablá, bla bla blá...
-¿¿??
-Bla blablá sai.
-(¡Ah, Sai! Seguro que me ha preguntado "nansai" [Cuantos años tengo], seguro que es para preguntarme si tengo edad para ir a la discoteca, por eso las pintas de gorila. Le responderé) Ni Juu Hachi sai desu (28 años).
-¿¿¿¿????
-(Joder, la he cagado, no era eso lo que decía este señor ¿Qué querrá?
-Bla blablá Oneesan blá bli blu...
-(¿Oneesan? ¿Eso era hermana mayor? ¿Pa qué me pregunta el tio este por mi hermana?)
-Bla bla blí sacs bla blá.
-(¿Sacs? Qué cojones es eso?) Wakarimasen.
-... Bla blá sacs...
-Errr... wakarimasen -Y me fuí xD
Me gustaría decir que 5 minutos después, pero no fueron ni 5 metros cuando me paró otro señor. Este más canijo. Hablaba deprisa y con una sonrisa en la cara.
-Sumimasen, bla blablá, onna...
-(¿Onna? Me suena eso)
-Blabla blablablá... sacs.
-(Me cago en todo ¿Qué coño es eso de sacs?) Wakarimasen. -Me voy algo mosqueado.
A los pocos metros me para otra persona. Esta vez una mujer. Me habla alegremente.
-Blabla blá...
-Wakarimasen.
-Kawaii oneesan
-(¿Pero qué dice esta gente?)
-Bla blablá sacs.
-(Un momento... Sacs... Onna... Kawaii oneesan... esta gente... ¡ME ESTÁ VENDIENDO PUTAS! ¡Y sacs es sex! WTF??)
Entonces la mujer vió mi expresión de confusión y me hace un gesto que supe interpretar facilmente. Cerró el puño y metió su pulgar entre los dedos índice y corazón y me lo mostró.
Me hice el longuis con la mujer y me fuí de allí. No pensaba pasar más ese pórtico de lujuria xD
Me dispongo a volverme a la estación de Tokyo, pero el Metro está cerrado ¡Suprise, madafaca! Efectivamente los trenes cierran allí a las 00:00 mientras que el metro cierra a la 1:00. Imposible volver. Dando vueltas encontré un techado y me senté allí a esperar a que diesen las 4:00 para poder volver. A mis pies, un borracho (por como olía a alcohol) perfectamente trajeado abrazado a un maletín. No me importó su presencia y me quedé lo más apartado de él que pude.
Entonces, mientras estaba sentado en el suelo con la cabeza sobre las rodillas para ver si podía dar una cabezada (Japón ya me había dado varios motivos para no temerle a los robos) otro señor se acercó a ofrecerme cosas.
Parecía un chaval de unos 25 años. Me puso la mano en el hombre y me habló suavemente. Creí que era una especie de chapero, viendo lo visto, pero no. Yo decía "wakarimasen" hasta que el me dijo.
-Kurismasu paaaty. (Chrismas Party)
-¿?
-Snow in Novembah (Snow in November)
-¡! ¿Batsu? (batsu significa malo, pero se usa tambien para referirse a las dronjas)
-[Asiente con la cabeza como con complicidad]
-¡¡BATSU NOOOOOO!!
Cuando grité de aquella manera el chaval rápidamente se puso de pié y siguió caminando, mirando a todas partes.
No sé por qué reaccioné tan bruscamente. Supongo que era el día que llevaba ya. A ratos llovía, a ratos descampaba... ainss, si al menos encontrase un Manga Café de esos. Por cierto, qué curioso ese cartel tan llamativo que tengo enfrente.
Cuando me aburrí de estar allí sin conciliar el sueño me puse a caminar sin alejarme mucho del sitio.
Ya me había tirado un rato caminando de acá para allá, así que hice un plan para la noche: Volvería de allí hasta Tokyo. Paré a un taxi (¡En Japón hay taxis que paran cuando los llamas!), que me abrió la puerta del pasakjero con sólo darle a un botón. Pregunté, con algo de dificultad, cuanto me costaría ir a la Estación de Tokyo. No recuerdo cuanto era pero no tenía dinero. Menos de 4000 yenes que había en mi cartera y eran como 4800 o algo así. Le intenté decir que hasta dónde podía llevarme con ese dinero, pero no me entendió así que le pedí perdón por las molestias y seguí mi busqueda de orientación.
Entonces decidí que la única salida que me quedaba era volver a pata. Para ello contarían con la ayuda de mi fiel movil y su brújula (tengo que pillar una brújula), movil que... ah, no tiene Internet. Estupeeeeendoooo
Así pues ¿cómo lograría tal hazaña? Preguntando el camino. En el metro no pareció tanta la lejania entre Ikebukuro y la estación de Tokyo. Son capaz de andar 1 kilómetro en 10 minutos, con que estuviese a 20 km serían 200 minutos o 3 horas y 40 minutos, habrian dado ya las 4:00 de la mañana que es cuando abren los trenes y podría volver. Además de que seguro que me ocurren cosas curiosas por el camino
Dicho y hecho paré a un chaval.
-Excuse me ¿The Tokyo Station? -El chaval hablaba perfectamente Inglés, así que me miró extrañado.
-¿Tokyo Station? ¿Ikebukuro Station?
-Tokyo, Tokyo.
Me dijo que estaba muy lejos de allí, yo que lo sabía, me preguntó que cómo pensaba ir, le dije que a pata. El chaval me dijo que estaba loco y yo que ya lo sabía. Me dijo que por qué no tomaba un taxi, y yo le dije que porque no tenía dinero. En ese momento el chaval hizo algo que me llegó al alma.
Sacó de su cartera 2000 yenes y me los ofreció con una sonrisa en la cara.
En ese momento me sentí supermal. Rechacé lo más amablemente que pude ese dinero y le dí mil y una vez las gracias. Joder, que son veintitantos euros. Que no me ha dado unas monedillas para el bus. Me dijo que si no quería un taxi podía coger el bus, que era más barato. Me preguntó que si tenía dinero para el bus y le dije que sí. En realidad no lo sabía. Probablemente no. Pero da igual. Esperaré a que el metro abra para volver. Después de despedirnos esperé a que el chaval se fuese y volví a mi rincón con el borracho.
Y allí seguía el tio. Pensé en ponerle un nombre, pero no se me ocurrió ninguno mejor que "político abrazado a valija diplomática", así que descarté la idea de hacerlo mi mascota xD
Y qué cartel tan curioso ese de enfrente. No sé por qué pero me llama mucho la atención.
Viendo el pórtico desde mi posición pude comprobar algo bastante curioso: El gorila que me había parado, el chaval que me había frecido dronjas y demás, desaparecian con una exactitud digna de natación sincronizada unos diez segundos antes de que pasase la policía en bicicleta y volvía a aparecer en cuanto pasaban. Cada vez había menos gente y yo, con frio, me acerqué a mi amigo borracho, el cual desprendía calorcito como si de una estufa se tratase. Me puse a su lado y puse las manos por encima de él como si estuviese al calor de una hoguera. En eso pasan los polis en bicis, me ven que estoy en plan curando con mi maná la intoxicación etílica de este señor, se me quedan mirando, yo los miro a ellos, aminoran el paso y... se las suda completamente y siguen adelante xDD
Al rato decidí dar una vuelta. Ya faltaba poco para las 4. Quería estar despierto y estirar las piernas. Dí una vuelta a la manzana y me encontré con esto:
Unos buhos de mierda, pero eran graciosos. Les eché una foto. A mi izquierda había una tienda. Se ven que estaban reponiendo cosas, preparándose para abrir. Les pregunté si tenian Furín. Dijeron que no. Aunque era evidente, porque parecía la típica tienda de juguetes y cosas para niños.
Una pareja pasó por mi lado e hicieron lo que interpreté como chistes hacia mi persona, pues me miraban de reojo y reian. Qué cabrones.
Al mirar al otro lado veo algo que no esperaba encontrar ¡Bandas! ¿Os acordais las bandas de Durarara!!!? Que si los Cuadrados azules, los círculos amarillos... cada uno con su pañuelo característico. Pues estos iban con un pañuelo blanco en dónde les parecía, vestidos, algunos sí y otros no, con camisas o camisetas blancas. Las cosas de banda que hacian eran fumar porros y beber cerveza. Sí, las bandas allí son como las pandas de niñatos de aquí. Lo mismo. Es más, creo que podría hasta haberles pedido una birra y eme la fuesen cedido. No me atrevía a echarles una foto por temor a represalias físicas, que era ya lo que me faltaba.
Volví al rincón del borracho, a ver el borracho y mirar mi cartel. Entonces:
-Esos kanjis los he visto antes...
Cuando lo comprobé en mi guía FAP, efectivamente... ¡Aquello era un manga café! ¡Por sólo 400 yenes la hora! ¡Podría haber dormido a pierna suelta rodeado de mangas y videojuegos durante esas cuatro horas pero no!
Ainsss, qué le vamos a hacer. Ya sólo faltan 10 minutos para que abra el metro.
Al dar las cuatro, el borracho que se encontraba a mis pies resucitó de repente sin necesidad de alarma ni nada. Supongo que llevará fino su reloj interno o algo. Rápidamente da un repullo que me asustó un poco, se yergue dignamente, se sacude el pantalón (impoluto, alabados sean esos pulcros suelos), se ajusta su corbata y se marcha pasando mil de mi cara con paso señorial.
Hago lo mismo pero cambiando "paso señorial" por "paso de persona que lleva 24 horas despierta" y lo de "impoluto" por "oliendo a lluvia y sudor".
Cojo mi metro, llego a Tokyo y, por fin, de Tokyo a Narita. Me gustó coger el primer tren y el primer metro. Estaban vacios completamente. El metro sobretodo. El tren empezó a llenarse de camino a Narita.
Llovía a mares en Narita. Menos mal que no me ha caido eso estando en Tokyo, que fué más sinuoso.
Al llegar al Hotel me duché, me tiré en la cama, y recé que para cuando despertase no fuese la semana que viene.
Mi reloj sonó a las tres o cuatro horas. Me arreglé un poco, desayuné mi ramen instantáneo y bajé a la recepción. Entonces, al salir por la puerta en busca del Family Mart me di cuenta de que entonces SÍ que llovía a mares. Pero a mares. Nunca había visto llover tanto, y hacía un viento de la ostia. Me quedé flipado. En el televisor de la recepción pude ver, en las noticias, lo que interpreté como un pequeño tifón. Se mostraban árboles caídos en las vias y la previsión. Una de las zonas con árboles caidos era en las vias del tren de Narita a Tokyo. Lo flipo.
Sábiamente decidí no salir aquel día para nada. Volví a mi habitación y me quedé en coma. Una señora de la limpieza vino a eso de las... ¿qué hora era? Ah, sí ¡La hora de que no me molestes! La mujer me vió mirándola con mis ojos llenos de legañas, seriamente. Hizo una genuflexión y dió marcha atrás a su carrito de limpieza. Seguí sobando. Al despertar hice cosas productivas como comprar un paraguas, comida para llevar, cambiar más pasta, hacer la colada, ir a recepción con la colada en la mano porque me había dejado la tarjeta dentro de la habitación, volver a mi habitación y planear el viaje para el día siguiente, donde iría por fin a Hiroshima. Tras escribir todo esto en mi libreta volví a cerrar los ojos.
-Decían que mientras más durmiese menos disfrutaré, pero me parecé que con las neuronas bien dormidas disfruto más. No vuelvo a dormir mal en lo que me queda de viaje.
Y me quedé frito, hasta el Viernes.
EDIT: Corregido algunos fallos en las fotos y errores de ortografía. Ya corregiré el resto.
Me perdí un poco y tuve varios momentos de "¿Qué coño hago yo sólo en un pais extranjero?", pero seguí mi caminata.
Entonces ví la torre. Debía darme prisa, pues ya oscurecía. La torre la tapaban los edificios colindantes así que me costó algo de trabajo encontrarla. Mientras me aproximaba tuve el mismo problema que con el Skytree. Parecía estar cerca pero en realidad estaba lejos. Ainsss, que bien me hubiese venido no saltarme ese episodio de Barrio Sésamo.
Mientras llegaba encontré algo extraño.
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No sabía de qué se trataba, pero de dentro salian ruidos extraños. Como la puerta estaba abierta decidí entrar a ver de qué se trataba. Dentro me encontré con una especie de ritual budista o algo así, dónde una mujer se hallaba sentada en el centro de un pequeño cuadrado preparado para el ritual y unos budistas le hacian cosas como cantarle, hacerle sonar gongs y demás. Cuando me fijé resultaba que había un niño al otro lado, al que tambien le hacian cosas, pero el niño iba vestido al estilo de aquellas gentes y la señora iba de calle. No sé en qué consistía todo aquello, pero había un guiri echando fotos así que supuse que se podría.
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La ceremonia terminó al fin. Ya era muy de noche y me encontré que no sabía por donde había entrado a aquel sitio. Cuando empecé a caminar buscando la salida me encontré en una especie de laberinto rodeado por estos seres:
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No sabía lo que eran. mi profesora me dijo tiempo después que se trataba de almas de niños encerradas en las figuritas aquellas. Quizás por eso llevaba un orondo mojón a punto de salírseme del cague que llevaba encima. En un momento dado, mientras caminaba, los molinillos empearon a moverse mi paso. En ese momento entré en pánico.
-Me largo de aquí pero tal que YA.
Sopesé varias salidas: saltar la valla, desandar el camino e intentar encontrar el sitio por donde entré, saltar la valla, esperar a que no pasase nadie y saltar la valla... Al final no salté la valla, ya que mientras pensaba como hacerlo encontré una salida.
Y seguí caminando y, por fin, llegué:
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¡La torre de Tokyo!
Para mi desgracia el acceso a la planta más alta estaba vetada por reformas. De hecho, uno de los cuatro costado no tenía cristal, sólo una malla de esas de seguridad.Se estaba bien allí, y las vistas eran relajantes. De noche, con las luces de los coches y los edificios, se veía Tokyo tan tranquilo... era muy relajante. Entonces me fijo y ¡Ah, ahí está!
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Es el Skytree. Tengo una foto del Skytree desde la Torre de Tokyo y una foto de la Torre de Tokyo desde el Skytree. Mola.
Empiezo a mirar a mi alrededor y me doy cuenta de que... estoy sobrando. Una pareja a mi lado están dándose besitos, al huir para dejarles intimidad me encuentro con un chaval que se arrodilla y le coge la mano a su novia, otras parejas van cogidas de la mano y se echan ojitos. Me voy antes de que me sienta más solo xDDD
Al salir me encuentro con un grupo de chicas llamado "Club 333" que tocaban música instrumental. Se ve que todo lo que tocaban estaba ensayado, pero paraban cada dos por tres alguna de ellas tres y se ibana hablar con alguien y las otras dos tocaban música entre ellas. Me gustó mucho la música y me quedé a escucharlas. Además había una que estaba muy requetebien.
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Al final decido irme. Ya se estaba haciendo tarde y el último tren no tardaría en salir. Como nací con el sentido de la orientación amputado me pierdo muy mucho y me metí en dos bocas que de tren que no eran JR, así que le pregunto a un trabajador y me da el objeto más util de todas las aventuras: el mapa (poned musiquilla de Zelda aquí).
Cuando encontré el tren de vuelta me metí en un Green Car, de esos de primera clase. Una revisora que pasaba por allí se indignó al verme mancillar su impoluto Green Car y se fué para mí embalada. Cuando vió que todo estaba en ordén sonrió amablemente y se fué.
Llegué al hotel, somnoliento después de un día que creí insuperable, y sin más contratiempos.
Miércoles: Día 3
Por la mañana me levanté con pensamientos de ir a Fushimi Inari y al Parque Nara, ese de los ciervos, ambos en Kyoto. Para tal hazaña habría de coger el shinkansen, aka, tren bala.
Al llegar a la estación de Tokyo no sabía ni dónde ni como coger el tren bala, así que me acerqué a una especie de oficinillas que había por allí. Me indicaron otras oficinas más en las que tuve que hacer cola para conseguir mi billete del shinkansen. Allí, con mi JRP, me hicieron mi ticket y me indicaron la linea. Creo que era la 3. O la 4. No lo sé, azul oscuro eran. Tuve un error y es que olvidé indicar que mi JRP era de primera clase, así que viajé "con el populacho" xD
En mi libreta pone que tardé menos de 3 horas en llegar a Kyoto, pero distintas fuentes japonesas me han indicado lo contrario, que el viaje deberían ser como 6 horas. Pues en mi cabeza, en mi 3DS y en mi libreta eran tres, así que jodeos, fuentes japonesas.
El Shinkansen tiene pocas paradas. Al salir de Tokyo tiene unas cuantas seguidas pero ya está, el resto es directo a Kyoto. Ahí fue cuando me dí cuenta de lo enooooormes que son allí los rios. En el tren bala tardábamos un ratete en cruzarlos. En mi casa no se lo creen. Se creen que todos los rios del mundo son de anchos como el rio Fahala ¡Pues no, ignorantes! ¡Dejad de ir de vacaciones a sitios dónde sólo hay alcohol y putas!
Al llegar a Kyoto (muy bonita la estación) tuve que coger el tren hasta Inari. Yo ya pensaba "esto de los trenes lo tengo dominado". Cuán equivocado estaba. Pero no nos adelantemos.
Monto en el tren para Inari. El silencio no podía ser más absoluto. Apenas un par de personas por vagón. De repente, unas voces a pleno pulmón se acercan en lontananza.
-¡Blá brau bra blá!
-¡QUE NOOO!
Hostias ¡Que son españoles!
Es una pareja de unos treinta y tantos. El destino quiso que se sentaran enfrente mía. Discutian algo que no recuerdo muy bien. Yo llevaba tiempo sin hablar español, así que, con ilusión, les dirijo la palabra con el fin de mantener una agradable charla con alguien que no necesitara ni inglés, ni japonés, ni gestos para entenderme:
-Hola ¿Españoles, verdad?
-Sí -Dice la mujer.
-...
-...
-...
-...
-Y... estoooo, ¿De dónde sois?
-Valencia. -Dice el hombre.
-Ahm, yo de Málaga.
-...
-...
-...
No hablaron más en todo el trayecto. Ni siquiera entre ellos. Al menos parece que respiran, que no han muerto de un patatús al encontrarse con un congénere patrio.
Y así llegué a Fushimi Inari. A la entrada dije "Buaff, esto no es pa tanto". La entrada del templo estaba justo al lado de la estación, además de que era enorme. Me surtí en una tienda cercana con pilas para mi cámara, que ya agonizaba. Los videos se vé que chupan bastante. Al ir a entraral templo pensé que todo el mundo que venía conmigo en el tren habría entrado ya, pero no. Empecé a echarle una foto al arco de entrada para ver las pilas. Los Valencianos habian recuperado el habla y me lo demostraron con un:
-¿Quieres que te hagamos una foto?
-Ah... pos vale.
-[HAcen la foto]
-No ha salido muy bien. Espera que te hacemos otra.
-Ah, vaya. Gracias.
-[Hacen otra foto]
-Pues muchísimas gracias.
-De nada, adios.
Y se fueron para adentro. Esa sería la última vez que hablaría Español (sin contar las llamadas a casa) hasta que llegase a Barcelona.
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Al entrar allí me encontré con una proporción mayor de guiris que de Japoneses.
A la entrada había un templo/pagoda en el que la gente rezaba y echaba monedas. La gente rezando me pareció algo digno de foto. Le eché una y me disponía a lanzar otra cuando veo a un Japonés corriendo en plan "¡¡Va a explotaaaaaaaaar!!". En serio, le faltaba una bola de fuego detrás suyo.
Empezó a decirme cosas. Cosas japonesas. Y yo con cara de buho. Entonces hace un gesto de hacer fotos y niega con la cabeza. Comprendo que no hay que hacer fotos. Pensé en alzar mi dedo pulgar y decir OK, pero me salió el "Sorry", mucho menos cool, onde vamos a parar.
Pero la foto está echada.
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Cuando ví el cartel de "no fotos" en la foto me meé por la pata abajo xDDDD
La gente que vino conmigo y que no ha tenido ningún percance con señores que huyen de explosiones anti-fotos ya está saliendo del camino. Pensé que era muy largo.
Y es que los "toris" (esos pórticos naranjas) no son tantos ni tan impresionantes. Es muy corto para lo que es. Muy bonito sí, pero corto y monótono.
Había dos caminos, el camino del borrego, que era el que todo el mundo seguía, y el camino aventurero explorador, que te adentraba en territorio sin toris. Hubo un encuentro entre una chavala inglesa, rubia, que venía con sus padres y bastante del montón con un chaval apuesto que por lo que se vé iba en plan mochilero, solo, que resultó en romace. Aunque más que en romance diría que él llevaba bastante tiempo sin mojar y ella estaba ovulando en ese momento. Sus escándalosas conversaciones, que se escuchaban te metieses donde te metieses, eran tal que así:
-All in this life is about life and death, right? -Dice él, intentando impresionarla con sus dotes filosóficas.
-And sex. Jijiji...
Entonces él puso ESA cara. Sí, esa sonrisilla estúpida que ponemos a veces los hombres (por no decir siempre) cuando hemos ligao y sabemos que vamos a mojar. Y todo eso con los padres de ella delante y en un templo sagrada. Les faltaban que ella se arrollidase, le pusiese el condón con la boca y empezar la faena allí mismo ¡Iros a un hotel y dejadme buscar la paz!
Así que tras recorrer la mayor parte del camino del borrego aguantando a los adolescentes en celo decidí adentrarme en teritorio inexplorado.
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¿Veis esa chica que se sale del camino? Entró detrás mia cuando me vió subir por allí. Nadie lo hacía, pero no había nada que no impidiese hacerlo. Se adelantó un poco. Iba en mi mismo plan. Parecía Alemana. Iba sola y respeté su necesidad de exploración en soledad. Dejé que se adelantase y ella me lo agradeció con su paso ligero.
Al adentrarme en aquel bosque descubrí lo más guapo de aquel sitio. Montones y montones de paisajes molones, un sendero serpenteante entre árboles gigantescos, naturaleza en estado puro, silencio absoluto, paz. Ni un alma había allí, salvo excepcionales cruces con mi silenciosa y solitaria compañera.
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Allí descubrí un templo solitario.
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La silenciosa camarada se encontraba allí. Esperé a que ella se fuese para echar fotos. En el templo parecía haber como lápidas "de repuesto" allí amontonadas, hechas un lio. Algunas estaban puesta con más "respeto" que otras, pero la sensación allí era de apilamiento de material retirado. Al rato seguí mi camino.
Disfruté del agradable paseo hasta que empecé a ver de nuevo los toris.
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Supe que se acababa el camino. Entonces andé lo que me quedaba del camino del borrego, esta vez más tranquilo, sin tanta gente. Pasé por todos los pasillos y cruces. Me fijé en todas las curiosidades que allí había. Había lagos y rincones interesantes, pero era muy pequeño. Narita-san me gustó más.
Y así terminó Fushimi Inari.
Mi siguiente destino: El Parque Nara.
Llegar a Kyoto, coger tren a Nara: Muy sencillo.
Me estoy meando, entrar en el baño de los hombres: muy complicado. Cuando salí del baño de las mujeres, una colegiala que iba a entrar dió un paso atrás y miró el muñequito de la entrada a ver si era de hombre o mujer. Ya me extrañaba a mí que no hubiese váteres de pie.
Cuando llegué al Parque Nara en el bus correspondiente mi reacción no pudo ser más... más... decepcionante.
-¿ESTA PUTA MIERDA ES EL PARQUE NARA?
Un llano con dos o tres ciervos, unos viejos dando vueltas y un par de templos y pagodas que no le llegaban a las suelas a los que ya había visto.
Allí, en un borde, había una cosa que me recordó a un carromato de lo pequeño que era. Supuestamente había un buda dentro. Había que pagar 100 yenes para entrar.
Cuando entro hay allí dos chavales más comentando lo que ven. Algo de unos guerreros o algo así. Estaban muy alegres señalando las cosas que veian pero yo... estaba cagado. Al mirar arriba ví el Buda que menos paz podía tranmitir en este planeta. El aire era denso debido al incienso y daba sensación de agobio, el sitio oscuro y estrecho, y esa estatua, fuese lo que fuese, te miraba desde arriba con una mala cara que te cagas.
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Que no os engañe la foto, hay flash de por medio.
Lo bauticé como "El buda del Mal Rollo". No estuve con buen cuerpo en lo que quedaba de día, aunque he de decir que tuve mucha suerte, pero bueno.
Este dragón me recordó al que sale en Mulán. Supergracioso xD
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A parte de eso tambien había paredes como con nombres colgados en tablillas y cosas así. Cosas curiosas pero no impresionantes. Había un lago cerca muy bonito tambien, aunque nada del otro mundo.
Entonces, cuando ya me he hartado de dar vueltas por aquel decepcionante parque, me encuentro el típico cartel de "Vd. está aquí" que me indica que el Parque Nara está más al oeste y que yo estoy empanao.
Aquello SÍ era un parque. Enorme es una pista. El final del camino casi que se perdía por el horizonte.
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Por cierto ¿Habeis notado que en todo este Miércoles no he dicho "He comido en" ni "Compré tal cosa en la máquina expendedora"? Exacto llevaba en ayunas todo el día, así que la caminata estaba haciendo estragos. Eso sí, me quedé en el viaje sin una gota de grasa.
A la entrada había, como no, un señor vendiendo galletas para ciervos.
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Los ciervos allí son unos putos pesados como vean que tienes o te huelen las manos a galletas. No paran de seguirte. Los únicos capaces de mantenerlos a rayas eran los eficientes niños. Ah, los niños. Estaba rodeado de ellos. Como ya he dicho, allí siempre había escursiones a todas partes, pues aquí había como tres o cuatro. Una de unos chavales de instituto, con un uniforme azul, que los ví bastante poco, otra de unos mocosetes muy pequeños que tambien los vi poco y otra de unos chavales como de 9 a 10 años que eran los que más veía ir y venir por todo el parque.
En un momento dado un grupo de estos mozalbetes me paró y dijo "Ima... ¿Nanji?". La pregunta era en informal pero supe interpretar el "Ahora... ¿Qué hora?". Quise contestarles en Japonés la hora (serian las cuatro de la tarde), pero no me salía y simplemente alcé mi manga y les mostré el reloj. Uno de ellos lo flipó con que yo hubiese entendido aquello. Me hizo bastante gracia. Seguí mi camino, maravillándome con los hermosos paisajes, los pesados de los ciervos y los farolillos de misterioso significado cuando me encontré a los siempre omnipresentes amantes del furry.
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Podemos apreciar en esta foto como estos dos chavales fuerzan a la cierva a manetener realicones con ellos. La situación es la clásica: uno de ellos la agarra y otro de ellos la preña. Todo esto mientras miran a todos lados para ver si alguien les observa. me ven a mi. Le están haciendo una foto a la cierva. Da igual, ya me he montado mi peli en la cabeza y la próxima vez que os vea os llamaré "Nara Hard Lovers".
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Un cartel me recuerda que a los ciervos lo único que les falta es ser carnívoros:
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Allí en un rincón, perdido en la mano de Diox, había una piedra famosa. Sí, una puta piedra. Y era famosa porque un pinto la pintó en un cuadro. Cuadra o mapa o lo que fuese aquello. Allí estaba custodiada por los típicos papelitosesos que salen en los animes que tienen las exorcistas en sus varitas de echar a los espíritus.
-Con esto ya lo he visto todo.-Dije, y me dispuse a irme.
Mientras lo hacía, los chavales que me preguntaron la hora, ahora menos numerosos, se aproximaron a mí.
Uno de ellos, el típico chaval estereotipo de empollón adelantado de la clase, empezó a hablar en Inglés. Tenía un Inglés muy bueno y fluido, así que no me enteré de una mierda. Me mostraba una especie de cuaderno. Eran un montón de láminas de folios plastificados. Les eché un vistazo mientras el chaval hablaba y comprendí de qué iba.
Eran sus deberes. Yo tenía que constetar a las cuatro preguntas que me presentaban, a saber, poner mi nombre, mi pais, mi comida preferida y "Hola" en mi idioma. Todo esto lo ponía en Inglés. Sin embargo parecia que lo habían redactado mal, ya que en vez de poner "Write your name" ponía "sign in". Pobres, es que para ellos es lo mismo, pero para mí no. Y así fue como los chavales se llevaron una firma mía xDDD
En el segundo apartado puse mi pais.
-¿My country? Ah, supein. (Spain)
-¿Supein-go? ¡¡WAAAA!! ¡¡SUPEIN-GOOOO!!
Todos se emocionaron mucho y uno de ellos salió escopeteao y se perdió en lontananza. Debería haber puesto "España" en vez de "Spain" y que aprendiesen la Ñ, pero ya estaba escrito.
-(¿Ande va el desustanciao ese?) -pensé. Y seguí con mi cuestionario.
Tercera pregunta. Mi comida preferida.
-(¿Comida preferida? Patatas fritas con huevos ¿Pero cómo pongo eso en inglés? Ni zorra... a ver ¿Tortilla de patatas? ¿Pero cómo se escribe Omelette? A tomar por culo).
Les puse "Tortilla de patatas" en Español y dije:
-Google it!
Solucionado.
Pregunta final. El Hola. Lo puse y ya está.
En eso, el chaval que salió a toda cebolleta apareció tirando de la mano del profesor y señalándome con ilusión mientras el profesor decía "Ahhh, supein-jin ne?" y cámara de fotos en la mano.
-¡Sha, sha! -Me dice uno de los chavales.
-Ah, ¿Shashin? (foto) -Contesté.
-Hai
Me arrodillé y me hice una foto con los chavales. A día de hoy me arrepiento no haberle pedido al profesor que me sacase una foto con mi cámara. Cuando terminamos la foto me dicen "Arigatou", me agacho un poco y les digo "Doitashimashite" (de nada en forma formal). Los chavales lo fliparon en colores y se emocionaron aún más. Empezaron a darme la mano todos. El chaval que me había preguntado la hora era el más lanzado y el que más gracia me hizo. Más majos todos. Fue un momento muy guay.
Y con ese buen recuerdo me dispuse a irme.
Tras el bus cogí mi tren de vuelta a Kyoto. Cuando ya llegaba empecé a hacer planes para ver si me daba tiempo a ir al museo del Manga. "Bah, ya lo pensaré". En eso me entró una modorra brutal. Normal, llevaba todo el día sin comer, y andando todo el rato. Me acordé de Frodo y sus putas lembas. Pensándolo friamente debería haber echado comida para llevar en la mochila, pero es lo que tiene ir en plan Low Cost xD
-(No te duermas... no te duermas que tu parada está cerca)
Saqué el Pokemon para distraerme. Me dormí jugando al Pokemon.
Ni puta idea de donde desperté, sólo sé que le pregunté a un señor como llegar a la estación de Kyoto y resultó que tenía que hacer TRES trasbordos para llegar. Sorprendentemente entendí todo lo que me dijo e hice los tres transbordos correctamente. Sin embargo, el tiempo ya lo había perdido. Adios, museo del Manga T_T
Ahora la meta es llegar a Tokyo lo antes posible a tiempo para coger el último tren a Narita. Corría coger el shinkansen hasta Tokyo, con mi billete y, como estoy mal de lo mio en vez de meterme en un tren "Hikari" que son los que entran dentro del Japan Rail Pass me metí en un tren "Nozomi". Me tuve que bajar en la siguiente parada después de que me echasen un poco la bronca. Así tuve que esperar al Shinkansen que me correspondía y perdí 20 minutos más. Al menos no me cobraron nada, porque llevaba nada y menos de dinero encima.
Cuando llego a Tokyo mis temores se confirman. A pesar de que llegué a la velocidad del rayo el tren había salido a su siempre puntual hora, que si mal no recuerdo eran como las 22:45 o algo así. Pero el señor que me ha dado la mala noticia tambien me da esperanzas, tengo que correr y coger el tren a Ohiba y hacer trasbordo. Corrí y cuando voy llegando por alguna razón sentí miedo. No quería volver a quivocarme. Me quedé quieto. El tren, supongo, salió a su hora. Y así me quedé allí tirado, en Tokyo.
No sabía a dónde ir ni qué hacer, pero mi estómago me dió una pista: comida.
Salí fuera de la estación y busqué un sitio donde comer, pero allí no hay sitios donde comer, sólo enormes edificios de oficinas, calles anchísimas y lo que me quiso parecer un silencio sepulcral.
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Y en ese momento comezó a llover.
Jueves: Día 4
Me acordé del Buda del Mal Rollo. Seguro que me había maldito. Qué asco de día. Sin embargo, ahora es el día que mejor recuerdo xD
Caminé sin rumbo bajo la lluvia. Cuando arreció me refugié bajo un paso elevado de peatones. Allí, en un rincón, ví lo que creí un golpe de suerte: un montón de paraguas, aparentemente abandonado, abiertos, formando una especie de cúpula. Creí que eran basura, pues estaban rotos todos, así que fuí corriendo a apropiarme de uno cuando ve que... es una casita. Dentro hay un señor vagabundo durmiendo. La desgracia ajena y el pesamiento de que podría ser peor no me consolaron, más bien me deprimieron aún más.
Tras un rato andando por allí pensé en convertir aquello en algo bueno. LLegaría hasta las afueras del Palacio Imperial y le haría una foto, aunque fuesen a sus muros exteriores. Daba igual. Caminé por unos parques enormes que había por allí. Pasó una chavala a la que le pregunté por el "Imperial Palace", pero se asustó un poco (que a esas horas y sola pues es normal) y la dejé tranquila. Más adelante encontré a un señor. Le pregunté por lo mismo pero no me entendía. Entonces le enseñé el nombre escrito en Japonés en la Guía FAP.
-¿Eh? ¿Kabe? -Dijo, sin saber interpretar aquellos kanjis.
No lo sabía entonces, pero echándole fotos a cosas random CREO (creo) que hice una foto de un lago exterior de lo que serian los terrenos del Palacio, pero no se ve bien así que no sé situarla.
Había llegado, obviamente, a los jardines colindantes a la zona, pero no lograba dar con mi objetivo, así que me fuí. Ya no sabía a donde ir.
Entonces encontré una boca de Metro y me metí en ella para refugiarme de la lluvia y el frio.
Estando allí ví a muchos jóvenes pasar. Entonces ví un cartel de los destinos, y uno de ellos era Ikebukuro. Sí, el barrio de Durarara!!! existe, y estaba allí, al alcance de un ticket de metro.
Ni falta que hace decir que no tardé ni 5 minutos en comprar mi billete y montarme en el Metro dirección a Ikebukuro.
El tren estaba petado de chavales bien vestidos, así que supuse que sería una zona de salir la muchachada. Mientras llegábamos miré la revista FAP para ver si se trataba de un barrio chungo. No ponía ninguna referencia a que lo fuese. Es más, ponía que tenía hasta un planetario y todo ¡La suerte me sonreía al fin!
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Esa fue mi primera imagen al salir de la boca del metro. Me avalancé sobre la primera tienda de comida que vi. Al final resultó ser de ramen. En un momento dado pensé "joder, que poca variedad de comidas llevo" pero luego dije "bueh, me sentará bien algo calentito".
Efectivamente aquello me sentó de puta madre. Como veis en la foto ya no llovía y me había secado algo. Con energias renovadas me dispuse a dar vueltas por aquel sitio en busca de cosas interesantes. Un pórtico enorme, gris y rojo, con un kanji en medio, me invita a pasar por debajo. A los lados había sitios donde comer por todas partes y negocios como bares o algo parecido. Todo muy "japonés moderno", con mucha iluminación, carteles verticales con neones y cosas así. Buena pinta todo. El bullicio de gente diviertiéndose me cargó las pilas. O quizás fuese que mi estómago ya estaba digiriendo los azúcares de la pasta, da igual xD
Al ir a pasar por debajo del pórtico aquel por el cual todo el mundo pasaba, un señor calvo, trajeado y medidas 2x2 metros me echó el alto mostrándome la palma de su inmesa mano en la cual, en horizontal, se podría haber jugado un partido de ping pong perfectamente.
Me quedé extrañado ¿Por qué me cortaba a mi el paso y el resto de gente pasaba sin problemas? Cierto es que estaba debajo del pórtico en plan portero de discoteca, pero no sé. Entonces el tio se puso a hablarme en un correctísimo Japonés.
-Bla, blablá, bla bla blá...
-¿¿??
-Bla blablá sai.
-(¡Ah, Sai! Seguro que me ha preguntado "nansai" [Cuantos años tengo], seguro que es para preguntarme si tengo edad para ir a la discoteca, por eso las pintas de gorila. Le responderé) Ni Juu Hachi sai desu (28 años).
-¿¿¿¿????
-(Joder, la he cagado, no era eso lo que decía este señor ¿Qué querrá?
-Bla blablá Oneesan blá bli blu...
-(¿Oneesan? ¿Eso era hermana mayor? ¿Pa qué me pregunta el tio este por mi hermana?)
-Bla bla blí sacs bla blá.
-(¿Sacs? Qué cojones es eso?) Wakarimasen.
-... Bla blá sacs...
-Errr... wakarimasen -Y me fuí xD
Me gustaría decir que 5 minutos después, pero no fueron ni 5 metros cuando me paró otro señor. Este más canijo. Hablaba deprisa y con una sonrisa en la cara.
-Sumimasen, bla blablá, onna...
-(¿Onna? Me suena eso)
-Blabla blablablá... sacs.
-(Me cago en todo ¿Qué coño es eso de sacs?) Wakarimasen. -Me voy algo mosqueado.
A los pocos metros me para otra persona. Esta vez una mujer. Me habla alegremente.
-Blabla blá...
-Wakarimasen.
-Kawaii oneesan
-(¿Pero qué dice esta gente?)
-Bla blablá sacs.
-(Un momento... Sacs... Onna... Kawaii oneesan... esta gente... ¡ME ESTÁ VENDIENDO PUTAS! ¡Y sacs es sex! WTF??)
Entonces la mujer vió mi expresión de confusión y me hace un gesto que supe interpretar facilmente. Cerró el puño y metió su pulgar entre los dedos índice y corazón y me lo mostró.
Me hice el longuis con la mujer y me fuí de allí. No pensaba pasar más ese pórtico de lujuria xD
Me dispongo a volverme a la estación de Tokyo, pero el Metro está cerrado ¡Suprise, madafaca! Efectivamente los trenes cierran allí a las 00:00 mientras que el metro cierra a la 1:00. Imposible volver. Dando vueltas encontré un techado y me senté allí a esperar a que diesen las 4:00 para poder volver. A mis pies, un borracho (por como olía a alcohol) perfectamente trajeado abrazado a un maletín. No me importó su presencia y me quedé lo más apartado de él que pude.
Entonces, mientras estaba sentado en el suelo con la cabeza sobre las rodillas para ver si podía dar una cabezada (Japón ya me había dado varios motivos para no temerle a los robos) otro señor se acercó a ofrecerme cosas.
Parecía un chaval de unos 25 años. Me puso la mano en el hombre y me habló suavemente. Creí que era una especie de chapero, viendo lo visto, pero no. Yo decía "wakarimasen" hasta que el me dijo.
-Kurismasu paaaty. (Chrismas Party)
-¿?
-Snow in Novembah (Snow in November)
-¡! ¿Batsu? (batsu significa malo, pero se usa tambien para referirse a las dronjas)
-[Asiente con la cabeza como con complicidad]
-¡¡BATSU NOOOOOO!!
Cuando grité de aquella manera el chaval rápidamente se puso de pié y siguió caminando, mirando a todas partes.
No sé por qué reaccioné tan bruscamente. Supongo que era el día que llevaba ya. A ratos llovía, a ratos descampaba... ainss, si al menos encontrase un Manga Café de esos. Por cierto, qué curioso ese cartel tan llamativo que tengo enfrente.
Cuando me aburrí de estar allí sin conciliar el sueño me puse a caminar sin alejarme mucho del sitio.
Ya me había tirado un rato caminando de acá para allá, así que hice un plan para la noche: Volvería de allí hasta Tokyo. Paré a un taxi (¡En Japón hay taxis que paran cuando los llamas!), que me abrió la puerta del pasakjero con sólo darle a un botón. Pregunté, con algo de dificultad, cuanto me costaría ir a la Estación de Tokyo. No recuerdo cuanto era pero no tenía dinero. Menos de 4000 yenes que había en mi cartera y eran como 4800 o algo así. Le intenté decir que hasta dónde podía llevarme con ese dinero, pero no me entendió así que le pedí perdón por las molestias y seguí mi busqueda de orientación.
Entonces decidí que la única salida que me quedaba era volver a pata. Para ello contarían con la ayuda de mi fiel movil y su brújula (tengo que pillar una brújula), movil que... ah, no tiene Internet. Estupeeeeendoooo
Así pues ¿cómo lograría tal hazaña? Preguntando el camino. En el metro no pareció tanta la lejania entre Ikebukuro y la estación de Tokyo. Son capaz de andar 1 kilómetro en 10 minutos, con que estuviese a 20 km serían 200 minutos o 3 horas y 40 minutos, habrian dado ya las 4:00 de la mañana que es cuando abren los trenes y podría volver. Además de que seguro que me ocurren cosas curiosas por el camino
Dicho y hecho paré a un chaval.
-Excuse me ¿The Tokyo Station? -El chaval hablaba perfectamente Inglés, así que me miró extrañado.
-¿Tokyo Station? ¿Ikebukuro Station?
-Tokyo, Tokyo.
Me dijo que estaba muy lejos de allí, yo que lo sabía, me preguntó que cómo pensaba ir, le dije que a pata. El chaval me dijo que estaba loco y yo que ya lo sabía. Me dijo que por qué no tomaba un taxi, y yo le dije que porque no tenía dinero. En ese momento el chaval hizo algo que me llegó al alma.
Sacó de su cartera 2000 yenes y me los ofreció con una sonrisa en la cara.
En ese momento me sentí supermal. Rechacé lo más amablemente que pude ese dinero y le dí mil y una vez las gracias. Joder, que son veintitantos euros. Que no me ha dado unas monedillas para el bus. Me dijo que si no quería un taxi podía coger el bus, que era más barato. Me preguntó que si tenía dinero para el bus y le dije que sí. En realidad no lo sabía. Probablemente no. Pero da igual. Esperaré a que el metro abra para volver. Después de despedirnos esperé a que el chaval se fuese y volví a mi rincón con el borracho.
Y allí seguía el tio. Pensé en ponerle un nombre, pero no se me ocurrió ninguno mejor que "político abrazado a valija diplomática", así que descarté la idea de hacerlo mi mascota xD
Y qué cartel tan curioso ese de enfrente. No sé por qué pero me llama mucho la atención.
Viendo el pórtico desde mi posición pude comprobar algo bastante curioso: El gorila que me había parado, el chaval que me había frecido dronjas y demás, desaparecian con una exactitud digna de natación sincronizada unos diez segundos antes de que pasase la policía en bicicleta y volvía a aparecer en cuanto pasaban. Cada vez había menos gente y yo, con frio, me acerqué a mi amigo borracho, el cual desprendía calorcito como si de una estufa se tratase. Me puse a su lado y puse las manos por encima de él como si estuviese al calor de una hoguera. En eso pasan los polis en bicis, me ven que estoy en plan curando con mi maná la intoxicación etílica de este señor, se me quedan mirando, yo los miro a ellos, aminoran el paso y... se las suda completamente y siguen adelante xDD
Al rato decidí dar una vuelta. Ya faltaba poco para las 4. Quería estar despierto y estirar las piernas. Dí una vuelta a la manzana y me encontré con esto:
Spoiler: mostrar
Unos buhos de mierda, pero eran graciosos. Les eché una foto. A mi izquierda había una tienda. Se ven que estaban reponiendo cosas, preparándose para abrir. Les pregunté si tenian Furín. Dijeron que no. Aunque era evidente, porque parecía la típica tienda de juguetes y cosas para niños.
Una pareja pasó por mi lado e hicieron lo que interpreté como chistes hacia mi persona, pues me miraban de reojo y reian. Qué cabrones.
Al mirar al otro lado veo algo que no esperaba encontrar ¡Bandas! ¿Os acordais las bandas de Durarara!!!? Que si los Cuadrados azules, los círculos amarillos... cada uno con su pañuelo característico. Pues estos iban con un pañuelo blanco en dónde les parecía, vestidos, algunos sí y otros no, con camisas o camisetas blancas. Las cosas de banda que hacian eran fumar porros y beber cerveza. Sí, las bandas allí son como las pandas de niñatos de aquí. Lo mismo. Es más, creo que podría hasta haberles pedido una birra y eme la fuesen cedido. No me atrevía a echarles una foto por temor a represalias físicas, que era ya lo que me faltaba.
Volví al rincón del borracho, a ver el borracho y mirar mi cartel. Entonces:
-Esos kanjis los he visto antes...
Cuando lo comprobé en mi guía FAP, efectivamente... ¡Aquello era un manga café! ¡Por sólo 400 yenes la hora! ¡Podría haber dormido a pierna suelta rodeado de mangas y videojuegos durante esas cuatro horas pero no!
Ainsss, qué le vamos a hacer. Ya sólo faltan 10 minutos para que abra el metro.
Al dar las cuatro, el borracho que se encontraba a mis pies resucitó de repente sin necesidad de alarma ni nada. Supongo que llevará fino su reloj interno o algo. Rápidamente da un repullo que me asustó un poco, se yergue dignamente, se sacude el pantalón (impoluto, alabados sean esos pulcros suelos), se ajusta su corbata y se marcha pasando mil de mi cara con paso señorial.
Hago lo mismo pero cambiando "paso señorial" por "paso de persona que lleva 24 horas despierta" y lo de "impoluto" por "oliendo a lluvia y sudor".
Cojo mi metro, llego a Tokyo y, por fin, de Tokyo a Narita. Me gustó coger el primer tren y el primer metro. Estaban vacios completamente. El metro sobretodo. El tren empezó a llenarse de camino a Narita.
Llovía a mares en Narita. Menos mal que no me ha caido eso estando en Tokyo, que fué más sinuoso.
Al llegar al Hotel me duché, me tiré en la cama, y recé que para cuando despertase no fuese la semana que viene.
Mi reloj sonó a las tres o cuatro horas. Me arreglé un poco, desayuné mi ramen instantáneo y bajé a la recepción. Entonces, al salir por la puerta en busca del Family Mart me di cuenta de que entonces SÍ que llovía a mares. Pero a mares. Nunca había visto llover tanto, y hacía un viento de la ostia. Me quedé flipado. En el televisor de la recepción pude ver, en las noticias, lo que interpreté como un pequeño tifón. Se mostraban árboles caídos en las vias y la previsión. Una de las zonas con árboles caidos era en las vias del tren de Narita a Tokyo. Lo flipo.
Sábiamente decidí no salir aquel día para nada. Volví a mi habitación y me quedé en coma. Una señora de la limpieza vino a eso de las... ¿qué hora era? Ah, sí ¡La hora de que no me molestes! La mujer me vió mirándola con mis ojos llenos de legañas, seriamente. Hizo una genuflexión y dió marcha atrás a su carrito de limpieza. Seguí sobando. Al despertar hice cosas productivas como comprar un paraguas, comida para llevar, cambiar más pasta, hacer la colada, ir a recepción con la colada en la mano porque me había dejado la tarjeta dentro de la habitación, volver a mi habitación y planear el viaje para el día siguiente, donde iría por fin a Hiroshima. Tras escribir todo esto en mi libreta volví a cerrar los ojos.
-Decían que mientras más durmiese menos disfrutaré, pero me parecé que con las neuronas bien dormidas disfruto más. No vuelvo a dormir mal en lo que me queda de viaje.
Y me quedé frito, hasta el Viernes.
EDIT: Corregido algunos fallos en las fotos y errores de ortografía. Ya corregiré el resto.