ANLIUM, pero el perro que atropellé ya está aquí en mi casa. Lo han engordado a base de bien en dos dias. Está todavía un poco deshidratado y harto dolorido, pero está bien.
Todo por la cosa mas tonta del mundo. me equivoqué de camino para ir a trabajar, di un rodeo y, en una de esas calles por las que tenia que pasar para dar el rodeo lo pillé.
Fue la cosa mas tonta del mundo y a una velocidad absurda. Había una cola de tres coches (siendo el mio el tercero) haciendo cola detrás de un... eh... no sé cual es su nombre pero aquí le decimos "tacataca", que son los coches estos sin carnet. Bueno, pues el tio llevaba uno de esos a una velocidad que no sé simereciría ser llamada así. En esa calle el límite máximo es 50 así que ya os podeis imaginar lo lento que iba para que todos nos pusiesemos a adalantarlo.
Le adelantan los dos de delante mio. Yo, antes de hacer la maniobra, miro el perímetro y veo a la izquierda, en un pequeño llano que hay con cesped y árboles, al perro en cuestión que está dando vueltas en círculos. No le doy mas importancia y después de ver que no venian coches de frente ni nada y en segunda como iba pues me dispongo a adelantar.
Doy el acelerón. A cincuenta voy rebasando al tipo este, voy a mirar por el espejo a ver si lo he rebasado cuando veo al perrillo que se cruza en la carretera. Yo estoy yendo ahora por el carril izquierdo, ya que estoy adelantando. Se me cruza, no puedo girar porque sino me llevo al tacataca por delante, freno, no hay tiempo de ayudar a la frenada con freno motor porque el coche va muy revolucionado en segunda y a cincuenta y pasa lo que tiene que pasar.
El ABS saltó, y entre su "clac-clac" escucho el único sonido que deseaba no escuchar, todo esto acompañado de la sensacíon en el coche de haber pillado "algo". Fue como un pequeño bache... solo que horrible.
Paré el coche en la cuneta. Me bajo con la cara blanca. A mi derecha hay un hombre con la boca abierta. Un segundo hombre le pregunta "¿lo ha atropellado?" y salgo en busca de mi inocente víctima sin hacerles mas caso. Se había ido otra vez al cesped. Se lamía. Yo me temía lo peor.
Lo cojo y salgo con él corriendo para el coche. Cuando lo cojí meneaba el rabo, cuando llegué al coche no se movía. Lo puse en la parte de atrás y volé al hospital veterinario. Con los nervios ni me acordaba donde era, aunque al final no me hizo falta buscarlo mucho.
Llego y aparco donde Diox me da a entender. La salida y entrada a los aparcamientos allí consiste en un carril por donde cabe un coche no muy ancho. Pues a la entrada lo dejé aparcado, sin llegar a meterme en los aparcamientos, que estaban mas hondos. Todo por ahorrar tiempo. Si le estorbaba a alguien, que le estorbase.
Llego a la puerta con el perro debajo del brazo. La aporreo. Era la puerta de urgencias. No lo sabía. Una chavala mas o menos de mi edad abre la ventana de la puerta.
-¡He atropellado a este perro!. Le digo mientras lo alzo para que lo vea.
-Vaya por Dios.-Dice ella. Me abre y me invita a pasar.
Me mete en una consulta y suelto al perro allí en las típicas mesas metálicas. Cuando la veterinaria lo acaricia menea el rabo. Lo mueve para echarle un vistazo. Al moverlo deja restos de sangre. Estaba sangrando por la boca. Entonces me dice:
-Dentro de quince minutos llegarán los veterinarios y le atenderán.
Si, era solo ayudante. Ese era el final de su turno de noche. Era por la mañana y todavía no había llegado los veterinarios. Yo ya daba al perro por muerto. Cada vez se movía menos. En mi cabeza parecía ver lo que estaba ocurriendo dentro del perro. Le había aplastado las costillas y se estaba desangrando por dentro al tiempo que sus pulmones se encharcaban.
No podía hacer más que darle mis datos a la muchacha para crear el registro de ingreso. Me fui a trabajar y me vine temprano. Creí que sería buena idea enterrarlo al menos, aunque no fuese mi perro, ya que yo fui el que lo mató.
Cuando llegué pregunté por él. Me dijeron que se encontraba bien y que solo tenía sangre en la orina. Respiré aliviado. Entonces me dijeron que se habian equivocado, que ese era otro y que ahora iban a ver al mio. ME iba a dar algo. Yo no estaba para esos trotes.
Al parecer estaba bien. Le había machacado las piernas delanteras solo, pero no se las había roto. La sangre por la boca se debe al porrazo, que le hice sangre ahí.
Todo bien al final. Después del disgusto le dije a mi hermana que le buscase dueño. Mi padre lo ha visto hoy y lo ha llamado "Suerte".
Esperemos que nunca me pase algo así o peor de nuevo. Si lo pasé mal atropeyando a un perro, no me imagina lo que debe ser pillar a una persona.
Salu2