07-23-2015, 11:54 AM
Creo que este es el subforo más indicado para comentar una reflexión que tuve con un amigo vía Facebook.
El otro día, este amigo en cuestión compartía este artículo que, como su propio nombre indica, hablaba de por qué los salones estaban últimamente de capa caída.
Y aunque dice muchas cosas tan ciertas como interesantes (sobre todo lo de la "champiñonización" de los salones, que ahora cada pueblo tiene el suyo), creo que se deja una muy importante, que es lo que le comenté yo a mi amigo, a saber:
Hale, a opinar todo el mundo.
El otro día, este amigo en cuestión compartía este artículo que, como su propio nombre indica, hablaba de por qué los salones estaban últimamente de capa caída.
Y aunque dice muchas cosas tan ciertas como interesantes (sobre todo lo de la "champiñonización" de los salones, que ahora cada pueblo tiene el suyo), creo que se deja una muy importante, que es lo que le comenté yo a mi amigo, a saber:
Cita:El artículo está muy bien y, es verdad, dice verdades como puños.
Ahora bien, creo que se deja uno de los componentes básicos en esta ecuación: El factor sociológico. O lo que es lo mismo, que hemos sido víctimas de nuestro propio éxito y no hemos sabido manejarlo. Me explico (o lo intentaré).
Vamos a poner como ejemplo el Salón de Cádiz. Vosotros pensad quien iba a los primeros y quien iba a los últimos. Limitaciones de espacio aparte, a los primeros íbamos los que éramos frikis y los que éramos muy frikis; y a los últimos iba, directamente, todo cristo.
Esto, que a priori se puede interpretar como positivo (que lo es), también implica una cosa: Pensad, ¿Cuál era la finalidad original de los salones? En principio, dar a conocer el mundillo a los profanos y, ya puestos, hacer nuestra propia "feria" durante el fin de semana que durara el evento. Pues bien, conseguimos, en efecto, dar a conocer el mundillo al gran público. Que se conociera y aceptara nuestra afición más allá de "los chalados de los dibujitos japoneses". Y en gran medida, así fue. Se nos empezó a aceptar que tuviéramos esos gustos.
A partir de ahí, se genera un cambio tan inesperado como insospechado, y es que la mayoría de los chavales dejan de ver la cultura japonesa como algo "transgresor" o "diferenciador" con lo que separarse del resto del resto de la plebe al llegar a una cierta edad, con lo que esa "cantera" de chavales que había antes a los que les gustaba el manga "porque era diferente" pierde fuerza. Son menos. Y se nota. Los que son canorros a tope está claro que van a seguir siéndolo y van a seguir viendo el manga como una tontería, pero cualquier chaval de hoy en día conoce el manga y le puede ser indiferente que a otro le guste.
Y, a partir de aquí ya, todo lo demás. ¿Para qué ahorrar y esperar al salón para comprarse cosas que se puede comprar en la tienda tranquilamente y sin apretujones? Porque en los últimos salones era lo que pasaba, entre otras cosas, por la poca novedad e innovación de las tiendas (que ya se explica el porqué en el artículo). Y eso sin entrar en compras por internet, claro está, ya que los frikis siempre tenemos ese sentimiendo de "fidelidad" hacia nuestro "tendero" de turno.
TL;DR: El manga se ha pasado de moda xD
Hale, a opinar todo el mundo.