08-19-2008, 08:44 PM
Anoche lei "La sombra del Ãgila" de Pérez-Reverte. Un libro breve que recomiendo. Del libro entresaqué estas citas:
" âLa progresión se ve entorpecida, Sire.
Aquello era un descarado eufemismo. Era igual que, supongamos, decir: «Luis XVI se cortó al afeitarse, Sire». O: «el prÃncipe Fernando de España es un hombre de honestidad discutible, Sire»."
"Por allà se nos estaban colando los escuadrones de caballerÃa rusos uno tras otro, como en un desfile, todos invariablemente rumbo al flanco derecho. Que a esas horas aún se llamaba flanco derecho como podrÃa llamarse Desastre Derecho o Gran Matadero Según Se Va A La Derecha."
"âLos va-van a de-descuartizar âtartamudeó el general Labraguette, resumiendo el pensamiento de los que estaban en la colina. Labraguette era el optimista del Estado Mayor imperial, asà que la cosa estaba clara. El 326 tenÃa por delante menos futuro que MarÃa Antonieta la mañana que le cortaron el pelo en la Conciergerie."
"â¡Hijos de Francia! ¡El Emperador os está mirando! Y los húsares y los coraceros moviendo la cabeza, hay que fastidiarse, Leduc, podÃa mirar para otra parte, el Enano, con lo grande que es el campo de batalla y toda la maldita Rusia, fÃjate, y se pone a mirarnos precisamente a nosotros. "
"La única pega para el Enano era que la tal MarÃa Luisa respondÃa más bien al tipo cómo pretendes que yo te haga eso, esposo mÃo, ¿qué dirÃa Metternich si me viera en esta postura? Mucho oig y mucho remilgo, eso era lo malo que tenÃan aquellas princesas tan educadas y tan Habsburgo. Poco imaginativa, a ver si me entienden, del tipo me duele la cabeza, querido, o bien ay, hola y adiós. En ese aspecto, el Enano seguÃa añorando a su ex, la Beauharnais, aquello sà era calor criollo a ritmo tropical. Llegaba, un suponer, de ganar la campaña de Italia, y allà estaba Josefina en la Malmaison, relinchando como una yegua, siempre lista para darle una carga de coraceros en condiciones. O dos."
"El punto más avanzado de la progresión. Tóqueme la flor, corneta. Lo del punto suena muy técnico: eso es lenguaje oficial de parte de guerra, como lo de repliegue táctico, o aquello otro, no se lo pierdan, de movimiento retrógrado hacia posiciones preestablecidas, dos formas como otra cualquiera de decir, Sire, nuestra gente ha salido giñando leches."
(Fragmento de la carta que Napoleón dicta a José Bonaparte) "Hermanito del alma, tanto llorarme sobre tus súbditos, que si no hay quien gobierne con esta gente y que si tal y que si cual, a ver quien se las arregla en un paÃs donde no hay dos que tomen café de la misma forma, o sea, solo, cortado, corto de café, largo, doble, con leche, para mà un poleo "
"Que todos nos paramos un momento, aturdidos y sin saber qué hacer, pendientes de lo que dice el capitán GarcÃa, y el capitán, pequeñajo y tiznado de pólvora, nos dirige una mirada de tranquila desesperación y después se encoge de hombros y le grita a Muñoz, eso sà lo oÃmos bien, alférez, levanta otra vez la bandera franchute, levanta el águila de los cojones y esa sábana blanca la haces cachitos y nos la podemos ir metiendo todos por el culo."
"El problema fue que los Iván se lo tomaron por la tremenda y mantuvieron el equÃvoco, o sea, nadie ataca asÃ, en lÃnea recta y a la bayoneta, a puro huevo, si no lo tiene muy claro. Asà que espérame un momento, Vladimir, que ahora vuelvo. SÃ, a retaguardia voy. A por tabaco."
"El caso es que estando los mariscales en plena celebración en torno al Petit, llega Murat negro de pólvora, con la pelliza hecha jirones, tres balazos agujeréandole el dolman y esa mirada que se les pone a los que acaban de echarse una carrera con el cuarto jinete del Apocalipsis, ya saben, uno se levanta y echa a correr, o espolea el caballo para cruzar los mil metros más largos de su vida, sin saber si llegará al final o van a picarle el billete a mitad de camino.
âCuéntemelo, Murat. Despacito y sin aturullarse, ya sabe. Sujeto, verbo y predicado.
âEl caso, Sire âcontinuóâ es que cargamos con ellos contra los cañones, o sea, de aquella manera, y después, cuando yo reagrupaba a mis jinetes, siguieron corriendo a su aire hacia el pueblo, mismamente detrás de los rusos, y lo cruzaron de punta a punta, tal que asÃ, enrollando a dos escuadrones de caballerÃa cosaca.
âArrollando, Murat.
âBueno, Sire. Arrollando o enrollando, el caso es de que a los rusos se los pasaron por la piedra. Fue, o sea... âel Rizos frunció de nuevo el entrecejo, buscando una frase que resumiera gráficamente el espectáculoâ.Fue osmérico.
â¿Osmérico?
âSÃ. Ya sabeis, Sire: Osmero. Aquel general tuerto que conquistó Troya. El de los elefantes. "
Personalmente me quedo con la de "Osmérico"
" âLa progresión se ve entorpecida, Sire.
Aquello era un descarado eufemismo. Era igual que, supongamos, decir: «Luis XVI se cortó al afeitarse, Sire». O: «el prÃncipe Fernando de España es un hombre de honestidad discutible, Sire»."
"Por allà se nos estaban colando los escuadrones de caballerÃa rusos uno tras otro, como en un desfile, todos invariablemente rumbo al flanco derecho. Que a esas horas aún se llamaba flanco derecho como podrÃa llamarse Desastre Derecho o Gran Matadero Según Se Va A La Derecha."
"âLos va-van a de-descuartizar âtartamudeó el general Labraguette, resumiendo el pensamiento de los que estaban en la colina. Labraguette era el optimista del Estado Mayor imperial, asà que la cosa estaba clara. El 326 tenÃa por delante menos futuro que MarÃa Antonieta la mañana que le cortaron el pelo en la Conciergerie."
"â¡Hijos de Francia! ¡El Emperador os está mirando! Y los húsares y los coraceros moviendo la cabeza, hay que fastidiarse, Leduc, podÃa mirar para otra parte, el Enano, con lo grande que es el campo de batalla y toda la maldita Rusia, fÃjate, y se pone a mirarnos precisamente a nosotros. "
"La única pega para el Enano era que la tal MarÃa Luisa respondÃa más bien al tipo cómo pretendes que yo te haga eso, esposo mÃo, ¿qué dirÃa Metternich si me viera en esta postura? Mucho oig y mucho remilgo, eso era lo malo que tenÃan aquellas princesas tan educadas y tan Habsburgo. Poco imaginativa, a ver si me entienden, del tipo me duele la cabeza, querido, o bien ay, hola y adiós. En ese aspecto, el Enano seguÃa añorando a su ex, la Beauharnais, aquello sà era calor criollo a ritmo tropical. Llegaba, un suponer, de ganar la campaña de Italia, y allà estaba Josefina en la Malmaison, relinchando como una yegua, siempre lista para darle una carga de coraceros en condiciones. O dos."
"El punto más avanzado de la progresión. Tóqueme la flor, corneta. Lo del punto suena muy técnico: eso es lenguaje oficial de parte de guerra, como lo de repliegue táctico, o aquello otro, no se lo pierdan, de movimiento retrógrado hacia posiciones preestablecidas, dos formas como otra cualquiera de decir, Sire, nuestra gente ha salido giñando leches."
(Fragmento de la carta que Napoleón dicta a José Bonaparte) "Hermanito del alma, tanto llorarme sobre tus súbditos, que si no hay quien gobierne con esta gente y que si tal y que si cual, a ver quien se las arregla en un paÃs donde no hay dos que tomen café de la misma forma, o sea, solo, cortado, corto de café, largo, doble, con leche, para mà un poleo "
"Que todos nos paramos un momento, aturdidos y sin saber qué hacer, pendientes de lo que dice el capitán GarcÃa, y el capitán, pequeñajo y tiznado de pólvora, nos dirige una mirada de tranquila desesperación y después se encoge de hombros y le grita a Muñoz, eso sà lo oÃmos bien, alférez, levanta otra vez la bandera franchute, levanta el águila de los cojones y esa sábana blanca la haces cachitos y nos la podemos ir metiendo todos por el culo."
"El problema fue que los Iván se lo tomaron por la tremenda y mantuvieron el equÃvoco, o sea, nadie ataca asÃ, en lÃnea recta y a la bayoneta, a puro huevo, si no lo tiene muy claro. Asà que espérame un momento, Vladimir, que ahora vuelvo. SÃ, a retaguardia voy. A por tabaco."
"El caso es que estando los mariscales en plena celebración en torno al Petit, llega Murat negro de pólvora, con la pelliza hecha jirones, tres balazos agujeréandole el dolman y esa mirada que se les pone a los que acaban de echarse una carrera con el cuarto jinete del Apocalipsis, ya saben, uno se levanta y echa a correr, o espolea el caballo para cruzar los mil metros más largos de su vida, sin saber si llegará al final o van a picarle el billete a mitad de camino.
âCuéntemelo, Murat. Despacito y sin aturullarse, ya sabe. Sujeto, verbo y predicado.
âEl caso, Sire âcontinuóâ es que cargamos con ellos contra los cañones, o sea, de aquella manera, y después, cuando yo reagrupaba a mis jinetes, siguieron corriendo a su aire hacia el pueblo, mismamente detrás de los rusos, y lo cruzaron de punta a punta, tal que asÃ, enrollando a dos escuadrones de caballerÃa cosaca.
âArrollando, Murat.
âBueno, Sire. Arrollando o enrollando, el caso es de que a los rusos se los pasaron por la piedra. Fue, o sea... âel Rizos frunció de nuevo el entrecejo, buscando una frase que resumiera gráficamente el espectáculoâ.Fue osmérico.
â¿Osmérico?
âSÃ. Ya sabeis, Sire: Osmero. Aquel general tuerto que conquistó Troya. El de los elefantes. "
Personalmente me quedo con la de "Osmérico"
Mira, mamá: ¡Salgo en Internet!