series como ésta me hacen recuperar algo de fe y ganas de seguir viendo anime.
Los paisajes y la ambientación son magníficos, pasando desde pueblos chabolistas o ciudad de mercaderes, hasta verse sumergido en plena naturaleza.
Sobre los personajes, no me ha parecido que haya ninguno random o de relleno, cuya presencia solamente estorbe. Más bien, todos tienen su carácter bien definido desde el principio, y el cual se va moldeando a lo largo de los capítulos. Y el relato de Balsa sobre el manly man Jiguro es epic.
Y sobre el final.. cuando están luchando contra las hordas de "La Lunga", is just awesome.