Calificación:
  • 7 voto(s) - 4.43 Media
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
A nadie le importa una mierda, pero... v11
ANLIUM, pero la panza me va a explotar. Y no, no es de gordura, sino de dolor.

Hace un par de meses, mis permanentes males estomacales (consistentes básicamente en ardores y dolores pasajeros) empezaron a trabajar a jornada completa. Pero era algo que no influía mucho ni en mi dieta ni en mi vida diaria así que nunca llegué a darles importancia.

Sin embargo, hará unas tres semanas, esos dolores hicieron la técnica de Kaio y multiplicaron su potencia por 10, haciendome sentir que tenia una mierda por estómago las veinticuatro horas del dia. Esos dolores se fueron intensificando exponencialmente dia a dia hasta que la noche del Sábado al Domingo de la semana anterior a la pasada (es decir, hace unos once dias) vomité todo lo que me había comido a partir de la merienda. Que noche tan buena, tres horas para al final dar tres arcadas con una violencia tal que pensé que iba a taladrar el vater. Menos mal que no habia comido nada duro. Me entró portas en los pulmones, en la nariz... vamos, gloria bendita.

A partir de ahí me tiraba los dias sin dormir, con un dolor que era una cosa mala. Me quedé mas chupado que la colilla de un mendigo y no tenía ganas algunas de comer. No me hubiese importado si no fuese sido porque ya el cuerpo me falló el Miércoles (no ayer, el anterior). Me vine abajo y no podía levantar apenas peso. Tenía un sueño terrible (aquello noche dormí tres horas) y en el estómago (un poco mas en medio) tenía una perpetua sensación de que Ryu me habia cascado un Shoryuken en el plexo solar.

Se lo comenté a mi padre en plan de "mira que mierda de hijo tienes, que ni come, ni duerme, ni trabaja, ni "ná"... ni para hacerme pajas sirvo". Entonces él, cuando le dije que en tres dias había dormido unas nueve horas, me dijo rápidamente de ir a un médico (de pago) y yo le dije que no. Y este es el porqué.

Una vez fuí a un médico de la seguridad social por un dolor en el apéndice y me mandó a un hospital de Málaga pensando que sería apendicitis. Una vez allí me dijeron que tenía gases. No me costó el dinero, solo un poquito de pasar verguenza.

Es por eso que temía de ir a un médico de pago a que me diagnosticase gases y que encima de la verguenza nos gastasemos cincuenta euros en peos.

Al final mi padre me convenció para ir. Además, el dolor que sentía me resultaba vagamente familiar...

Me hicieron las pruebas. Yo, en mi casa, me apretaba en el estómago y no notaba mas dolor del que ya sentía y pensé que eso era bueno, pero el médico me hizo una cosa que consistió en ponerme una mano encima de la boca del estómago y darle un golpe seco con la otra. Dolía como si me hubiesen cortado los cojones con un folio. Comentó con mi padre y mi madre las primeras impresiones y a continuación fue pasarme por la pantalla.

Me diagnosticó gastritis. Gastritis... ¿donde habré oido yo eso? Entonces me acordé de algo.

Hace once años, cuando empezaron mis migrañas, mi médico de cabecera, llamado Gordo Calvón (nombre provisional a la espera de otro más apropiado) empezó a reirse de mi y de mi madre cuando yo le expliqué los sintomas de mis migrañas. Su diagnostico fue "cuentitis" aludiendo que una enfermedad que "hace que te duela la cabeza, te dan palpitaciones en los ojos y hace que el humo del tabaco aumente dicho dolor" no tenía cabida en este mundo, es decir, que no existía y que yo me lo estaba inventando todo. Tambien se permitió hacer unos chistes machistas que aludian a la inteligencia de las madres. Y la mia allí, colorada como un tomate

Este médico tan bueno e inteligente fue el que, después de que un médico competente diagnosticase mis migrañas, me mandase la medicación para combatirla. Sin embargo ¿Como va a tratar un médico una enfermedad que ni conoce? En fin, que me mandó una pastilla cuyo nombre no recuerdo, aunque si sus colores: roja y blanca. Si, muy común. De pequeño veía unos dibujitos en los que representaban con esos colores a las drogas. Tambien recuerdo las extrañas sensaciones que producía en mi estómago dicha mediación. Era como si me hubise tomado la bebida mas amarga del mundo y que esta estuviese luchando por salir a la superficie por mi boca.

Tiempo después, acudí al mismo médico argumentando que mis dolores de cabeza no se iban. El médico optó por una estrategia propia de su inteligencia: si una no hace nada, demosle dos pastillas... tres veces al dia.

Mis dolores de cabeza no se iban con dicho tratamiento, pero sería incorrecto decir que las pastillas no estaban haciendo nada. Aunque tambien sería incorrecto decir que hacian algo bueno.

Mis dolores estomacales aumentaron y al tiempo fui a ver a un médico de pago a Málaga, supuestamente especialista en cosas del estómago, saltándonos la visita a mi médico de cabecera por razones obvias. El hombre me dio mi papilla y me miró por la pantalla.

"¡Dios mio!" exclamó. "Está terriblemente hinchado! ¿Como lo has hecho? ¡Pero como has podido soportar esto!" entre otros... Si hubiese visitado 4chan probablemente fuese dicho algo como "OMGWTFBBQ!!!" pero no es el caso.

me pidió que le dijese lo que me había pasado en los últimos meses en cuanto a todo lo que pudiera repercutir en mi salud y le dije que me estaba tomando la medicación que Gordo Calvón me había mandado.

-Bien. Y... ¿qué protector de estómago te ha mandado?
-¿Protector?- Mi madre y yo nos miramos. La primera vez que oiamos hablar de eso.

El médico, con lo modosito que se le veía cuando llegamos, con su Windows 5.1 instalado y todo, se volvió medio loco y empezó a soltar improperios hacia Gordo Calvón. "¿pero quien ha sido el incompetente que te ha mandado estas pastillas sin protector? ¡Una sola necesita ya protector! ¡Y encima tres tomas diarias! ¡Blablablá, blibliblí, badabadabí bababara bó, popopoker feis...!". Todo esto mientras me preescribia mi tratamiento contra la gastritis. Resultaba que mi estómago había mutado a balón de futbol.

Al final me curé, pero desde aquel dia estoy resentido del estómago. No sé si es a causa de eso o fue simplemente casualidad, pero así es.

Once años después resulta que hoy por hoy tengo lo mismo. Aunque menos, mi estómago se ha hinchado. El médico al que no quería ir me mandó Flatoril, y dos pastillas más cuyos nombres no recuerdo pero que empiezan por P y por S.

Ahora como de todo y duermo como un bebe. La consulta al médico que no quería hacer resultó beneficiosa. Cuarenta dias tengo que estar con el tratamiento para el estómago. Luego me harán la prueba de la papilla para ver qué causó la hinchazón (si es que fue algo externo) y tratarlo. De momento todo va bien. A veces me duele, pero ya está.

Por suerte, tengo un completo historial de mi tripa. Me han echo pruebas ya de todos los colores. Veremos a ver en que acaba todo.

Y esperemos que no me manden una colonoscopia.

Hace poco me enteré que Gordo Calvón había vuelto a su lugar de origen, una cueva de la que nunca debió salir, y que en su lugar han puesto a una médica que encima de que es buena, está buena :3

Debería haberle hecho la visita...

Salu2 Grin


Mensajes en este tema
RE: A nadie le importa una mierda, pero... v11 - por CucuFaiter - 02-17-2011, 06:47 PM

Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 33 invitado(s)