07-19-2007, 10:48 AM
EjecutoR, deja de ofender a las MADRES de los demás, antes de insultar, traduce lo que escribà yo por regular no insulto a las MADRES, insulto a los capullos como tu.
Traducción del texto:
Y sasta se hubiese catanado sueti baribustri, baribustri, y abillasen solictos á ó de los fores, os penó por parabola: Manu chaló abri á chibar desqueri simiente: y al chibarle, yeque aricata peró sunparal al drun, y sinaba hollada, y la jamáron as patrias e Charos. Y aver peró opré bar: y pur se ardiñó, se secó presas na terelaba humedad. Y aver peró andré jarres, y as jarres, sos ardiñáron sat siró, la mulabáron. Y aver peró andré pu lachi: y ardiñó, y diñó mibao á ciento por yeque. Penado ocono, se chibó á penar á goles: Coin terela canes de junelar, junele.
Parábola del sembrador, Lucas, 8, 4-8, publicado por George Borrow en 1838
Cuando una gran multitud se reunió y personas de cada ciudad fueron donde Jesús, Ãl les habló con una parábola. «Un campesino salió a sembrar su semilla. Al sembrar algunas cayeron en la carretera; fueron pisoteadas y se las comieron los pájaros del cielo. Otras semillas cayeron encima de la roca, tan pronto como crecieron se secaron porque no tenÃan humedad. Otras cayeron entre los espinos, y los espinos crecieron con estas y las sofocaron. Otras cayeron en tierra buena; crecieron y dieron fruto, cien veces mas.» Después de decir estas cosas gritó, «¡Aquel que tiene oÃdos para escuchar, que escuche!»
[2] S
Traducción del texto:
Y sasta se hubiese catanado sueti baribustri, baribustri, y abillasen solictos á ó de los fores, os penó por parabola: Manu chaló abri á chibar desqueri simiente: y al chibarle, yeque aricata peró sunparal al drun, y sinaba hollada, y la jamáron as patrias e Charos. Y aver peró opré bar: y pur se ardiñó, se secó presas na terelaba humedad. Y aver peró andré jarres, y as jarres, sos ardiñáron sat siró, la mulabáron. Y aver peró andré pu lachi: y ardiñó, y diñó mibao á ciento por yeque. Penado ocono, se chibó á penar á goles: Coin terela canes de junelar, junele.
Parábola del sembrador, Lucas, 8, 4-8, publicado por George Borrow en 1838
Cuando una gran multitud se reunió y personas de cada ciudad fueron donde Jesús, Ãl les habló con una parábola. «Un campesino salió a sembrar su semilla. Al sembrar algunas cayeron en la carretera; fueron pisoteadas y se las comieron los pájaros del cielo. Otras semillas cayeron encima de la roca, tan pronto como crecieron se secaron porque no tenÃan humedad. Otras cayeron entre los espinos, y los espinos crecieron con estas y las sofocaron. Otras cayeron en tierra buena; crecieron y dieron fruto, cien veces mas.» Después de decir estas cosas gritó, «¡Aquel que tiene oÃdos para escuchar, que escuche!»
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