A nadie le importa una mierda, pero... v13

[Reboot]

Madre mía, Floid. Huele a crecepelos de principios del siglo... XVIII.

Yo uso Nuxe, que soy así de pijo.

Por cierto y ANLIUM, pero hoy he soñado algo bastante curioso, quizás influido por mis últimas lecturas. Y digo hoy porque en mi particular insomnio veraniego, el sueño tuvo lugar entre las cinco y las siete de la mañana. Estaba cerca de un centro comercial tipo Carrefour y pasaban autobuses, había una especie de edificio de una planta lleno de pequeñas habitaciones numeradas más o menos pequeñas, destartaladas, sin muebles, no limpias, pero tampoco malolientes, de hecho había moscas que se daban la vuelta muriendo (lo típico de los insecticidas) pero no olía a insecticida. Un amigo mío que ha tenido un hijo hace unos días estaba ahí, con el peque y a ratos veía a la mujer. El peque se había empapado de pipí, aunque no lloraba. Mi amigo tenía ojeras. Conversación ecléctica, abrazos de felicitación.

En una habitación cercana estaba mi mujer, no estaban mis hijos. Habíamos discutido acerca de que nos teníamos que ir de este pueblo y que teníamos que buscar irnos a trabajar a otro lado. Es un tema recurrente, mi mujer no soporta este sitio. Alcorcón (¿Por qué Alcorcón?). De hecho todo esto se desarrolla por allí cerca. Conversación acerca de un río. Intento acostarme con ella pero nos interrumpe un tío con pinta de macarra, barbas canosas y desgarbado, con pinta atlética, entrado en sus 60, que nos preguntaba algo acerca de las habitaciones, creo que algo del pago o renovación de algo. Entran unos guiris, me piden un preservativo y se lo vendo. En esto que salgo, mi mujer cambia de cubículo, al 47. Más pequeño, moscas muriendo por algún tipo de insecticida aunque mi mujer no se queja de ningún posible olor a insecticida (lo odia), me aprieto contra ella, aunque está en sus asuntos y no me presta atención. Empiezo a subirle la mano por la falda corta que lleva (¿o es un vaquero?) ella de espaldas, la cara contra unas cortinillas de tipo gradalux que cubren una ventana, autobuses cruzando por fuera. Se muestra reacia, pero insisto y cuando por fin parece que accede, ZAS! puto despertador.

Cada día mis sueños son más extraños.