10-12-2012, 09:12 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 10-12-2012, 09:17 PM por Reboot.)
Pues mira, hoy, por ejemplo, he tenido guardia y un tío va y me suelta: Ah, pues hoy va a estar todo abierto, porque como es el día de la hispanidad y la gente está muy quemada [sic] he leído que van a abrirlo todo.
A lo cual ha añadido: Lo he leído en el Punt, el Punt diari, que es una fuente fidedigna.
Toma ya. Una fuente fidedignísima.
Ayer, llevando a mi hijo al cole hablaban dos padres:
- Ah, pero mañana es fiesta, ¿o vas a abrir [el negocio]?
- Yo mañana abro como cualquier otro día [hasta aquí todo correcto, pero...]... Además, ¿qué clase de fiesta es la de mañana? [poniendo cara de asco]
- Jajaja, claro.
Hace un par de semanas me vino un comerciante de mi calle, alucinando:
- Pues no te digo que me viene una tipa y me dice: "Qué poca vergüenza, ¿pues no tiene los carteles en inglés, francés y español y no tiene ninguno en catalán?" Yo le respondí que los carteles los tenía puestos en los idiomas de mis potenciales clientes y que a ella qué le importaba cómo los tuviera si el negocio es mío y voy y le pregunto: "¿Acaso le digo yo cómo tiene que hablar en su casa?" "¡NO MAS FALTARÍA!" me contesta la tía y le digo yo "Pues en la mía, exactamente igual, ¡circule!"
Este verano he visto caras y he escuchado algún comentario despectivo hacia mi mujer que me estuvo ayudando en las horas punta porque ella no habla catalán, aunque lo entiende y aunque le hablen, siempre responde en castellano. Normalmente me callo, pero a dos zorras las eché a patadas diciéndoles que si tenían que decirle algo a mi mujer, farmacéutico, especialista y doctor, cosa que ellas no tenían pinta de ser, a lo sumo de alguna rotonda, que lo hicieran en la calle, que en mi casa no las quería ver.
Son ejemplos cotidianos de lo que pasa aquí cada día. Hay mil cosas, algunas son sutiles que a fuerza de verlas y escucharlas cada día te vas embruteciendo y aceptas, de mala gana, pero aceptas. Y con el tiempo, hablas con gente que no ha vivido este ambiente, y cosas que ya no te sorprenden y que has terminado sin querer aceptando como normales, les dejan atónitos. Y ése, precisamente ése, es el instante en el que tienes que plantearte que llevas aquí demasiado tiempo y es momento de hacer las maletas y que el agujero de 50.000 millones los pague su puta madre, que contigo no cuenten.
A lo cual ha añadido: Lo he leído en el Punt, el Punt diari, que es una fuente fidedigna.
Toma ya. Una fuente fidedignísima.
Ayer, llevando a mi hijo al cole hablaban dos padres:
- Ah, pero mañana es fiesta, ¿o vas a abrir [el negocio]?
- Yo mañana abro como cualquier otro día [hasta aquí todo correcto, pero...]... Además, ¿qué clase de fiesta es la de mañana? [poniendo cara de asco]
- Jajaja, claro.
Hace un par de semanas me vino un comerciante de mi calle, alucinando:
- Pues no te digo que me viene una tipa y me dice: "Qué poca vergüenza, ¿pues no tiene los carteles en inglés, francés y español y no tiene ninguno en catalán?" Yo le respondí que los carteles los tenía puestos en los idiomas de mis potenciales clientes y que a ella qué le importaba cómo los tuviera si el negocio es mío y voy y le pregunto: "¿Acaso le digo yo cómo tiene que hablar en su casa?" "¡NO MAS FALTARÍA!" me contesta la tía y le digo yo "Pues en la mía, exactamente igual, ¡circule!"
Este verano he visto caras y he escuchado algún comentario despectivo hacia mi mujer que me estuvo ayudando en las horas punta porque ella no habla catalán, aunque lo entiende y aunque le hablen, siempre responde en castellano. Normalmente me callo, pero a dos zorras las eché a patadas diciéndoles que si tenían que decirle algo a mi mujer, farmacéutico, especialista y doctor, cosa que ellas no tenían pinta de ser, a lo sumo de alguna rotonda, que lo hicieran en la calle, que en mi casa no las quería ver.
Son ejemplos cotidianos de lo que pasa aquí cada día. Hay mil cosas, algunas son sutiles que a fuerza de verlas y escucharlas cada día te vas embruteciendo y aceptas, de mala gana, pero aceptas. Y con el tiempo, hablas con gente que no ha vivido este ambiente, y cosas que ya no te sorprenden y que has terminado sin querer aceptando como normales, les dejan atónitos. Y ése, precisamente ése, es el instante en el que tienes que plantearte que llevas aquí demasiado tiempo y es momento de hacer las maletas y que el agujero de 50.000 millones los pague su puta madre, que contigo no cuenten.
"Es como el que se mataba a pajas con U-jin y hoy en día o es Boku no Piko o ni se le levanta." - AniList