10-14-2012, 10:36 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 10-15-2012, 10:08 AM por EnderOdiat.)
¡Hola! Pero qué mal me lo habéis hecho pasar con la discusión catalana. Me he pasado todo el finde conectándome desde donde podía, birlando el portatil de un amigo cada dos por tres. A veces esbozaba algún post, pero enseguida me llamaban para hacer alguna chorrada y pensaba "bueno, ya me meteré cuando llegue a casa". Total que llego y ya habeis acabado de hablar, pues vaya.
Creo que me he dejado alguna cosa, pero bueno, es difícil sacarlo todo de aquí. Muy importante: que haya escrito este rollazo no significa que sea un flipi, ni que vaya de guay, ni mucho menos. Escribo porque me gusta hacerlo y si alguien no tiene ganas de leerlo, será muy muy comprensible.
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Voy a contaros mis impresiones sobre el tema, ya se que vosotros estáis hasta las narices, pero bueno, yo acabo de llegar y llevo todo el fin de semana muriéndome de envidia. Al que no le apetezca pues a otra cosa. Eso sí, aviso que yo no me enervo por nada y rara es la vez que falto al respeto.
Esto lo cuento como anécdota tontorrona; ayer, en una discoteca de Bilbao que se llama Antzokia, entraron seis o siete tíos con una bandera catalana enorme y estuvieron haciendo el tonto con ella. Primero la sacaron en medio de la sala, yo creo que estaban esperando ser los putos amos o algo, pero lo cierto es que esta gente, los bilbainos, ya están curados de espanto con el tema de las banderas y, aunque cueste creerlo, pasan de ellas. Es mas, en Bilbao he visto muchas menos ikurriñas que en Pamplona. Y todavía mas, en Bilbao he oído menos euskera que en Pamplona. Me he pasado todo el fin de semana allí y ni he oído a nadie hablar euskera, ni nadie me ha hablado en euskera, ni nada de nada. Seguro que habrá gente que lo hablará, pero yo no he entrado en conflicto con ellos en ningún momento.
Y con esto no quiero decir nada de mi opinión, pero seguramente los chicos estos que entraron con la bandera debían de estar esperando un aplauso o algo y se acabaron llevando un poco de chasco. Luego, cuando el bar cerró, uno de ellos se me acercó y me pidió un cigarro. Yo, que estaba un poco borracho y cuando estoy borracho sufro alardes nocivos de generosidad, no le di un cigarro sino dos. Y entonces el tío me empezó a hablar en un idioma que creo que era catalán, y digo creo porque él iba bastante fino y la vocalización en ese momento no era su fuerte. Esto a mí no me molestó lo mas mínimo, le dige que no le entendía y entonces se tradujo al castellano. Luego, cuando se marchó con mis dos cigarros, me quedé pensando en que hablar catalán en Bilbao a un desconocido no deja de ser bastante absurdo. Y también el hecho de beber y soltar pitillos por la cara, pero bueno, ese es otro tema.
Respecto a lo que habéis hablado, estoy de acuerdo con muchas cosas. Por ejemplo: que el debate es una cortina de humo, que los auténticos enemigos son los políticos (yo diría que mas bien los partidos, pero bueno), que los idiomas no son malos por si solos y alguna cosa mas. Me llama mucho la atención que el principal argumento de los independentistas sea el de que el dinero se va. Yo pensaba que siempre debatían usando la defensa de la cultura como argumento, pero si todo se resume a que el dinero se va, pues es un poco triste. Entonces, a lo mejor, lo que hay que preguntarse es si este sistema democrático capitalista es el correcto. Ya me estoy imaginando, cuando Cataluña sea independiente, a alguno diciendo; "eh, que se llevan el dinero de los barceloneses a Badalona, ¡Pues toma frontera!".
A mí, si os soy sincero, las fronteras políticas son las que menos me molestan. Las que mas me molestan son las fronteras culturales, porque son egoístas por definición y me privan de muchas cosas que yo quisiera saber y aprender. Y eso es lo que está pasando, y es mucho mas grave que el debate de la independencia política. Y esos conceptos de "catalanista" y "españolista" me dan bastante asco. Otra cosa que no entiendo es el tema de sentir amor por una nación. Yo no siento amor por ninguna nación, no especialmente. Si pensara en España podría decir que me gusta su geografía, que me gustan algunas de las personas que viven en el país, que me gustan algunas ciudades (y algún que otro garito de aquí y de allá). Pero no que siento amor por España. Porque yo he nacido en España por casualidad, y no alcanzo a ver que es eso que no tienen otros paises y que sí lo tiene España. Porque yo, allí donde voy, veo cosas mejores y cosas peores que las de mi país. Así que amor, amor... No señor, esa palabra no se vende tan barata. Yo amor siento por mis padres, por mis amigos, por alguna película, por algún libro, por algún autor, y poco mas. Otra cosa muy distinta sería, por ejemplo, decir que en Madrid me siento mas cómodo y seguro que en Londres, pero no tiene nada que ver. Y eso es lo que no entiendo ni comparto de los partidos nacionalistas, que pretenden gobernar y hacer democracia con sentimientos y sensaciones. Alzar banderas y crear radicales se les da muy bien, pero, ¿Qué tal se les da administrar las cuentas, la educación, la sanidad? Todo queda relevado a un segundo plano.
¿Con esto que quiero decir? Pues que no entiendo el nacionalismo. Porque yo antes pensaba que la definición de nacionalismo era: "la defensa de la cultura de un pueblo". Pero qué cojones, eso no es así, porque defender la cultura es algo que hacemos muchas personas, y de nacionalistas nada. Y si esa frase fuera cierta, los nacionalistas serían nacionalistas de todos los pueblos de la tierra, ya que por concepto, la cultura tiene caracter general, y todo eso entraría en conflicto con el hecho de ir de aquí para allá con una sola bandera. Yo defiendo la cultura navarra, pero igual que la vasca o la aragonesa.
Enlazando con el tema de las culturas autonómicas, también tengo que decir que no estoy seguro de hasta que punto existen, porque que yo sepa en cataluña, al margen de hablar otro idioma, ven la misma tele mierdosa que veo yo, comen las mismas natillas, ven las mismas pelis, viven en pisos igual que yo, se ríen por tonterías muy parecidas a las mías, etc. Los seres humanos nos parecemos más de lo que a algunos les gusta admitir. Así que para mí, con todo el respeto del mundo, el nacionalismo y el independentismo, nace del miedo, de sentimientos muy básicos de conformismo debidamente azuzados. Con esto no quiero decir que los que alzáis las banderas estéis manipulados. No lo creo, creo que sois radicalmente libres, pero que deberíais echarle un repaso a esa faceta vuestra.
Respecto a lo del idioma, y ya voy terminando aunque no creo que nadie haya aguantado tanto tiempo mi sermón rollero pseudointelectual, tengo que decir que yo lo veo muy claro, y pongo el ejemplo de Pamplona. Aquí no hay ningún problema con el idioma que hables. Se puede hablar castellano o euskera. En todos los sitios, los carteles están en los dos idiomas, los formularios en los dos idiomas y tal. Y cuando algún catalán dice que es legítimo que en Barcelona todos los comercios lo tengan todo puesto en catalán, yo digo que no. Porque los idiomas no tienen porque reñir, los idiomas pueden convivir perfectísimamente, y sino mirad paises como Bélgica, donde se habla alemán, inglés, francés y algunos flamenco. Así que poner los carteles en un solo idioma cuando la gente habla los dos, es jugar al mismo juego mierdoso que se está criticando. Y respecto a los niños en el cole, mas de lo mismo, no se porque los padres no pueden elegir el idioma en el que den las clases sus hijos. Yo, por ejemplo, que no tengo nada contra el catalán, si me fuera a Barcelona, estaría bien tener la opción de que mis hijos, que no se si los tendré nunca, aprendieran inglés en lugar de catalán, por el mismo esfuerzo, aunque esa opinión reconozco que es bastante mas subjetiva.
Y FIN.
Esto lo cuento como anécdota tontorrona; ayer, en una discoteca de Bilbao que se llama Antzokia, entraron seis o siete tíos con una bandera catalana enorme y estuvieron haciendo el tonto con ella. Primero la sacaron en medio de la sala, yo creo que estaban esperando ser los putos amos o algo, pero lo cierto es que esta gente, los bilbainos, ya están curados de espanto con el tema de las banderas y, aunque cueste creerlo, pasan de ellas. Es mas, en Bilbao he visto muchas menos ikurriñas que en Pamplona. Y todavía mas, en Bilbao he oído menos euskera que en Pamplona. Me he pasado todo el fin de semana allí y ni he oído a nadie hablar euskera, ni nadie me ha hablado en euskera, ni nada de nada. Seguro que habrá gente que lo hablará, pero yo no he entrado en conflicto con ellos en ningún momento.
Y con esto no quiero decir nada de mi opinión, pero seguramente los chicos estos que entraron con la bandera debían de estar esperando un aplauso o algo y se acabaron llevando un poco de chasco. Luego, cuando el bar cerró, uno de ellos se me acercó y me pidió un cigarro. Yo, que estaba un poco borracho y cuando estoy borracho sufro alardes nocivos de generosidad, no le di un cigarro sino dos. Y entonces el tío me empezó a hablar en un idioma que creo que era catalán, y digo creo porque él iba bastante fino y la vocalización en ese momento no era su fuerte. Esto a mí no me molestó lo mas mínimo, le dige que no le entendía y entonces se tradujo al castellano. Luego, cuando se marchó con mis dos cigarros, me quedé pensando en que hablar catalán en Bilbao a un desconocido no deja de ser bastante absurdo. Y también el hecho de beber y soltar pitillos por la cara, pero bueno, ese es otro tema.
Respecto a lo que habéis hablado, estoy de acuerdo con muchas cosas. Por ejemplo: que el debate es una cortina de humo, que los auténticos enemigos son los políticos (yo diría que mas bien los partidos, pero bueno), que los idiomas no son malos por si solos y alguna cosa mas. Me llama mucho la atención que el principal argumento de los independentistas sea el de que el dinero se va. Yo pensaba que siempre debatían usando la defensa de la cultura como argumento, pero si todo se resume a que el dinero se va, pues es un poco triste. Entonces, a lo mejor, lo que hay que preguntarse es si este sistema democrático capitalista es el correcto. Ya me estoy imaginando, cuando Cataluña sea independiente, a alguno diciendo; "eh, que se llevan el dinero de los barceloneses a Badalona, ¡Pues toma frontera!".
A mí, si os soy sincero, las fronteras políticas son las que menos me molestan. Las que mas me molestan son las fronteras culturales, porque son egoístas por definición y me privan de muchas cosas que yo quisiera saber y aprender. Y eso es lo que está pasando, y es mucho mas grave que el debate de la independencia política. Y esos conceptos de "catalanista" y "españolista" me dan bastante asco. Otra cosa que no entiendo es el tema de sentir amor por una nación. Yo no siento amor por ninguna nación, no especialmente. Si pensara en España podría decir que me gusta su geografía, que me gustan algunas de las personas que viven en el país, que me gustan algunas ciudades (y algún que otro garito de aquí y de allá). Pero no que siento amor por España. Porque yo he nacido en España por casualidad, y no alcanzo a ver que es eso que no tienen otros paises y que sí lo tiene España. Porque yo, allí donde voy, veo cosas mejores y cosas peores que las de mi país. Así que amor, amor... No señor, esa palabra no se vende tan barata. Yo amor siento por mis padres, por mis amigos, por alguna película, por algún libro, por algún autor, y poco mas. Otra cosa muy distinta sería, por ejemplo, decir que en Madrid me siento mas cómodo y seguro que en Londres, pero no tiene nada que ver. Y eso es lo que no entiendo ni comparto de los partidos nacionalistas, que pretenden gobernar y hacer democracia con sentimientos y sensaciones. Alzar banderas y crear radicales se les da muy bien, pero, ¿Qué tal se les da administrar las cuentas, la educación, la sanidad? Todo queda relevado a un segundo plano.
¿Con esto que quiero decir? Pues que no entiendo el nacionalismo. Porque yo antes pensaba que la definición de nacionalismo era: "la defensa de la cultura de un pueblo". Pero qué cojones, eso no es así, porque defender la cultura es algo que hacemos muchas personas, y de nacionalistas nada. Y si esa frase fuera cierta, los nacionalistas serían nacionalistas de todos los pueblos de la tierra, ya que por concepto, la cultura tiene caracter general, y todo eso entraría en conflicto con el hecho de ir de aquí para allá con una sola bandera. Yo defiendo la cultura navarra, pero igual que la vasca o la aragonesa.
Enlazando con el tema de las culturas autonómicas, también tengo que decir que no estoy seguro de hasta que punto existen, porque que yo sepa en cataluña, al margen de hablar otro idioma, ven la misma tele mierdosa que veo yo, comen las mismas natillas, ven las mismas pelis, viven en pisos igual que yo, se ríen por tonterías muy parecidas a las mías, etc. Los seres humanos nos parecemos más de lo que a algunos les gusta admitir. Así que para mí, con todo el respeto del mundo, el nacionalismo y el independentismo, nace del miedo, de sentimientos muy básicos de conformismo debidamente azuzados. Con esto no quiero decir que los que alzáis las banderas estéis manipulados. No lo creo, creo que sois radicalmente libres, pero que deberíais echarle un repaso a esa faceta vuestra.
Respecto a lo del idioma, y ya voy terminando aunque no creo que nadie haya aguantado tanto tiempo mi sermón rollero pseudointelectual, tengo que decir que yo lo veo muy claro, y pongo el ejemplo de Pamplona. Aquí no hay ningún problema con el idioma que hables. Se puede hablar castellano o euskera. En todos los sitios, los carteles están en los dos idiomas, los formularios en los dos idiomas y tal. Y cuando algún catalán dice que es legítimo que en Barcelona todos los comercios lo tengan todo puesto en catalán, yo digo que no. Porque los idiomas no tienen porque reñir, los idiomas pueden convivir perfectísimamente, y sino mirad paises como Bélgica, donde se habla alemán, inglés, francés y algunos flamenco. Así que poner los carteles en un solo idioma cuando la gente habla los dos, es jugar al mismo juego mierdoso que se está criticando. Y respecto a los niños en el cole, mas de lo mismo, no se porque los padres no pueden elegir el idioma en el que den las clases sus hijos. Yo, por ejemplo, que no tengo nada contra el catalán, si me fuera a Barcelona, estaría bien tener la opción de que mis hijos, que no se si los tendré nunca, aprendieran inglés en lugar de catalán, por el mismo esfuerzo, aunque esa opinión reconozco que es bastante mas subjetiva.
Y FIN.
Creo que me he dejado alguna cosa, pero bueno, es difícil sacarlo todo de aquí. Muy importante: que haya escrito este rollazo no significa que sea un flipi, ni que vaya de guay, ni mucho menos. Escribo porque me gusta hacerlo y si alguien no tiene ganas de leerlo, será muy muy comprensible.