09-21-2013, 10:55 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 09-21-2013, 11:54 PM por Bibliothecarius Ironicus.)
Ya que estáis de profesores y demás, yo hice bachillerato nocturno, así que la gente estaba bastante centrada y tenía una edad (menos yo) de 19 para arriba, no hubo muchas anécdotas, la gente iba a lo que iba. Dicho esto, había una excepción, la clase de filosofía de primero, porque el profesor ponía con su actitud las cosas tan difíciles, que había todo un cambio en el alumnado.
En mi caso particular, las mates y todo lo relacionado se me dan fatal, y cuando tocó dar lógica, no entendía sus explicaciones, y el tío era de estos que cuando le pides que te vuelva a explicar algo que no has entendido, te vuelve a repetir exactamente lo mismo, no cambia de ejemplo, no se explaya. De modo que yo seguía sin entender nada, y claro, al principio, hasta conocerlo y ver que no había manera con él y buscarme la vida fuera con algún amigo, le volvía a preguntar. El tío empezaba a cabrearse y a ponerse rojo (literalmente, hasta se le hinchaba la cara) y tal. Lo puto peor. Se creía que cuando teníamos dudas nos reíamos de él. Como si sus explicaciones fueran brillantes, infalibles.
Por supuesto al enfado seguían las amenazas y demás, así que al final nadie preguntaba nada.
Pero para compensar estaba el de griego, que además de un muy carismático aliento a vino tinto, se jubilaba ese año y nos lo ponía súper fácil, a ese se notaba que le gustaba enseñar, y hacía lo posible por despertar el interés de la peña.
En mi caso particular, las mates y todo lo relacionado se me dan fatal, y cuando tocó dar lógica, no entendía sus explicaciones, y el tío era de estos que cuando le pides que te vuelva a explicar algo que no has entendido, te vuelve a repetir exactamente lo mismo, no cambia de ejemplo, no se explaya. De modo que yo seguía sin entender nada, y claro, al principio, hasta conocerlo y ver que no había manera con él y buscarme la vida fuera con algún amigo, le volvía a preguntar. El tío empezaba a cabrearse y a ponerse rojo (literalmente, hasta se le hinchaba la cara) y tal. Lo puto peor. Se creía que cuando teníamos dudas nos reíamos de él. Como si sus explicaciones fueran brillantes, infalibles.
Por supuesto al enfado seguían las amenazas y demás, así que al final nadie preguntaba nada.
Pero para compensar estaba el de griego, que además de un muy carismático aliento a vino tinto, se jubilaba ese año y nos lo ponía súper fácil, a ese se notaba que le gustaba enseñar, y hacía lo posible por despertar el interés de la peña.
-...No estoy loco, ahora lo entiendo, soy Mentalmente Divergente...-12M
Type-Moon Tard & Monstergirl Fan
http://fateprojecttranslation.blogspot.com/
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