Proxy en Android

[Reaper45]

(10-31-2013, 06:58 PM)Yumichan escribió: 1-El retoque puramente estético es absurdo. Si no puedes vivir sin él convence a tu jefe que ponga reflas de formateo en el repositorio (las tuyas) para todos. En el 99% de los casos a los demás del equipo se la sudará usar unas u otras y te dirán que si aunque sólo sea para que dejes de hacer lo que haces ahora. Tocando el código al tuntún por razones puramente estéticas trastoca la trazabilidad de los cambios en control de versiones.

Me importa una mierda la regla que se use, si es necesario, pongo la que sea de común acuerdo y tan felices.

Con todos mis respetos, señor profesor, si tan inaguantable le parece la consistencia en el código dudo muchísimo de su capacidad de hacer un diseño medio bueno, no digamos ya cambiarlo cuando le explote en la cara. Se me quitan a mí las ganas siquiera de empezar algo.

Siento que me repito, pero lo diré una vez más. El autoformato es el primer paso.

El resto de la lección... Qué bonito todo. Lástima que no me lo trague ni harto de vino.

(10-31-2013, 08:40 PM)Nosfer escribió:

(10-31-2013, 03:53 PM)Reboot escribió: Las zonas bien hechas y documentadas siempre eran más rápidas de modificar que los parches caóticos que surgieron después.

Un código bien escrito no debería necesitar apenas documentación, o como mucho para indicar condiciones especiales.
Un proyecto que respete una estructura de ficheros, codigo que siga unas guías minimas, funciones que realicen tareas bien definidas y utilizar nombres descriptivos es más que suficiente para tener un código que no de muchas complicaciones a la hora de mantenerlo.

PD: Los comentarios de Reaper45 me parecen tan surrealistas que es que no me atrevo ni a entrar en debate XD.

Por dios bendito y jesucristo redentor. Tienes toda la razón, al fin y al cabo lo que yo quería es código mal escrito, sin documentar, nombres de instancias salidos de una función aleatoria y sin ninguna clase ni estructura, puesto que me encanta perder horas en gilipolleces y en mentar a gente de dudosa procedencia.

Me he quedado sin habla, ni siquiera estoy cabreado ya.