06-28-2008, 08:35 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 06-30-2008, 07:16 PM por CucuFaiter.)
CapÃtulo 4 - El dilema del perro.
Otro dias más en la ciudad de New York-3, en la cual llueve desde hace varios dias. Una dinámica Susan se levanta con energÃa de la cama después de haber estado otra vez noche trabajando:
-Buahhhhhhh [Bostezo]... quiero morirme.
En pijama, se despereza y se pone a cepillarse los dientes. Aunque hoy no es un dia cualquiera, y es que a Susan le preocupa algo. Se trata de Shinji. Tras la última batalla:
Centro de detención de NERV. Lugar: GForceFront. Acusado: Shinji Ikari.
-Has desobedecido órdenes directas de un superior-Le dice Susan a Shinji, que está sentado en una pequeña celda de treinta centÃmetros cúbicos, lo cual es un logro. Susan le habla a través de un ventanuco.
-Si.-Dice Shinji.-Por cierto, ¿Podeis sacar al caballo? A los gorilas no les termina de caer bien...
-¡Calla y escucha! ¿Porque desobedeciste mis ordenes?
-Me parecieron demasiado estúpidas. Es decir... ¿Que mierda de plan era ese? Nah, es broma. En realidad era por llevarte la contraria.
-¡¡Basta ya de gilipolleces!! ¿Es que no sabes tomarte nada en serio? Podrias haber muerto... ¿Que mierda de actitud es esa?
-¿Y que mas dará? Hemos ganado ¿No? Además, solo yo puedo cojer el Gringogelion, lo que se puede traducir como que hago lo que me da la gana y cuando me da la gana. Y si no estais conformes, me voy.
Susan acaba de cepillarse los dientes.
-(Este Shinji... ¿Holgará de nuevo hoy?)
Susan se dirije a la habitación de Shinji y pega en ella.
-Shinji ¿Hasta cuando vas a estar haciendo el vago?
En la habitación nadie contesta. De hecho, no se oye ni el más mÃnimo ruido, aparte de la incesante lluvia. Susan se preocupa y abre la puerta. Allà no hay nadie. Shinji confeccionó un techo artesanal con barro, cañas de bambú y bolsas de plástico, aun asà la habitación está negada pues los muchos cubos que hay para cada gotera rebosaron hace tiempo. Encima de la mesa se encuentra la tarjeta de acceso a Nerv de Shinji, una carta de despedida y los sujetadores que habÃa cojido prestados. Después de todo, Shinji no era un ladrón, tan solo un pervertido.
-Tonto...-Dice Susan con un deje de tristeza. Entonces lee la carta de despedida.
-[Susan, me despido. No puedo soportar mas la tensión de tener que subir al Gringogelion... nah, es broma, me voy porque me da la gana. Para recordarte siempre me permità el lujo de echarte una foto mientras dormias. Que suerte que duermas con el pijama desabrochado. Te devuelvo los sujetadores que te cojà y me llevo la consola. Por cierto, como voy pelado de dinero te he cojido toda la pasta de tus ahorros. Si, esos que están escondidos en la lata vacÃa de cerveza encima del televisor. ¡Nos vemos, pringada! PD: Vaya escondite de mierda.]
-¡¿HIJOPUTRAAAAAAAAAAAAAAA!!-Bueno, quizás Shinji Ikari después de todo SI fuese un ladrón, además de un pervertido.
-[¡Ding-Dong!]-El timbre suena. Susan corre hacia la puerta corredera de la entrada y la abre de golpe.
-¡SHINJI!
Pero no era Shinji, sino Ken Suke y Tomy Suzuki, el cual arratra una cesta de fruta un tanto podrida ya. Han ido para ver al compañero que los salvó de una muerte segura aquel dÃa.
-Bueno... yo...-Tomy, al ver a la hermosa mujer que les abre la puerta, enmudece. Su compañero se da cuenta y habla por él.
-Buenas, somos Ken Suke y Tomy Suzuki.-Empieza a decir Ken mientras Tomy asiente afirmativamente con la cabeza.-Shinji llevas unos pocos dias faltado a clase y hemos venido a ver si se encontraba bien.
-¡Ah! Vosotros sois los que entrasteis aquel dia dentro del Gringo.
-Si, sentimos mucho las molestias que ocasionamos aquel dÃa y...
-No pasa nada, hombre. Shinji no está en casa, está muy ocupado estos dias y por eso no ha podido ir.
-Vaya... Bueno, estas son las fotocopias de los apuntes de clase para Shinji. Y estas las fotocopias de las bragas de la delegada de clase, para que se anime.
-Sois muy amables. Muchas gracias.
-De nada, y perdón por las molestias.
-No es molestia. Adios ¡Y no volvaÃs!
-Ehhh.... vale, Adios.
Y Susan cierra la puerta con impaciencia. Ken y Tomy se quedan un momento mudos delante de la puerta.
-Vaya...-Empieza Tomy.-¿Tu te esperabas esto, Ken?
-La verdad es que no. Que guapa... ¡Y menudas peras!
-Y que lo digas... ahora, ayudame a sacar la polla de la puerta.
El metro recorre a toda velocidad la ciudad de New York-3 a pesar de las lluvias. Shinji está dentro. Arrastra una bolsa de deportes no muy llena y lleva su walkman puesto. Al parecer, Susan habÃa roto la consola hace tiempo y no se lo habÃa dicho. Mira al suelo, meditabundo, mientras el tren empieza a abarrotarse de pasajeros en cada parada, pasajeros a los que Shinji no pesta atención, ni siquiera a las colegialas. El tren está terminando su recorrido, pero Shinji no hace por bajarse en ninguna estación. Se bajan los trabajadores. Se bajan las colegialas. Se van bajando todos los pasajeros uno tras otro. Solo queda un hombre que se ha quedado dormido leyendo un libro, "Memorias de Al Gore", pero al final, él tambien se baja.
El metro llega al final de su recorrido. Shinji está solo en el vagón. Unos altavoces anuncian al único pasajero que ese tren quedará fuera de servicio. Pero Shinji permanece impasible, no se baja. Seguramente estará absorto en profundos y filosóficos pensamientos.
-Se... se me ha dormido un pie.
Después de las diez horas de siesta que se echó el pie, logró bajar y continuar su huida. Es de noche, asà que entra en un cine para hecharse una siestecita. Entra a una sala donde ponen "Rememorando a George, o como George Bush detuvo un meteorito con la mente", asà que caerÃa frito en cinco minutos... pero no fue asÃ. Al fondo del cine, una pareja estaba dandose el lote. Al menos se le quitó un poco el sueño.
Mientras, en el GForceFront:
-¿Que Shinji se ha escapado?-Pregunta Ritsuko.-No me extraña, si lo tenias peor que a un esclavo. Solo le faltaba decir "Si, bwana... si bwana" mientras tu hablabas.
-No es por eso.-Susan le cuenta toda la historia del arresto por desacato después de la batalla.
-Hum... entonces no me extraña. Supongo que cuando le has cortado el rollo ha querido irse.
-¡Claro!-Exclama Susan.
-¿Que pasa?
-Es el dilema del perro. El perro se arrima a los demás con confianza, y cuando hay demasiada confianza se te engancha a la pata. Y cuando lo quieres poner en su sitio... hum... no, no me sale la metáfora.
-Pensar no ha sido nunca lo tuyo.-Dice Ritsuko, mientras bebe de su taza de café.-Supongo que querrás decir que el chaval no tiene otra forma de demostrar sus sentimientos más que con su actitud.
-Juassssssss, que chistes tan buenos cuentas a veces, Ritsuko.
Amanece. La lluvia ha cesado y Shinji renauda su camino atravesando la cordillera de montañas que escudana la ciudad. Desde ellas mira por última vez hacia la imponente ciudad de New York-3, con sus edificios fálicos y asilos en forma de ubres... y continúa. Continúa hasta que la noche empieza a cernirse de nuevo sobre él.
Mientras, en un descampado cerca de allÃ, la noche tambien se cierne sobre alguien:
-"YARGGHHHHHHHHHHH"-Ken Suke hace su teatrillo particular en plan Gollum hablando consigo mismo, imitando a dos de los heores de su serie favorita: Noruto bakafurui.-"NORUTOOOOOOOOO"... "SOSAKEEEEEEEEEEE", "¡Devuelveme la dentadura!", "¡No! ¡Que venga la enfermera guapa a separarnos!, "¡Idiota!".-Imita que le dan un puñetazo y se tiende en el suelo. Mira las estrellas que van apareciendo en el cielo nocturno una a una.
Se levanta tras este pequeño descanso, y ve caminando por el sendero a una silueta que le resulta familiar.
-¿Eh? ¡Musashi Kashimoto!-Se acerca corriendo.-Ah, no... que es Shinji (putas dióptrias).¡Shinji!
Shinji disfruta aquella noche de abrigo, alojamiento y comida gracias a la amabilidad de Ken Suke. No habla. Permanece muy serio mirando al fuego en el que hierve una comida, que por como huele, debe estar para morirse (literalmete). A sus espaldas hay una tienda de campaña muy bien montada, con varios vÃveres dentro, en los alrededores no se ven casas, ni tendido eléctrico, ni anuncios del McBurguer: solo alta y espesa hierba y el sendero por el que él habÃa venido. Ken intenta entablar conversación con su silencioso invitado:
-¡Noruto es la polla con cebolla! Si no lo ves, es que eres esquizofrénico... ¡Y ni siquiera sé que significa eso! Ahà radica la sabiduria de Noruto. Es el maestro liendres, que de todo sabe y de nada entiende. Un mostro.
Shinji no opina. Ken cambia de tema.
-Me gusta mucho la noche, no se oye a los malditos vendedores de batatas. "¡Batatas, para tirarle peos a las latas! ¡Batatas!".
-Susan... Susan dice que...-empieza a decir de repente Shinji, sorprendiendo a Ken.-...dice que si no te gustan las batatas eres esquizofréico.
-Hum... asà que se llama Susan. Tio, que envidia me das. Vives con una tÃa que está más buena que las tias de los ánimes, y encima pilotas ese pedazo de robot. Si yo fuese tu, aprovecharÃa para disfrazar al robot de Noruto y hacer un cosplay gigante. Debe de ser la ostia.
-¿Como es que estás tan lejos de la ciudad, y solo?
-Rememoro todos los capÃtulos de Noruto. Como son tantos me vengo de acampada todo el fin de semana. Es mi hobby.
-...tu madre debe estar muy preocupada.
-Bah, eso no es problema.
-¿Uh?
-Porque yo no tengo madre. Igual que tu, Shinji Ikari.-Y Shinji se pone triste, se siente identÃficado.
Después de comer hacen noche dentro de la tienda de campaña. Al amanecer, Ken escucha unos pasos fuera, se pone la bandana en la frente, su Rasengan de goma en la mano y sale a plantar cara. Cuatro hombres de negro cubriendo los puntos cardinales de la tienda le rodean. Un quinto está a la entrada de esta. Shinji sale:
-¿Eres Shinji Ikari?-Pregunta el quinto hombre. Shinji actúa rápido.
-Es el rubio este.-Señala a Ken.
-¿Yo?-Mira a Shinji, que le guiña un ojo- Uh... claro que soy yo ¡Muahahahaha! Llevenme con la señora guapa y el robot gigante.
-Pero...¡eres rubio!-Dice el hombre.
-Ayer confundà el champú con la lejÃa... ¡Cosas que pasán!
-¡Y tienes gafas!
-Se me olvidaron las lentillas en los otros calzoncillos.
-Bueno, está bien, pero nos llevaremos al otro niño también por si acaso.
Y al GForceFront se los llevan. Susan reconoce a Shinji y descarta a Ken como impostor, al cual torturan para que no hable de lo que ha visto al entrar. A Shinji lo vuelven a poner bajo arresto.
Al dÃa siguiente, Ken le relata las horribles torturas a las que fue sometido a su amigo Tommy:
-Y... y entonces [snifff]... me di... me dijeron que... [sniff, sniff] ¡Que Noruto no existÃa! Y después añadieron que Suzemilla Jaruji le daba mil vueltas ¡¡BUAHHHHHHHHHHH!!!-Ken llora desilusionado.
-Bueno, algún dia tendrÃas que averiguarlo. Está bien que ya te hayas desengañado. Y encima que te lo hayan dicho profesionales. Ahora dime ¿que hicieron con Shinji?
-Se lo llevaron bajo arresto.
-¿QUE? ¿Y no hicieste nada para impedirlo?
-No pude, tio. Iban armados. Me dijeron que sabian hacer el "Final Flash" de Vegeta ¡Eran profesionales!
-¡Pero tu tambien tienes lo que hay que tener entre las piernas!-Una chicas al fondo se quejaron de este último comentario de Tommy.
-Es de idiotas meterse en una pelea que no puedes ganar. Y no es cuestión de güevos, tio, sino de chakra.
Y en la celda de detención del GForceFront.
-TodavÃa no habeis sacado al caballlo... ¿Y de donde han salido estos bisontes?-Se queja Shinji.
-¿Se te ha despejado algo la mente tras trés dias de huida?-Pregunta la enfadada Susan. Shinji calla.-Contesta una pregunta ¿Quieres pilotar el Gringogelion?
-¡Claro! Solo yo puedo hacerlo. además, vosotros me obligasteis a hacerlo. Me arrebatasteis mi antigua vida. Era una mierda, pero era mi vida. Montaré yo. Además, no puedo irme hasta que Ray cumpla su promesa y...
-¡Callate! ¡Si no quieres montar en el Gringo no tienes mas que decirlo! Olvidate de NERV, del Gringo y nosotros y vuelve a tu asquerosa vida anterior.
La conversación termina. Y por como ha hablado Susan, está claro que allà no lo necesitan. Shinji, dolido, decide aceptar la propuesta de Susan, irse para no volver... jamás.
Shinji no reune sus cosas. Su bolsa de deporte se quedó olvidada en la tienda de campaña de Ken. No tiene nada. Se pasa por el centro de NERV a terminar de arreglar el papeleo para irse.
-¿Donde está Susan? Me gustarÃa despedirme.-Pregunta Shinji mientras perforan su tarjeta de acceso.
-Tu ya no perteneces a NERV.-Dice el encargado.-No te puedo revelar que Susan en estos momentos está en su casa viendo el partido con la ventana del salón abierta, apertura muy sugerente para cualquier voyeur y/o francotirador.
-Ah... pues vale.
Al fin Shinji llega a la estación dentro de un coche oscuro y escoltado por tres hombres. Se dispone a subir las escaleras que lo llevan al arcén cuando:
-¡Eh, Shinji!- La voz de Ken. Una bolsa de deportes le golpea el pecho. Es la suya. Cuando puede ver a Ken y a Tommy a su lado. Shinji le dirije la palabra a uno de los hombres de negro.
-Discuple... ¿Me permite un momento?-El hombre capta que quiere despedirse y le concede permiso.-Por cierto...-le dice al hombre-me mola su reloj pintado en la muñeca.
-Gracias, chaval. Me costó 1500 dólares y cuatro años de arduo trabajo.
-¿Le gusta que le pellizquen los pezones?
-¿Y a que viene eso?
-Curiosidad adolescente.
Shinji se reune con sus, ahora, ex-compañeros de clase.
-Que pasa.-Dice Shinji. Ken se queda mirando a Tommy.
-¡Eh, Tommy!-le dice ¿No tienes nada que decir?... ¡Vamos!-Le pega un tortazo en la espalda y Tommy da un paso al frente. Por fÃn se decide a hablar.
-Shinji, perdona que te pegase dos veces. Yo... quiero que me pegues para que podamos estar en paz.
-¿Como?
-Vamos hombre.-Dice Ken.-Sino esto le estará removiendo la conciencia toda la vida... y yo sufriré las consecuencias. Venga... ¡dale un buen puñetazo!
Tras asegurarse de que Tommy no se iba a enfadar con él por ello, Shinji se dispone a dar su puñetazo. Coje impulso y...
-¡Espera!-Dice Tommy muy serio. Shinji se frena.-Pégame en serio.
Shinji coje más impulso y:
-¡¡¡¡YAAAAAAAARRRRRRRRRRGGGGGHHHHHHHH!!!!
-[¡PTAF!]-Ostión del quince. Ken le sonrie en plan "Muy bien, tio". Tommy permanece callado.
-Yo...-empieza decir.
-¿Uh?
-Yo...
-...
-Yo... ¡¡¡YO TE MATO, CABROOOONNNNNNGGGGGRRRLLLLL!!!-Tommy se lanza hechando espuma por la boca hacia el cuello de Shinji. Ken consigue sostenerlo hasta que se calma.
-Perdonale, Shinji.-Dice Ken.-No está muy acostumbrado a que le peguen.
-Shinji, escuha.-Empieza decir Tommy, mucho mas tranquilo.-Casi todos nuestros compañeros se han ido de la ciudad o están trabajando en el puticlú de lujo.
-Si.-Dice Ken.- Y si no fuese por tÃ, algún dia tambien tendriamos que irnos nosotros de la ciudad.
-Pero nosotros comprendemos perfectamente el dolor testicular que te produce subir al Gringo, asà que si algún dÃa alguien viene reprochandote algo... ¡Llámame! ¡Y le daré una buena ración de puñetazos!
Las palabras de sus compañeros conmueven a Shinji, y se marcha emocionado. Lo vuelven a escoltar y comienza a subir la escalera que da al arcén. Sus compañeros se ponen a observar como las sube. A medio camino Shinji se revuelve contra los escoltas. Entre forcejeos para hacer tiempo se dirige arrepentido a sus compañeros.
-¡Soy yo el que tendrÃa que pedirte que me pegaras!-Les dice.-Soy el tÃpico niño traumatizado con un pasado semioscuro al que todos ignoran, un pervertido que roba sujetadores ajenos para sus noches de soledad, pero ahora... soy tambien un cobarde.-Y las lágrimas brotan de sus ojos mientras pronuncia estas últimas palabras.
tras su discurso deja de forcejear, y los escoltas se lo llevan. El tren está a punto de salir.
El rugido de un Audi fantástico viniendo a toda pastilla invade la escena y aparece al fondo de la calle. Frena frente a la estación. De él sale Susan.
-Mira.-Le dice ken a Tommy.-¡Es la tutora de Ikari!
Susan descubrió que Shinji no le habÃa mangado sus ahorros, le habÃa mentido. ¿Porque? Comprendió que, en realidad, Shinji nunca quiso irse porque allà se encontraba bien, se encontraba a gusto... y feliz. Pero lo comprendió demasiado tarde. El tren estaba saliendo.
El tren se aleja. Susan, afectada, se queda mirando al suelo, arrepentida de no haberse dado cuenta antes. Después pone cara de "bueno, que se le va a hacer...la vida sigue". Se dispone a montar de nuevo en su coche, pero... en el arcén vislumbra una figura familiar...
-¡Ah!-...Shinji.
Susan mira perpleja a Shinji. Shinji levanta lentamente la vista del suelo, y mira a Susan. Los dos se miran fijamente, como dos viejos amigos que acaban de reencontrarse tras muchos años. La alegrÃa se refleja en sus ojos. Y Shinji le dirije estas palabras.
-Es que... se me ha dormido un pie.-Dice mientras sonrie.
-Pues bienvenido.-Dice Susan. Y le devuelve una sonrisa.
-- FIN CAPITULO 4 --
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Cuarto capÃtulo. Que ha llegado tarde, pero que ha llegado. Espero que lo disfruteis!
EDIT: Corregido. Diálogos nuevos añadidos. Errores de ortografÃa apañados. El "tÃ" ese no lo encuentro, asà que se queda xD