11-07-2012, 11:22 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 11-07-2012, 11:37 PM por Chachibukai.)
A ver, hace varios meses tuve otro accidente porque un tío me golpeó por detrás. Sí que ambos dimos parte a nuestro seguro, pero no hizo falta hacer parte amistoso, porque el tío reconoció que había sido culpa suya por no mantener la distancia de seguridad, y con eso y el parte al seguro fue suficiente.
Con lo del parte amistoso me refiero a que incluso si los dos están de acuerdo en lo que ha pasado, pueden decir que la culpa es del otro (vale, te he golpeado intentando salir de la rotonda, pero es que yo tenía prioridad porque estaba en la rotonda antes de que tu entraras... pues no, la tenía yo, porque aunque tú estuvieras de antes, ibas por el carril de dentro y yo iba por el carril de fuera, que tiene prioridad... etc). Ahí es cuando digo que se firma el parte amistoso y deciden las aseguradoras quién tiene razón.
Es que esta vez en concreto, la culpa ha sido mía, desde el primer momento he sabido que lo mío me lo iba a tener que pagar yo. Ha sido en una zona en la que hay leches cada dos por tres, porque hay dos semáforos seguidos a unos cinco metros de distancia entre sí, y cuando el primero se pone intermitente el segundo se pone rojo, pero tienes que fijarte que no venga nadie por detrás a la izquierda y... vamos, que es un lío. La semana que pusieron los semáforos hubo varios accidentes.
Con lo del parte amistoso me refiero a que incluso si los dos están de acuerdo en lo que ha pasado, pueden decir que la culpa es del otro (vale, te he golpeado intentando salir de la rotonda, pero es que yo tenía prioridad porque estaba en la rotonda antes de que tu entraras... pues no, la tenía yo, porque aunque tú estuvieras de antes, ibas por el carril de dentro y yo iba por el carril de fuera, que tiene prioridad... etc). Ahí es cuando digo que se firma el parte amistoso y deciden las aseguradoras quién tiene razón.
(11-07-2012, 10:56 PM)ChusZ escribió: ¡JA! El viejo truco del cuello.
Y sin parte amistoso... Ya has pringado.
Es que esta vez en concreto, la culpa ha sido mía, desde el primer momento he sabido que lo mío me lo iba a tener que pagar yo. Ha sido en una zona en la que hay leches cada dos por tres, porque hay dos semáforos seguidos a unos cinco metros de distancia entre sí, y cuando el primero se pone intermitente el segundo se pone rojo, pero tienes que fijarte que no venga nadie por detrás a la izquierda y... vamos, que es un lío. La semana que pusieron los semáforos hubo varios accidentes.