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Encuesta: El tochopost...
¡Heces!
¡Heces he dicho!
¡Heces buenas!
¡Heces malas!
¡Las heces nos matarána todos!
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Las Crónicas de CucuFaiter: El tocho de Japón (2da parte)
#1
Viendo que esto es más largo que un día sin pan y que nunca me pongo he decidido dividir el tocho en partes. He aquí la primera, a la espera quedan las siguientes.

Crónicas de CucuFaiter: Viaje a Japón
(No hemos reparado en gastos de falanges)

Bueno, pues como todos sabeis hace ya como unos cuantos meses (joder lo que va a durar el puto tocho) me fui de vacaciones a Japón, donde viví alegres aventuras llenas de proxenetas, narcotraficantes, borrachos y hermosas mujeres.

Pero no adelantemos acontecimientos. Y tampoco usemos la palabra "adelantar" en un tocho que lleva como un cuarto de año cociéndose ¿Cuándo empezó todo? ¿Qué tipo de droga tengo sembrada en mi campo para que me halla dado tal paranoia? ¿Cómo coño me las apañé al otro lado del planeta hablando un idioma que no domino? Para contestar a todas estas preguntas habremos de remontarnos hasta el Salón del Manga de Málaga de 2012.

Como sabeis, allí fue donde desvirtualicé a mi primer AUndero: EmuAGR. Dando vueltas por el Salón (yo flipándolo) encontramos cerca de dónde teníamos que esperar a que X51 se reuniese con nosotros una Virtual Boy. Nuestras respectivas erecciones eran claro indicador de que debiamos jugar a esa máquina urgentemente antes de que nos estallara la chorra y lloviesen Lacasitos. Así lo hicimos. La caja estaba al lado de la máquina en un correctísimo japonés. EmuAGR, con la tranquilidad del que ve llover Lacasitos de un pene que acaba de estallar, me dice:

-¿Quieres que lo lea?
-E...Ah... Oj... ¿Sabes Japonés?

Me sonrie, asiente y empieza su lectura: "Enterutaimen Gueimu sistemu..." algo así. Ojiplático observo la escena de aquel Dios de la traducción interpretando aquellos enmarañados símbolos que los Japoneses se atreven a llamar "kanjis".

Me sorprendió mucho ver aquello. Claro que sé que hay mucha gente que sabe Japonés, pero es la diferencia entre ver un truco de magia en la tele a que te lo haga tu vecino y encima te cuente el truco. "Quizás yo podría aprender", pensé.

A los pocos meses de aquello fui al Salón Épico de Barna de 2012, donde conocí a mucha más gente que dominaba esta lengua. Pero claro, a estos señores y a mi nos separaba un abismo de CI bastante importante.

Hasta que un día dije "Si no lo intento, jamás sabré si lo hubiese conseguido, y si me resulta el doble de dificil entonces, al conseguirlo, la satisfacción tambien será el doble".

"Hago CHAS y aparezco en tu mente", dijo mi sentido común aquel día.

Me apunté a clases de japo. Allí, al montón de tiempo, uno de mis compañeros me dijo que si quería ir a Japón (yo me lo planteba como un viaje a hacer cuando ya supiese el idioma) pues que fuese y ya está, que si yo quería y tenía dinero que no había problema.

La idea de ir en 2014 pesó tanto que adelanté la fecha de partida hasta el año 2013 por no saber como iba a estar la economía en mi casa ese año que entraba.

Así fue como a principios de Octubre saqué mis billetes, mi Japan Rail pass y me dispuse a viajar hacia tierras niponas.

Viaje a Japón: Días Previos.

Durante esos día me dediqué a recopilar cosas y conocimientos que pudiesen ser útiles en mi viaje, tales como guias o frases para desenvolverme allí. Intenté memorizar palabras chungas, para saber evitarlas y compré una guía que me recomendaron en mis clases de japo llamada Lonely Planet.

Como iba a ir solo bauticé a la guía como "Forever Alonely Planet", resumiendo, "la revista FAP".

Con ayuda de la revista o guía FAP intenté organizar mi viaje. Empecé a anotar en un papel todos los sitios que mi profesora de Japonés me recomendó e investigué otros tantos que podrían estar interesantes, como el museo de Manga. Apunté todos los datos correspondientes a ubicaciones y nombres de los sitios para tener algo medianamente organizado.

Hasta que llegó el día.

Lunes 22 Octubre de 2013: Día de la Salida.

Me había comprado una cámara nueva para el viaje, viendo la inutilidad de la otra. No quería que un viaje tan épico quedase sin documentar. El día anterior mi prima, que entre otras cosas es fotógrafa, me había estado enseñando a manejar lo que ella llamó "una semireflex", así que hice un par de fotos para ver que me había quedado con lo que ella me había explicado.

Pongo rumbo con todo hacia el aeropuerto Grin

Al principio, por la mañana, no estaba nervioso, pero conforme más me iba acercando al aeropuerto más nervioso estaba.

Llegué, facturé mi maleta correctamente, me despedí de mi madre y partí en pos de alegres aventuras. Había llamado a Jazztel para que pudiese hacer llamadas internacionales, con lo que podría llamar a casa de vez en cuando para hablar con mis padres. Todo estaba listo. Pero cuando estoy en el avión:

-Mierrrrrrrrrrrrrrrda

Me había dejado el abrigo y la lista de sitios a visitar en mi casa.


El vuelo era un AirFrance de esos. Se dirigía a París.


Lunes: Día 1

Intenté sobar en el avión, pero no pude. Estaba demasiado nervioso. Al ir llegando a París ya había oscurecido, por lo que pude ver la Torre Eiffel esa desde el aire perfectamente, iluminada por cientos de bombillitas. Muy pequeña, pero la ví.

Al salir del avión me encontré con mi primera barrera: no tenia ni puta idea de a donde ir para cojer el siguiente avión. Afortunadamente, al salir me encontré casi de frente con un puesto de información.

El aeropuerto de París es un puto laberinto del Fauno. Era como "podría hacer aquí un pasillo recto bien señalizado y unas escaleras PERO optaré por poner una pared, dos puertas a los lados, una rotonda que sólo tiene una salida y una entrada, y unas escaleras vueltas en la dirección contraria. Y los carteles afean, así que mejor los pongo tras este recodo y únicamente en Francés".

Ejem, que me pierdo. Fuí al puesto de información donde me encontré con una amable parisina que... ah, que se está yendo... ah, que se va a tirarle los tejos a ese compañero de trabajo/amigo/amante... ah, que viene un negro a sustituirle...

Me atendió un amable negro que halaba perfectamente inglés... lamentablemente yo no tanto:

-Ai gou tu dis pleis. -le señalo mi billete de embarque.
-Ah, ok. -Tras lo cual empezó un largo monólogo explicativo del que sólo entendí la palabra "stairs".

El resto lo supe interpretar por sus gestos (alabado sean los gestos). Así que, por increible que parezca, estos datos me fueron más que suficientes para llegar a la puerta de embarque sin más problemas.

Había comprado el Pokémon X para la 3DS, el cual me entretuvo durante... dos minutos hasta que se gastó la batería. Quise llamar a mis padres, pero el movil no funcionaba. Se ve que a los de Jazztel se les olvidó contarme el pequeño detalle de que eso de "llamadas internacionales" sólo iba a cubrirme Japón. Llamadas Binacionales deberian bautizarlo.

Así que empecé a pelearme con una cabina de teléfonos francesa. Lo primero que hizo la cabina fue trolearme y tragarse dos euros porque el número al que llamaba estaba ocupado en el momento de la llamada. Al volver a llamar el dinero introducido (2,50) no me dió ni para un minuto. Fue entonces cuando empezó a florecer una especie de ardor dentro de mí:

-Estos franceses...

Teóricamente, dentro de la UE no te hace falta el pasaporte para identificarte, el DNi te vale, pues a ellos le importaban una poca mierda mi DNI y me pedian el pasaporte siempre, cosa comprensible al viajar yo a un pais extranjero, pero incompresible cuando volvía a España. Ya llegaré a esa parte.

En el control de seguridad, tras arrebatarme los guardias mi botella de agua, me puse a pensar como podía introducir líquidos provenientes "de fuera". Al final llegué a la conslusión de que un tendero que trajese el líquido camuflado en una botella de refresco compinchado con un pasajero podrian meter líquidos infinitos mediante las tiendas que hay allí.

-No llevo aquí ni tres horas y ya estoy pensando en como destruir Francia. La sangre de campesino español viendo su fruta volcada hierve en mí.

¡Embarque por fin! ¡Allá voy, Japón! ¡Ojalá me violen!

En el avión tuve la suerte de contar con una compañera de asiento la mar de mona... y japonesa. Pensé en decirle algo en Japo, pero ante el temor de hacer el ridículo simplemente pasé de ello. Saqué los apuntes de japonés para refrescar algo de vocabulario. No iba a tener ninguna conversación sobre metafísica kafkiana con mi nivel, pero al menos me serviría para poder pedir algunas cosas en plan niño y entender otras tantas. Era muy de noche ya. Por mi reloj la 1 de la madrugada, hora española. Tenía mucho sueño, no me entraba nada de Japo. Entonces me entró un ataque de añoranza. Empecé de echar de menos algo que no me esperaba: el sol. El puto sol. Que me diese el sol en la cara y me la calentase aunque fuesen cinco minutos. Sentía como daba en la ventanilla, sólo tenía que abrirla... pero el personal había entrado en estado de hibernación. Todo el mundo sobaba. No podía abrir la ventana ¡Pero quería! Sólo una rajita, para que entrase un poquito...

No lo hice. Iba a joder a mucha gente, y no todos en ese avión eran franceses.

Pensé en jugar al Pokémon. No recordaba que no tenía batería. Cerré los ojos y me quedé sopa. Espero no vomitar la mierda de cena que nos han dado...

Despierto. La japo aún duerme. Paso por encima en agil maniobra sin despertarla. Me dispongo a vomitar analmente la comida del avion, hecho vulgarmente conocido como "cagar". Además, estaba enfermo. Llevaba unas pastillas conmigo para el estómago que me habian recetado el día antes para la inflamación de estómago. Lo digo porque en el prospecto ponía que las pastillas podian causar diarreas, aunque no fue el caso.

Al tirar de la cadena escuché el sonido más horrible de toda mi vida. Era como si una actriz porno se hubiese fusionado con una aspiradora industrial y estuviese succionando un poste de teléfonos. EL sonido fue muy fuerte y me acojonó mucho. Esperaba ver agua caer por la cisterna pero fue aire el que se llevó mis deposiciones. Casi cago por segunda vez del susto.

-Ah, el mundo exterior. Cuán ignoto y misterioso ¿Qué otras nuevas tecnologias me aguardarán tras dejar atrás la España anclada en el S.XIX?

Al llegar a mi asiento la japo a despertado. Me deja pasar sin mirarme. Llevado por el aburrimiento empiezo a escribir lo que sería el diario de viaje en una de mis libretas de Japonés. Mientras escribo veo que la muchacha mira mi libreta con curiosidad, como intentando adivinar qué idioma era, o quizás horrorizada por mi terrible caligrafía. Pensé en decirle algo, cuando me vuelvo hacia ella hace un movimiento brusco, se pone los cascos, mira papeles, toca el panel tactil del asiento... ahora tiene mucho sentido ese comportamiento, pero en aquel entonces me sentó muy mal xD

Doy otra cabezada.

Había visto ya al sol ponerse dos veces desde que salí, esta era la segunda. Nos pusieron el "desayuno". Sería desayuno en España, allí en japón era la puta cena de medianoche. Un ajjjjco de desayuno. Afortunadamente tenian chocolate.

Aterizamos a las 20:10 más o menos. Es de noche. Bueno, mañana veré el sol.

Al salir pensé en hacer una foto, pero no la hice. Es la foto que más me arrepiento de no haber echado. Hubiese sido lo correcto.

Los carteles están en japo y en inglés. Por los dibujos me voy guiando perfectamente. Entonces, tras recojer mis malestas, me encuentro con mi primer obstáculo.

Control.

-Jerou (Hello). -Me dice el Japo poli al verme.

Le doy mi pasaporte. Me pregunta que cual es el motivo de la visita a Japón:

-(Ostias... ¿Cómo coño se dice Turismo en inglés?) Errrr... ¿Tourism?
-Oh, yeah. -Y me pregunta con quien vengo.
-Hitoride (Solo).-Mi primera palabra en Japonés hacia un Japo. Esperé que el tio me sonriera y me dejase pasar.
-Oh, speak japanesse?
-Amari... (un poco...)

Me preguntó algo así como "¿Está seguro de que viene sólo?". Pensé en contestarle "No creo que me haya seguido nadie". En vez de eso dije "Yes" y a continuación procedió a registrarme TODO.

Saqué todo lo que tenía en mis bolsillos, me abrió todos los compartimentos de la carterilla, vacié mi mochila, vacié mi maleta, mi bolsa de aseo... lo palpó todo. Entonces ¡AH! Bulto sospechoso en la maleta. Corriendo fue a abrir la funda de dentro, esa que se abre para... bueno, no sé para que eso. es una funda que da a los hierros del armazón de la maleta. Tenía ahí un pequeño monedero con 100 euros, para emergencias. El dinero de verdad lo llevaba encima. Sacó el monedero, lo abrió y miró los billetes extrañado.

-¿Qué es esto -ME pregunta en inglés.
-Money. -Le contesto.

A continuación me pregunta que de dónde soy. Le digo que "supein-jin" (español), me pregunta que si me gusta Japón, le digo que sí... en fin, un poco de conversación agradable tras registrarme mientras me ayudaba a doblar la ropa y meterla en la maleta. Ya estaba yo sólo. Los demás pasajeros habian pasado por el control de al lado. Aprovecho y le pregunto como llegar al Hotel Narita. Me indicó donde estaba el tren y me dijo la parada. No, si al final son majos los japos estos.

Me hago el Japan Rail pass en la estación, a la que llego gracias a los dibujitos, lo cual fue un error porque al activarlo ese día por la noche perdía un día de la semana y no duraba hasta el Martes que viene, sino hasta el Lunes, porque sino serian 8 días y no siete. Fue una cagada en la que ahorré una poca mierda. Cojo el tren, tren con pocos japos, hacia Narita. Las paradas eran solo dos. Salía de Narita Airport 2, pasaba por Narita Airport 1 y llegaba a Narita. Ya está. Espero que mi cerebro sea capaz de asimilar tal cantidad de información.

Al salir de la estación me encuentro con japón de bruces. Carteles ininteligibles por todas partes, coches de extrañas formas (tendencias más cuadrángulares, no redondas como aquí), distribuciones muy extrañas del espacio (negocios verticales), y un frio que te cagas. Mi abrigo... Unhappy

Pregunté a una señora de por allí que donde estaba el hotel, pero se hizo la loca en plan "ah, mi no entender letras extranjeras", así que le pedí perdón (sorry no, sorra, que eso es lo que eres) y le pregunté a otro señor. El hotel no tenía pérdida. Estaba jodidamente cerca de la estación y su enorme cartel rojo era el más alto de las inmediaciones. Llegué a recepción, dí mis papeles, rellené otros, me dieron la llave de mi habitación (720) y subí arriba a descargar y a pegarme un duchón.

Dos cosas: era la primera vez en mi vida que tenía un espacio libre de gente sólo para mi en el que no había que currar. Ni perros, no amigos, ni familia, ni curro... ¡El puto paraiso! La habitación era muy decente. Allí hice mis dos primeras fotos. Las vistas del hotel:

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[Imagen: rc595l.jpg]

Me salió algo borrosa. la emoción del momento, supongo. Justo debajo está la estación, pero es la estación de otra compañía distinta a Japan Rail a la que nunca fuí. la mia estaba cerca, pero no justo debajo como esa. La otra cosa que me llamó la atención fue el vater:

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[Imagen: s4na60.jpg]

Parecía R2D2.

Como ya he dicho, tenía la barriga algo suelta, así que me senté en el vater y me dispuse a hacer que Japón no se quedase sin mi materia fecal. Al terminar fui a tirar de la cadena pero tal cosa no existía en este vater futurista. Como veis, está detrás, pero yo no la veía. Me puse a investigar los botones. Al final decidí que la cadena sería ese azul con agua dibujada, pero al pulsarlo:

-¡CHAS!
-¡AaaaAAAaAaAAaahh...! -Chorro de agua fria justo en el cerete. -¡...aaauuu...! -Que se va calentando. -...uuuuuy... -Hasta que termina. -... ... ... Me tengo que comprar uno de estos.

Me pego un duchón, que ya olía a tigre, y me dispongo a bajar a cenar. De camino al hotel había visto un restaurante de ramén que me tenía buena pinta Grin

Pero primero tendría que cambiar el dinero. Obviamente no iba a pagar con euros xD

-Change this.

Esas fueron mis palabras en recepción tras soltar 100 euros encima del mostrador. Ni "plis" ni "onegai" ni "sharandonga". Al señor gafudo que me atendió le costó un poco comprenderme. Pero tras repetir lo mismo tres o cuatro veces me señaló un papel con el cambio actual del hotel y me hizo firmar un papel para hacer saber que estaba conforme. Obviamente me sería más conveniente ir a cambiarlo a una oficina de correos o sacarlo de un cajero, pero no tengo tarjeta de crédito y ponte a buscar tu una oficina de correos en un pais que no conoces a las 23:00 de la noche.

Cambio la pasta. Las monedas me resultaron muy fáciles de "comprender" debido a su similitud a las pesetas. Me dieron morriña de aquella época.

Y ya está ¡A por el ramén! Nunca había comido ramen, ni siquiera instantáneo, así que consideraba esto una experiencia gastronómica única.

Mientras caminaba vi que había un Pub cerca de mi hotel, el cual estaba ubicado arriba de unas escaleras muy estrechas. De él salía buena música. Hice nota mental para visitarlo.

Anduve hasta el bar de Ramen que ví anteriormente... pero ya no me tenía tan buena pinta. No sé... no me gustaba ya, así que caminé un poco más hasta encontrar otro.

Se llamaba "Okinawa Ramen", aunque yo ni me fijé en el nombre. En el pequeño restaurante sólo había tres personas: El cocinero, un señor comiendo y otro más comiendo a la par que hablaba con el cocinero.

Lo primero que me sorprendió de ese y todos los restaurantes que pisé allí fueron las bebidas. Después del ferviente "Irasshaiiii~" tomé asiento e instantáneamente me pusieron por delante un vaso de té frío. Me gustó esegesto de hospitalidad.

Me ofreció el cocinero la carta, la cual estaba entera con fotografias de los platos. Quería algo calentito. Había unos fideos que estaban los fideos por un lado y el caldo por el otro. Me llamó la atención los fideos que iban junto al caldo y me extrañó el porqué en ese estaban separados y, para colmo, era más caro.

El plato de enmedio parecía ser el plato estrella. 700¥ una sopa de fideos y carne de cerdo con su bol de arroz. Llamé la atención al cocinero, el cual estaba enfrascado en su convesación con el señor de antes. El otro hombre ya se había ido, por lo que habiamos sólo tres en el bar. Señalé el plato y dije "koko" (esto). Yo y mi don de lenguas.

Tardó el hombre nada y menos en cocinarme aquello. Cuando me lo pusieron delante olía de puta madre. Y sabía de puta madre. Los restaurantes japoneses en los que había comido anteriormente en España no le hacian justicia a tal delicia. Las verduras eran variedades distintas de las que yo conocía, con lo que tenian sabores distintos. Algunas más dulces, como la cebolla, otras que me sabian mejor, como la remolacha...

Mientras devoraba con ansia viva aquello el cocinero seguía hablando con el señor de la barra. Era la primera vez que escuchaba una conversación en japo por japos, así que pegué el oido a ver si me coscaba de algo.

Entonces, por aluna razón, empecé a sospechar que hablaban de mi. El hombre de la barra, en un momento dado, dijo algo para referirse a mi, una palabra que había oido en los animes, pero que no apunté en mi libreta. Yo reconocí esa palabra al instante y giré la cabeza y lo pillé señalandome con el dedo con la media sonrisa en la cara. Se quedó congelado el hombre. No sé si es que se sintió mal o cohibido que el hombre acerco su asiento al mio y se puso a hablarme en inglés. Hablaba muy bien, me preguntó que de donde era, me dijo, con mucha dificultad, que había visitado la Sagrada familia y la Giralda. Sacó su iPad con su mapa en el que me mostró ambos lugares. Así empezamos a hablar de todo, intentando comunicarnos como bien podiamos, en inglés. Me dijo que le gustó mucho España, y yo le dije que Japón era impresionante.

Me preguntó por la edad en inglés de una forma que yo no entendí. Tuvo que escribir la pregunta, la cual estaba mal formulada, escrita en un papel. Cuando le contesté en Japonés con mi edad le hizo mucha ilusión y pidió una cerveza. Me llenó el vaso y brindamos. Me preguntó que si sabía mucho japonés, le contesté que solo un poco, y empecé a hablarle de mi profesora, mis compañeros de clase y los motivos por los que había empezado a estudiar. El hombre pareció entender todo lo que le decía, pues respondía en consecuencia. Yo estaba flipando de que en esos momentos estuviese en un pais desconocido tomandome una cerveza con un señor que no hablaba mi idioma como si fuésemos amigos de toda la vida.

Al terminar se ofreció a pagarme la cuenta de manera insistente. Le di las gracias en Japonés y se rió. Todo el mundo lo hacía cuando decía "arigatou". Aún no sé porqué xD

Al salir me dijo que "Come with me!" y le seguí. Pensé en preguntarle si este barrio era seguro, pero no sabía como hacerlo. Como si me hubiese leido la mente me dijo "Puedes pasar por aquí todo lo que quieras. Esta zona es muy tranquila". Fuimos calle abajo hasta un bar llamado "Okinawa". Me explicó que él era de Okinawa, y que si yo tenía intenciones en ese viaje de visitarla. Le dije que estaba muy lejos y que me resultaría muy caro hacerlo (es cierto, y eso que era uno de los sitios que quería visitar). Me dijo algo así como "Vas a probar la mejor cerveza de Japón: la cerveza de Okinawa".

Dentro del bar estaban unos señores sentados. En cuanto entró todo el mundo le saludó. Me presentó a los demás. A todos les resultó chocante el pais del que provenia. Pidió una cerveza para él y otra para mi. La suya era tamaño botellín de cerveza. La mia era tamaño florero. La cerveza estaba MUY buena y era suave. No sabía tan amarga como el resto de las cervezas que he probado.

Me presentó a sus amigos. El bar tenía tatami por un lado en el que la gente se sentaba de rodillas y posturas que, por como tengo las rodillas, me eran imposibles de adoptar, así que me limité a quedarme en el borde. Sus amigos me hacian preguntas, las cuales este señor me traducía. Uno de sus amigos iba muy "mamao" ya y nadie supo entnder qué decía. Bromeó el señor con la dueña del bar, pidiéndole que me presentase a la hermana de ella. Hicieron el gesto ese de subir el meñique. La dueña se me quedó mirando como diciendo "pobrecillo, no se está enterando de nada". En realidad sí que lo hacía xD

Hablé con la dueña largo y tendido, pero ya era muy de noche. Este señor me dijo de acompañarme hasta mi hotel, para que no me perdiese. La cerveza de Okinawa es traicionera, y se me subió como gato al arbol. Sin las indicaciones de este señor creo que no hubiese llegado xD

Prometía este señor que daba igual el tiempo que tardase, algún día iré a visitar Okinawa. Me dió las gracias. la conversación derivó en:

-Las mujeres españolas son muy guapas... jeje... -Me dijo.
-¡En Japón las mujeres son tambien muy guapas! -Le dije.
-Si, si... mira. -Señala a una tía buena que esperaba a alguien en la otra acera. Reimos.

Me dijo otra cosa más que no entendí. Llegamos al hotel. Le dije "domo arigatou gozaimasu" y estreché su mano fuertemente. Él me sorprendió dándome las gracias en español. Nos despedimos. Qué hombre tan majo.

Y esa fue mi primera impresión de Japón. Mujeres hermosas, comida excelente, edificios bonitos, gente maja y cerveza tracionera.

Ahora a dormir la mona.

Martes: Día 2

Por lo que he escrito en la libreta... no, por COMO lo he escrito se nota que la cerveza Okiwanense hizo estragos en mí aquella noche, pero yo le echo la culpa al Jet Lag. A las dos y media de la madrugada me levanté sin poder quedarme dormido más, deshidratado perdido. Suerte que en el pasillo del hotel hay una máquina expendedora de la que pude sacar agua. Y suerte que en la pegatina ponía "natural mineral water", que si no no saco agua de allí ni con tuneladora.

Intenté quedarme dormido después de narrarlo en mi libreta. No pude. En un momento de la noche me quiso parecer que la habitación entera se movía. Joder con la cerveza. Dormir sólo sin que nada ni nadie te moleste mola un puñado. A las cinco me levanto de nuevo y comienzo a planear mi viaje. el primer destino sería el que me había indicado la señora del bar el día antes: Narita-san.

Al parecer el templo estaba a cinco minutos andando.

Ya sabía en qué dirección andar y qué calles tomar, así que lleno mi mochila de cosas (cámara, libreta, guía FAP, etc...) y me dispongo a irme.

Ni desayuné ni nada. Me sentía lleno, así que salí a la calle y comencé a caminar.

Me esperaba otra cosa de Narita-san. Un templo random en mitad de la calle con un buda o algo así en medio. Cuatro palos viejosa los que sacarle una foto y volverme. En vez de eso me encontré con un parque INMENSO lleno de pequeños pasillos y senderos, empedrados y sin empedrar, que llevaban a todo tipo de sitios llenos de árboles y edificaciones. Cada uno de esos senderos me llevaba a un sitio distinto más molón que el anterior. Hice varias fotos del sitio en el que había de edificacioens así:

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[Imagen: 3151w02.jpg]

Hasta paisajes así:

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[Imagen: 59zrbk.jpg]

Incluso hice un pequeño video y todo:

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Perdonad la calidad mierdosa. Le he aplicado un filtro de esos de Youtube porque en el original no para de moverse la imagen porque no me preocupé de ir enfocandobien, sino que yo iba mirándolo todo con la cámara en las manos.

Aquel templo molaba. Me ponia de buen humor. Al entrar empecé a escuchar unas campanadas, como de un gong de esos. Fui a investigar y ver como tañian aquello, pero al llegar ya no había nadie. Era una especie de farolillo chino gigantesco y metálico que se tañía con un tronco horizontal puesto a un lado suspendido en el aire con cuerdas.

Pero el hecho es que apenas se veía a nadie, y los que veía se notaba que eran trabajadores del parque en plan voluntarios o algo. Muchos iban dando las gracias a cosas que yo no sabía que eran y casi todos iban corriendo. Una muchacha me hizo especial gracia porque iba corriendo, se paró de repente muy cerca de mi, y empezó a gritar algo que no entendí. Me quedé todo rallado sin saber porqué me gritaba, mirándola allí parada, aunque ella no me miraba, y mientras ella no perdía el ritmo de pies y gritaba. Se agachó y soltó una especie de pienso en el suelo y de entre los arbustos apareció un gato. Lo estaba llamando xDDDD

En los estanques había peces cuya especie desconozco grandes como piernas. Los senderos no estaban claramente marcados o delimitados como aquí. Allí era en plan "si te quieres meter por este sendero de piedras, te caes y te matas pues TE JODES". Me moló eso :3

Terminé mi primera visita a Narita-san con buen sabor de boca. Llegué al final y empecé ver a los niños que iban al colegio, con sus gorritas y mochilas amarillas, jugando y haciendo el gamberro. Allí la calle que bajaba al templo no tenía aceras, sólo una linea pintada a los bordes, pero los niños ya sabian cuanto se podian acercar o alejar de dicha linea para evitar a los coches que bajaban a toda ostia la cuesta. Me resultaron más espabilados que aquí. Y así volví a mi punto de partida.

Ahora tocaba ir a mi segundo destino del día: La torre de Tokyo.

Voy a la misma estación que me había servido para ir al hotel a cojer mi tren hasta la Torre de Tokyo. En Tokyo. A Tokyo. Y espero haber remarcado bien Tokyo para dar a entender que yo quería ir allí, no a ningún otro sitio. Pero no fue así.

En mi vida sólo había montado unas pocas veces en metro y fue en 2012 en el Salón del Manga de Barcelona. Málaga carece de tales tecnologias (bueno, ya no), así que yo no sabía prácticamente nada de aquello, exceptuando que tenia que enseñar el JRP a los guardias para pasar sin pagar. Miré en los carteles de las lineas, los cuales tienen señalados la siguiente parada y la estación término. Yo no sabía esto, pero en uno de ellos ponía "Tokyo", así que me puse a esperar a que llegase. Era curioso ver como la gente prácticamente hacia vida mientras esperabas. Había en la linea de enfrente unos señores vestidos para currar (impecablemente trajeados, porque allí todo el mundo va de esa guisa al trabajo) reunidos alrededor de una máquina expendero desayunando sandwiches y bebidas calientes. Podía ver el vaho salir de sus botellas. Había descubierto los placeres de las máquinas expendedoras japonesas.

Los ojos me hicieron chirivitas cuando una mozuela en el andén de enfrete empezó a ponerse bien un zapato y se vio todo lo que se tenía que ver bajo la falda, y es que llevaba ya una semana con retención de líquidos y cualquier cosa me llamaba la atención.

Mucha gente se me quedaba mirando de forma extraña. Aún así pude ver que no llamaba demasiado la atención al ser moreno y de estatura media. Creo que llamaba la atención más por la mochila, porque allí veias a alguien con mochila a un kilómetro y podias asegurar sin verle la cara que era un guiri con un 99% de probabilidades de acertar.

Llega el tren. Me subo. Hay que ir atentos a las paradas. Una voz grabada anuncia las paradas, pero yo no la entendía. Hasta que averigué que "mamonaku" quería decir "próxima parada" me pasaron unas cuantas cosas xD

La voz diría algo así como "tren hasta Tokyo, próxima parada estación X", pero no entendía nada. Sólo escuchaba "Tokyo" por todas partes. En la guia FAP venia un mapa con las paradas... ¡Pero no lo sabía! En el tren había un cartel con las paradas... ¡PERO NO LO SABÍA! Y tambien un letrero electrónico que anunciaba la próxima parada ¡PERO SOY GILIPOLLAS!

Al cabo de casi una hora, la voz del tren repitió "Tokyo" más veces de lo normal. Pensé que aquello era Tokyo y me bajé.

Entonces me dije "si esto es Tokyo, entonces la torre deberá verse a simple vista"... ¡Y así era! Allí estaba a lo lejos la torre de Tokyo, la cual jamás había visto ni siquiera en fotos.

-Parece muy distinta de la de Detroit Metal City. Y más bajita. Bah, estos animes...

Tambien parecía estar muy cerca.

-Me planto allí en cinco minutos y me vuelvo.

Así que empecé a andar... y a andar... y venga a andar... y dale que dale...

Aproximadamente hora y media después llego a... ¡La Torre de Tokyo! Que no es que fuese pequeña, es que estaba a tomar por culo la jodia, y el aire allí está muy limpio y no se calcula bien la profundidad.

Sin embargo me temo que he llegado por la parte de atrás. Un señor con aspecto de trabajar en el mantenimiento de la torre esta subiendo por unas escaleras, en busca de lo que parece ser una puerta de servicio.

Le pregunto:

-Hi! This is the Tokyo Tower?
-No.
-...

¿¡Entonces qué coño es estooooooooo!?

-This is the Skytree Tower. -Me contesta.

Bueno, pues ya que estamos aquí... entraremos.

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[Imagen: 20f5kqv.jpg]

En la entrada hay una señora con un cartel muy grande. Repite una frase una y otra vez indicando una direccióna la gente ¿Y dónde va Vicente? Exacto. Pero Cucu no.

Ando en dirección contraria esperando encontrar una taquilla. No la hay. Me vuelvo y le pregunto a la señora que:

-Where is the ticket? -Lo siento, mi nivel no dá pa más.

Pero la señora sabía a lo que me refiero y señala a dónde estaba señalando antes de que yo llegase. Sigo la marabunta. La gigantesca cola es para comprar las entradas. Mother of god.

Allí en la cola una señora quitó si querer un separador de esos que son como postes que tienen una cinta que se une al poste contiguo para separar y hacer pasillos. Le dió con el brazo y la cinta se recojió, haciendo mucho estruendo. Un empleado muy diligente fue a la velocidad del rayo a reparar esto. La señora me echó la culpa a mi. Al "gaijin".

La otra mujer que iba a su lado reaccionó en plan de "¿En serio? Qué poca verguenza el gaijin" y se pusieron, supongo, que a ponerme verde creyendo que no me coscaba. Oí "baka" un par de veces y "gaijin" unas cuantas más. Luego me vengué aprovechando mi altura para sacudirle un cosco a la señora haciendo como el que está guardando algo en la mochila. Jódase señora. Bueno, en realidad fue sin querer, pero que se joda igualmente.

Tras comprar mi billete se nos dirigió a un enorme ascensor en el que la gente subía como de veinte en veinte. Arriba, en donde normalmente se muestra las plantas del piso en el que el ascensor está, se nos muestra los metros. Me quedé un poco "pallá" al ver los 300 metros desde los que descendía. Miré el papel que me habian dado. El punto más alto de visita estaba a 450 metros de altura. Cáguese y deféquese.

De repente a mi nariz acudió un intenso olor a algo que me recordó mucho a mis perros: heces. Olor a mierda pura y dura, de esa tan intensa que hace que se te salten las lágrimas y se te descascarille la piel. Bueno, quizás he exagerado un poco, pero esa es la sensación que tenía. Empecé a buscar la fuente de tal pestilencia. Sin mucho esfuerzo encontré a un gordo con un diámetro tal que creí que en el otro lado iba a estar Miley Cyrus montada cantando "Wrecking Ball". Bauticé a este orondo y apestoso señor como "Putogordo-san".

-Juasssss, al que le toque montarse con ese gordo las va a pasar canutas en el ascensor.

A la gente le preguntaban que cuantos eran, supongo que para no separar familias. Me preguntaron, alcé mi dedo indice y dije "wan" y me metieron. En el ascensor cabía más gente, pero todos los grupos que venian detrás mia eran muy numerosos. Así fueron saltando hasta llegar a putogordo-san, el cual dijo que venia solo. Putogordo-san no solo era gordo y apestoso, tambien era alto, por lo que su repugnante ano quedó a muy pocos centímetros de mi cara cuando lo pusieron delante mia.

-Como este se tire un peo me va a dejar un agujero en el pecho que van a poder diagnosticarme las bronquitis desde Cuenca.

Para colmo detrás mia estaba la señora de antes.

Primera planta. Un pasillo circular lleno de ventanales con gente vendiendo cosas y haciendo publicidad. Las vistas eran cojonudas. Casi Google Earth. Y desde allí:

-¡Anda, mírala!

Una familia de guiris le señalaban e indicaban a su hijo la Torre de Tokyo. Al verla supe que sería aquella, pues me dijeron que se parecía a la torre Eiffel.

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[Imagen: 2e66jx5.jpg]

Gracias a esto pude ubicarme. Como había venido en linea recta desde la estación en la que me había bajado pude olerme un poco dóndeestaba aproximadamente la Torre, en qué dirección y dónde estaba yo.

Pero esta planta estaba "sólo" a 300 metros de altura. Si querias podias pagar un poco más para subir hasta arriba del todo o bajarte. Pensé en bajarme pero al final dije "bah, que coño. Seguro que luego me arrepiento", así que para arriba.

Esto ya no parecía Google Earth... era Google Earth:

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[Imagen: ekqrg8.jpg]

Allá donde iba me encontraba con la señora del cosco, pero al subir a este piso me la había quitado de encima.

Entonces miré abajo y vi a un señor en una plataforma exterior.

-¡Ah, voy a echarle un foto!

Aumento zoom al tope y me encuentro con que este señor... es una mujer. Y no me saluda, está evaluando la estructura.

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[Imagen: 316nev9.jpg]

El que empezase a sacar cacharros de medición y otras cosas que me eran desconocidas no me inspiró mucha confianza.

Cuando me harté de estar allí cojí el ascensor para bajar. Putogordo-san tuvo la misma idea.

-Como este se pegue un peo va a haber que identificar a esa señora por el DNI.

Satisfecho con la visita empecé a andar de vuelta a la estación donde me había bajado antes. Esta vez fui algo más deprisa, supongo que por saber por donde iba.

Ahora a mi siguiente destino... ¡Akihabara! tenía planes especiales para la Torre de Tokyo... jur, jur...

La estación de Tokyo es tan grande como mi pueblo. Literalmente. Aquello es enorme. Hay salidas de la estación a pie que dan a tomar por culo del edificio de la estación. Era muy facil perderse si te salias de los caminos marcados y SIEMPRE había estudiantes de excursión. SIEMPRE.

Le suelto un "Ai gou tu Akihabara" al tio de la barrera de turno. En la estación de Tokyo hay tres tipos de empleados: los eficientes, los muy eficientes y los subnormales. A veces, cuando preguntabas por una línea, el eficiente solía decirte que línea debias cojer, el muy eficiente además te daba un mapa, y el subnormal te decía dos líneas.

Sí, dos. porque allí muchas lineas son de circuito cerrado. Dan la vuelta. Una línea va en una dirección (línea N) y la otra en la contraria (línea N±1). El problema de que te den las dos es que en una había como cuatro paradas hasta Akihabara y en la otra como chorrocientasmil. Obviamente no supe interpretar esto en los mapas de la estación cuando el señor me dijo que los mirase.

Después de muchas cavilaciones y muchos "excuse me" a los empleados de la estación me monté milagrosamente en la línea correcta.

Llegar a Akihabara me resultó un puto infierno. Me bajé en la parada correcta, sin embargo no era el andén correcto. Veía Akihabara desde la barra del andén. "¡Quiero llegar allí!" Pensaba. "¿A que salto y me tiro?". En serio, estuve un rato sopesándolo.

Decidí "dar la vuelta". Como no se puede cruzar la via a pie (ni pensaba hacerlo), decidí que lo mejor era montar en el tren que iba en una dirección y bajarme cuando cojiese el que venía en la otra, así estaría en el andén de las escaleras que bajaban a Akiba.

Me pasé de estación, me equivoqué de tren... me pasó de todo. Al final acabé en el mismo andén que antes, solo que una hora después. Al andar un poquito descubrí unas escalerras ninja-troll que bajaban. Ya está. Lo había conseguido. Y sólo me había hecho falta como una hora. Me siento macho.

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[Imagen: 2hy8i8z.jpg]

Anduve por aquellas calles rebosantes de frikismo. Ví cosas que no creí que en la vida podría ver: Merchandaising a punta de pala, tiendas que vendian sólo cables. SÓLO CABLES. Ver a los frikis de los cables peleándose en aquella maraña de HDMIs, adaptadores y cargadores fue todo un espectáculo. Mi primera compra fue un cargador USB para la 3DS. Dos euros. Felicidad. Ví tiendas en las que se vendian paneles solares, los cuales estaban puestos en la calle como el que vende fruta fresca. La gente se los llevaba a puñaos. Era como estar en el S.XXI... un momento, si ya estamos en el S.XXI, es España la que está en el XIX.

Había una tienda de mercha a la que entré a echar un vistazo. Compré algo para mi hermana de Shingeki no Kyojin y empecé a subir. Allí, como ya he dicho, los negocios son verticales. Las tiendas son muy estrechas y profundas, y por encima tienen muchas más plantas. Unas escaleras mecánicas para una sola persona te conducian a los pisos superiores. Conforme subía me iba encontrando cosas de distinta temática. A partir de la 3ra la cosa empezó a degradar. A cada piso las cosas que me encontraba tenian menos ropa y eran más perturbadoras... hasta llegar al último piso. Era una especie de... no sé como describirlo. Una decoración infantil de tonos pastel lo inundaba todo, así como una extraña música cantada por niños que me ponía los vellos de punta. No me atreví a mirar a los estantes, simplemente cojí la escalera que bajaba.

Al intenta pagar en la caja me desnorté un poco y quise salir por la escalera de servicio que daba a la calle. En serio, estos japoneses son demasiado confiados. Lo único que me separaba de la calle era un cartel amarillo similar a los de "suelo mojado". Podría haberles robado media tienda y haber salido por aquí tan ancho, pero soy buena gente y no quería problemas. Me volví y pagué mis cosas. Al salir a la calle me encontré estampas como esta:

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[Imagen: 24w7b78.jpg]

Busca las maids.

Tras todo esto decidí que aquello era demasiado grande para abarcarlo en un sólo día. Quise dedicarle un día entero para poder verlo todo. Además, sería mejor para mi y para mi bolsillo ver esto con menos dinero en las manos.

Encontré las máquinas de los "gashapon" esos. Había prometido traerle una a Chachibukai, el cual la disfruta ahora en su casa. Saqué dos, una para él y otra para mi. La suerte quiso que me saliese Mikasa <3 Luego salió el rubio ese que tanto me la pela. Bueno, al menos había cumplido con Chachi.

Busqué un sitio decente donde comer. El cartel de una Maid Cafe me llamó la atención:

[Imagen: 2zghfgp.jpg]

-¡Plop!
-¡Ah, el avatar de Yumichan!
-Vamos, Cucu, entra... sabes que quieres...
-¡Plop!
-¡Ah, la representación de mi moralidad en forma de Velocirraptor cyborg con un aro de divinidad en la cabeza!
-No, Cucu, tu eres demasiado tímido y estas chicas no saben inglés.
-No le hagas caso, Cucu... entra... es muy barato.
-¡Una mierda! ¿Has visto esos precios? Seguro que la mayoría de platos contienen bebé sano.
-¡Pero las chavalas son monerrimas pyun~!
-¡Mis pelotas son monérrimas!
-¡Fenece, Raptor! ¡Ataque patada en los cojones con tirabuzón asimétrico!
-¡Desnace, Yumichan! ¡Kamehameha con el pie en la boca del estómago!

Al final comí en un restaurante de "comida rápida". Más bien era una franquicia de restaurantes famosa, pues ya había visto muchos en Japón. Comí sin más y me fui.

Mientras me iba noté que mi botella de agua llevaba vacía desde hace rato y fui a reponer en una máquina expendedora, pero nadie nace enseñado y pulsé el botón que no era. En vez de agua apareció en su lugar una bebida caliente de color anaranjado que olía a culo.

-Quien sabe... ¡A lo mejor sabe bien!

Y, efectivamente sabía... a culo.

Ahora al último destino del día... ¡La torre de Tokyo!

Largas caminatas, una pequeña resaca del día anterior, y el haber dormido poco. Todo eso me pedía que me volviese al hotel ya, pero no podía hasta que no llegase a la otra torre.

Pregunté a los señores de la estación, los cuales me dieron confusas instrucciones sobre a donde dirigirme. Me señalaban salidas de la estación y lineas. No comprendía ni papa. Me limité a decir "ajam, ajam" y dirigirme a lo que intuí que quería indicarme como el camino a seguir.

En la calle me perdí. Comencé a dar vueltas sin saber muy bien a donde me dirigía. Encontré un pequeño puesto de policía de esos que salen en los animes, que sólo tienen un policía. Allí me indicaron "seguir dirección a la comisaría". Encontré la comisaria y allí pregunté a un señor que estaba fumándose un cigarro en la puerta. El señor me sacó un mapa plastificado, paró a uno de sus compañeros que salía, a otro que entraba y en cinco minutos tenía a cuatro o cinco policias indicándome el camino, cada uno por su lado y como podía. Una señora que pasaba por allí con la compra me miró de manera rara. Supongo que ver a un gaijin rodeado de policias no debe causar muy buena impresión.

Continuará...
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Las Crónicas de CucuFaiter: El tocho de Japón (2da parte) - por CucuFaiter - 01-04-2015, 05:58 PM

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