10-14-2015, 05:45 PM
Bueno, pues os resumo un poco: después de hablar con el dueño ha accedido a devolverme algo de la fianza. No sé por qué, pero venía de buen nhumor. Quizás tuvo un buen día en el trabajo y no tuvo problema en devolverme 150 de los 250 euros. Eso o en la gestoría le dijeron "devuelvele algo que si no es tío este hace que no vuelvas a alquilar aquello en la vida".
Éramos dos buscadores de pisos inicialmente y llegamos a cuatro. A la tía que buscó ese piso le he pedido su parte de la fianza arrebatada y se ha hecho la loca... así que me lo he cobrado en especias.
Toda la comida que se había dejado en el piso en su huida (incluidas las cosas de baño) han sido expropiadas por mi persona para intentar cubrir esos 33,33 periodo euros que me debe.
Tengo otro piso en el punto de mira. Me estoy dando cuenta de que en la Linea hay menos gente chunga que en San Roque, así que mi ilusión sería encontrar algo allí, pero va a ser que no lo voy a encontrar en la vida, así que me jodo.
Y después de dos días horribles he llegado a mi casa (por tercera vez hoy, que llevo 600 kilómetros), me he hecho un vaso de leche calentita, me he puesto por delante un par de magdalenas y hale, a relajarme.
Ahora a viciarme. No quiero saber nada de nadie hasta mañana.
Éramos dos buscadores de pisos inicialmente y llegamos a cuatro. A la tía que buscó ese piso le he pedido su parte de la fianza arrebatada y se ha hecho la loca... así que me lo he cobrado en especias.
Toda la comida que se había dejado en el piso en su huida (incluidas las cosas de baño) han sido expropiadas por mi persona para intentar cubrir esos 33,33 periodo euros que me debe.
Tengo otro piso en el punto de mira. Me estoy dando cuenta de que en la Linea hay menos gente chunga que en San Roque, así que mi ilusión sería encontrar algo allí, pero va a ser que no lo voy a encontrar en la vida, así que me jodo.
Y después de dos días horribles he llegado a mi casa (por tercera vez hoy, que llevo 600 kilómetros), me he hecho un vaso de leche calentita, me he puesto por delante un par de magdalenas y hale, a relajarme.
Ahora a viciarme. No quiero saber nada de nadie hasta mañana.