10-07-2012, 12:06 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 10-07-2012, 12:08 PM por Krash93.)
ANLIUM, pero ayer al mediodía tuvimos que salir todo el bloque de pisos a la calle porque olía a gas. Es la quinta vez este año, y como siempre, venía de la chabola que tenemos justo al lado en la que viven como 10 o 12 gitanos (que deben ser campeones de tetris, porque no hay espacio físico suficiente para que vivan más de 3, pero son gitanos al fin y al cabo), y de la que, la vez anterior, los bomberos sacaron 13 bombonas de butano. Cuando vinieron los bomberos, dijeron que no era gas y lo comprobaron con el aparatito (que no sé como se llama). En efecto, no era gas.
Media hora después de que entrásemos en nuestras casas, uno de los bomberos notó que el suelo quemaba justo delante de la chabola y justo después nos fallaba la luz. Después de cortarla empezaron a agujerear el suelo y descubrieron una fuga de agua. La cortaron justo cuando iba a aclarar los platos de la comida. Allí se quedaron hasta las ocho de la tarde, aún con jabón.
Cuando volví de visitar a mis abuelos, estaba prácticamente todo el barrio contemplando las obras. Un negro que cavaba sin parar (literalmente, estuvo como 2 horas sin parar, contando desde que llegué; empezó antes), un sudamericano vaciando las carretillas en los sacos y tres españoles con las manos en los bolsillos. Reabrieron la suministración del agua a eso de las 20h y pude acabar de fregar los platos. Eso sí, con una vela iluminando la cocina. Luego sacaron un colector carbonizado.
La espectación de las obras siguió con el empalme de los cables de la luz. La gente no sabía qué hacer si no tenían luz en casa. Reconozco que yo tampoco. Prefería no joderme la vista más de lo que la tengo leyendo a la luz de una vela, así que después de sacar a la perra, me uní a la observación. No paraban de llegar padres con sus hijos quejándose o preguntando cuánto tiempo seguirían sin luz hasta bien entradas las once de la noche. "¿Por qué no acuestan a los niños?" pensé. A las once y media volvió la luz y el gentío desapareció de repente.
En fin, que podría escribir mi opinión sobre cómo a la sociedad nos asustan las cosas que requieren un mínimo esfuerzo ahora que tenemos tantas comodidades gracias a la electricidad, pero me da pereza.
Media hora después de que entrásemos en nuestras casas, uno de los bomberos notó que el suelo quemaba justo delante de la chabola y justo después nos fallaba la luz. Después de cortarla empezaron a agujerear el suelo y descubrieron una fuga de agua. La cortaron justo cuando iba a aclarar los platos de la comida. Allí se quedaron hasta las ocho de la tarde, aún con jabón.
Cuando volví de visitar a mis abuelos, estaba prácticamente todo el barrio contemplando las obras. Un negro que cavaba sin parar (literalmente, estuvo como 2 horas sin parar, contando desde que llegué; empezó antes), un sudamericano vaciando las carretillas en los sacos y tres españoles con las manos en los bolsillos. Reabrieron la suministración del agua a eso de las 20h y pude acabar de fregar los platos. Eso sí, con una vela iluminando la cocina. Luego sacaron un colector carbonizado.
La espectación de las obras siguió con el empalme de los cables de la luz. La gente no sabía qué hacer si no tenían luz en casa. Reconozco que yo tampoco. Prefería no joderme la vista más de lo que la tengo leyendo a la luz de una vela, así que después de sacar a la perra, me uní a la observación. No paraban de llegar padres con sus hijos quejándose o preguntando cuánto tiempo seguirían sin luz hasta bien entradas las once de la noche. "¿Por qué no acuestan a los niños?" pensé. A las once y media volvió la luz y el gentío desapareció de repente.
En fin, que podría escribir mi opinión sobre cómo a la sociedad nos asustan las cosas que requieren un mínimo esfuerzo ahora que tenemos tantas comodidades gracias a la electricidad, pero me da pereza.
Spoiler: mostrar