07-30-2008, 11:08 AM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 07-30-2008, 11:09 AM por -rh-.)
Estaba dando vueltas por la internés, más que nada para no tener que ponerme a trabajar. Ya son las 6:45, comienza a amanecer y, como es invierno, hace un frÃo de la puta madre. Lo cual significa que me pasé la noche en vela y productivamente hablando no valió de nada. Pero no importa, y ésta es la razón:
Resulta que hace un rato caà en un artÃculo de Gamepro.com sobre los 52 videojuegos más importantes de la historia. Por importantes entiéndase influyentes en un sentido tecnológico/logÃstico, no mejores o más queridos o más vendidos o cualquier otra cosa.
Dejo el link ahÃ, y digo de antemano que muchas elecciones del ranking no las comparto (por ejemplo, y demostrando claramente que no son capaces de ver más allá del mercado estadounidense, ponen la franquicia Madden de fútbol americano en segundo lugar).
La cosa es que, claro, me parece interesante compartir el ranking con vosotros y tal, pero posteo esto por otra razón. Mientras leÃa el ranking, por la radio comenzó a sonar One, de U2, mi canción favorita de esa banda (y una de las pocas que me gustan, porque lo cierto es que U2 hace años que me da bastante asco). Esa canción es de 1991 y sonó durante todo 1992 y parte del 93. Lo sé porque me hizo recordar esos años: el 91, cuando aún vivÃa en España y jugaba en el Master System que mi padre, increÃblemente, se ganó en un McDonalds, o en la MegaDrive de un amigo; el 92, cuando apareció la Super Nintendo y el mundo se puso patas pa arriba (recuerdo que me compré la Hobby Consolas de diciembre de ese año, era un especial de más de quinientas páginas e incluÃa un video sobre la Super Nintento y los juegos que se venÃan); y el 93, cuando ya nos habÃamos vuelto a Chile, y pasaba las tardes jugando Street Fighter II o Super Mario World con mi primo, un dÃa en su Super Nintendo, otro dÃa en la mÃa, hasta que nos llamaban a merendar.
Justo mientras escuchaba esa canción y recordaba todo eso, leà la entrada en el ranking correspondiente al Street Fighter II. Y me puse a pensar que ya han pasado más de quince años desde entonces, que casi tengo treinta años y he visto cómo han evolucionado las consolas desde que aparecieron en el mercado (o, al menos, desde los tiempos del Atari 2600), que asistà a momentos en la historia que la mayorÃa de las personas considera intrascendentes pero que cualquier aficionado a los videojuegos más o menos de mi edad recordará entrañablemente; que, como muchos otros dicen, los videojuegos ya no son lo que eran, aunque eso no signifique necesariamente que todos los juegos actuales sean una mierda; y que los videojuegos están mucho más insertos en mi vida y mis recuerdos de lo que yo mismo imaginaba, lo que sÃ, me hace un nerd, pero no, no me molesta en lo más mÃnimo.
No saben lo que darÃa en este momento por jugar al Alex Kidd in Miracle World en mi vieja Master System. Lamentablemente, se quedó en España, junto con mi colección completa del cómic de los Transformers (otro dÃa hablaré de esa herida profunda en mi corazón), mi atlas del mundo El PaÃs-Aguilar (lol), un montón de libros y los amigos de los que nunca volvà a saber.
Después de este momento de nostalgia, supongo que no me quedará más remedio que tomarme una buena taza de café cargado y ponerme a trabajar de una puta vez. Aunque siempre me queda echar a andar el emulador de Master System...
p.d.- 100 post FTW. Aunque haya salido algo emo.
Resulta que hace un rato caà en un artÃculo de Gamepro.com sobre los 52 videojuegos más importantes de la historia. Por importantes entiéndase influyentes en un sentido tecnológico/logÃstico, no mejores o más queridos o más vendidos o cualquier otra cosa.
Dejo el link ahÃ, y digo de antemano que muchas elecciones del ranking no las comparto (por ejemplo, y demostrando claramente que no son capaces de ver más allá del mercado estadounidense, ponen la franquicia Madden de fútbol americano en segundo lugar).
La cosa es que, claro, me parece interesante compartir el ranking con vosotros y tal, pero posteo esto por otra razón. Mientras leÃa el ranking, por la radio comenzó a sonar One, de U2, mi canción favorita de esa banda (y una de las pocas que me gustan, porque lo cierto es que U2 hace años que me da bastante asco). Esa canción es de 1991 y sonó durante todo 1992 y parte del 93. Lo sé porque me hizo recordar esos años: el 91, cuando aún vivÃa en España y jugaba en el Master System que mi padre, increÃblemente, se ganó en un McDonalds, o en la MegaDrive de un amigo; el 92, cuando apareció la Super Nintendo y el mundo se puso patas pa arriba (recuerdo que me compré la Hobby Consolas de diciembre de ese año, era un especial de más de quinientas páginas e incluÃa un video sobre la Super Nintento y los juegos que se venÃan); y el 93, cuando ya nos habÃamos vuelto a Chile, y pasaba las tardes jugando Street Fighter II o Super Mario World con mi primo, un dÃa en su Super Nintendo, otro dÃa en la mÃa, hasta que nos llamaban a merendar.
Justo mientras escuchaba esa canción y recordaba todo eso, leà la entrada en el ranking correspondiente al Street Fighter II. Y me puse a pensar que ya han pasado más de quince años desde entonces, que casi tengo treinta años y he visto cómo han evolucionado las consolas desde que aparecieron en el mercado (o, al menos, desde los tiempos del Atari 2600), que asistà a momentos en la historia que la mayorÃa de las personas considera intrascendentes pero que cualquier aficionado a los videojuegos más o menos de mi edad recordará entrañablemente; que, como muchos otros dicen, los videojuegos ya no son lo que eran, aunque eso no signifique necesariamente que todos los juegos actuales sean una mierda; y que los videojuegos están mucho más insertos en mi vida y mis recuerdos de lo que yo mismo imaginaba, lo que sÃ, me hace un nerd, pero no, no me molesta en lo más mÃnimo.
No saben lo que darÃa en este momento por jugar al Alex Kidd in Miracle World en mi vieja Master System. Lamentablemente, se quedó en España, junto con mi colección completa del cómic de los Transformers (otro dÃa hablaré de esa herida profunda en mi corazón), mi atlas del mundo El PaÃs-Aguilar (lol), un montón de libros y los amigos de los que nunca volvà a saber.
Después de este momento de nostalgia, supongo que no me quedará más remedio que tomarme una buena taza de café cargado y ponerme a trabajar de una puta vez. Aunque siempre me queda echar a andar el emulador de Master System...
p.d.- 100 post FTW. Aunque haya salido algo emo.