A nadie le importa una mierda, pero... v10

[CucuFaiter]

ANLIUM pero soy el puto pupas.

En esta semana me han mordido, me he jodido las piernas, me han dado un porrazo en la sien que casi me deja seco y me he dado un taramazo en un ojo.

Lo primero a primeros de semana, el Lunes, para empezar bien. El taramazo que me metí en el ojo con una tarama de olivo (que son de lo peor que te puede entrar en el ojo, porque el pòlvillo que tiene la hoja escuece como la maldita cicuta) me dejó con el ojo rojo tres dias. Lo mejor de todo es que por las mañanas en ese ojo tenia una cantidad de legañas tal que no podía ni abrirlo.

Lo segundo (el Martes) el golpe en la sien, con un carro del mercado que al bajar el bordillo de la acera bajó una rueda antes que otra, con lo que el carro se movío de derecha a izquierda. Mi cabeza enmedio de los dos hierros porque iba sosteniendo cajas. Sonó CLONC! y luego la inteligente frase de "me parece que t'ha dao".

La tercera han sido las piernas. El jueves por alguna extraña razón que ahora no alcanzo a comprender me entró la nostalgia. Recordé los tiempos en los que corría cual correcaminos e iba todos lados en bici o corriendo, con lo que desarrollé una velocidad bastante buena y una resistencia notable. Entonces me dije "venga... vamos a correr al tope, como lo hacía antes, a ver que tal corro". Apenas empezaba sentí los muslos desgarrarse como si me fuesen puesto la zancadilla con una motosierra. Todavía me duelen, y a la mañana siguiente no podía ni levantarme.

Y la cuarta y peor, la mordedura de perro. Allí en mi campo hay un cabrónvecino al que le gusta la caza. Tiene unos ocho perros (según épocas, tiene mas o menos, pues los va matando y renovando con las crias de las hembras o vendiondo éstas o sus crias) en casetas de chapa pegando a la alambrada que no tendrán 80cm3 (pues un 1mx1mx1m no tienen ni hartas de vino) de capacidad, alimentados con recortes de cerdo (como trozos de piel o huesos) y con menos vacunas puestas que una piedra.

El caso es que estaban allí y uno de ellos ladraba mucho, lo cual me extrañaba porque digamos que "ya me conocen" y al verme me ladran pero al rato se callan.

Una vez ya se la lié al vecino porque le había reventado una goma cuya agua estaba bañando una camada de cachorros. Solo estaba allí la mujer, la cual no se si es peor o igual que el marido, a la que se la sudó el coño todo lo que le estaba diciendo y dejó aquella agua cayendo. "Ya lo arreglará mi marido" decía mientras seguía regando p`lantas, pues no quería parar para poner un puto grifo que le hacía falta a aquello. Se le murieron de los seis perritos cuatro.

Pues como decía, uno de ellos ladraba mucho y me acerqué a ver que ocurría. Quizás ladraba por algún otro motivo. El caso es que me acerqué y ví al otro lado de la alambrada un perro desconocido para mi. Me llamó la atención y le dije "¿porqué ladras, perrillo?" mientras acercaba mi mano a la alambrada. Para mi sorpresa, el perro tenía un hocico fino y rápido que entró fugazmente a través de uno de los agujeros y mordió mi dedo índice, llevándose un buen trozo de la punta.

Y aquí lo tengo, que parece que tengo un crater. Al menos no me molesta para coger el ratón, aunque sí para escribir en el teclado. La herida ya se ha secado un poco, muestra de que el perro no me ha pegado ninguna infección ni nada, lo cual me deja mas tranquilo.

Pero que si salgo vivo de esta semana va a ser por los pelos. Solo falta que entre un obús por la ventana de mi cuarto.

CucuFaiter oye un extraño silbido...

¡¡¡OMAIGAAAAAAAAAAAAAAAAAAA...!!!