10-02-2013, 02:51 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 10-02-2013, 02:54 PM por Naizoral.)
¿Os acordáis de que hace un tiempo salió el tema de las cucarachas? Yo dije que no había visto ninguna nunca.
El caso es que este año me he ido a estudiar a otra ciudad otra carrera porque elegí con el culo hace dos años y no me gustaba nada de nada lo que hacía ni me veía satisfecho en lo más mínimo en el futuro. Adiós, Medicina; hola, "Teleco" (cierto grado que reúne las ramas técnicas y en tercero te da a elegir una de ellas). Tengo miedo porque llevo dos años sin tocar Matemáticas ni Física y no di Electrotecnia en bachillerato. Va a haber que ponerse las pilas a lo bestia.
Pero bueno, a lo que iba es a que ahora estoy en una residencia, fuera de mi querido y pulcro hogar. Esta mañana iba yo tan feliz a desayunar: cogí una bandeja, cogí una magdalena, cogí un vaso y le eché zumo, fui a coger una taza para echarle leche... DIOS. Viva y coleando, en una de las tazas, una cucaracha salvaje apareció. ¿Por qué en una taza? ¿No podría haber visto mi primera cucaracha correteando por el suelo sin más? No tenía del todo claro el aspecto de una cucaracha (no soy fiel seguidor de los programas de teletienda que te venden aparatos eléctricos que hacen huir a todo tipo de insectos de tu casa), pero supe lo que era en cuanto la vi. Después de nuestro fugaz encuentro, decidí que mejor usaba un vaso para la leche (están boca abajo y a cierta distancia de las tazas).
El caso es que este año me he ido a estudiar a otra ciudad otra carrera porque elegí con el culo hace dos años y no me gustaba nada de nada lo que hacía ni me veía satisfecho en lo más mínimo en el futuro. Adiós, Medicina; hola, "Teleco" (cierto grado que reúne las ramas técnicas y en tercero te da a elegir una de ellas). Tengo miedo porque llevo dos años sin tocar Matemáticas ni Física y no di Electrotecnia en bachillerato. Va a haber que ponerse las pilas a lo bestia.
Pero bueno, a lo que iba es a que ahora estoy en una residencia, fuera de mi querido y pulcro hogar. Esta mañana iba yo tan feliz a desayunar: cogí una bandeja, cogí una magdalena, cogí un vaso y le eché zumo, fui a coger una taza para echarle leche... DIOS. Viva y coleando, en una de las tazas, una cucaracha salvaje apareció. ¿Por qué en una taza? ¿No podría haber visto mi primera cucaracha correteando por el suelo sin más? No tenía del todo claro el aspecto de una cucaracha (no soy fiel seguidor de los programas de teletienda que te venden aparatos eléctricos que hacen huir a todo tipo de insectos de tu casa), pero supe lo que era en cuanto la vi. Después de nuestro fugaz encuentro, decidí que mejor usaba un vaso para la leche (están boca abajo y a cierta distancia de las tazas).