(02-19-2017, 09:50 AM)Bahamunt escribió: Más que decir "a qué juego", voy a decir hoy "a que no voy a jugar más". Pokemon Go. Le han metido una actualización que incluye los nuevos pokemon de Johto, que son los bichos más feos y aberrantes que la flojera de un diseñador manco podría crear. A ver, sabía que este día llegaría tarde o temprano, pero yo me metí en esta mierda precisamente por los de Kanto, que son los de toda la vida y cuya existencia tiene un mínimo de sentido. Encima no es que salgan mezclados los de Kanto con los de Johto, es que los de Johto son legión, y teniendo en cuenta que los segundos son menos que los primeros (80 vs 150) me parece un "queremos que te los comas por cojones (que no por los cojones)" descomunal. Y no me gusta.

Eso, y una cosa que me pasó ayer. Al lado de mi casa (cerca, pero lo suficiente apartado como para tener que ir expresamente a ese punto) hay un gimnasio que llevaba SIGLOS dominado por "mi" equipo y siempre con los mismo tres pokemon asignados (lo que quiere decir que ese gimnasio estaba felizmente "abandonado"). Así que ayer por la mañana, y aprovechando que tenía que darle su paseo matutino a mi perrete, me fui ayer, me hice un huequito en el gimnasio y metí uno de los míos. Hala, pensé, a la mina, a criar pokemonedas como un cabrón. Hasta más ver y buena suerte. Bueno, pues cuando me da por mirar el juego por la tarde a ver cómo va el progreso del gimnasio... veo que nos han desokupado el gimnasio y que ahora hay otro equipo. ¡Venga ya, cojones! ¡800 millones de años el gimnasio ahí muerto de risa y justo lo atacan cuando entro yo! ¿Qué pasa? ¿Que pulsé algún botón de alarma nuclear cuando entré yo que lo hizo visible a toda la puta parte oeste de Sevilla y alrededores? En fin, que no, que a la mierda todo ya.

Bueno, en realidad es que el juego ya me estaba empezando a cansar desde hace algún tiempo... y esto ya han sido las dos GOTAZAS que han colmado el vaso :angry_cappucino_gif: Aun no lo he desinstalado del móvil, pero... tampoco creo que le quede mucho tiempo, la verdad...