Yo siempre he dicho que el tema de los seguro es un
timo negocio redondo.
Que sí, que vale, que las aseguradoras también se tienen que enfrentar a casos de fraude día sí y día también (yo conozco dos de denuncia falsa por "robo" de móviles, y con una actuación policial a cuál más rocambolesca), pero ese es el riesgo de tu negocio, chato. Y lo que no es normal, ni de lejos, es la actitud de la policía con estos casos. Paso a relatar los dos casos que conozco:
Caso 1, hace ya... 15-20 años) Un amigo mío, cliente de Vodafone en esos momentos, le robaron (uy, perdón, LE HURTARON) el móvil de la taquilla del trabajo. Él fue a la tienda tranquilo, esperando que le repusieran el terminal porque para eso estaba pagando un seguro. Cuál fue su sorpresa cuando, al llegar a la tienda, le dicen:
-Perdona, pero es que eso no lo cubre el seguro...
-Pero cómo que no lo cubre? ¡Si me lo han robado y tengo seguro que incluye el robo!
-Precisamente. A ti no te han robado el móvil, a ti te lo han
hurtado. El robo implica violencia y a ti te lo han quitado sin que tu te enteraras, por lo que es un hurto... y eso no lo incluye la póliza.
-¿¿¿Lo cualo??? ¡Que yo estoy pagando un seguro, coño! ¡Que quiero mi móvil!
-Ya, pero para eso, tendría que haber sido un robo, no hurto. Y tendrías que venir con una denuncia policial diciendo que te han asaltado y te han quitado el móvil por la fuerza.
Mi amigo, con un cabreo de tres pares de cojones, se va de la tienda jurando en arameo. Pero cuando se le calman un poco los ánimos, hace recapitulación de lo dicho por la empleada de la tienda: Robo. Denuncia.
Así que coge, se va al cuartel de la Guardia Civil del pueblo, pone su mejor cara de estar atacado de los nervios y dice que un moro lo ha cogido por banda en mitad de la calle, le ha sacado una navaja y le ha dicho que o le daba el móvil o lo rajaba de arriba a abajo. Da una descripción genérica de un moro genérico (la expresión "cabeza de turco" nunca tuvo tanto significado), y denuncia al canto. Por lo que dijo, los agentes que le tomaron declaración debieron olerse algo (o que, simplemente, como era un adolescente el que denunciaba, pensarían que les estaba metiendo una trola de proporciones bíblicas... sólo por el hecho de ser adolescente), pero como tampoco tenían nada sólido para decir lo contrario, tramitaron la denuncia y a otra cosa, mariposa. Eso sí, el recadito de la denuncia falsa, y que es delito y tal, se lo llevó a casa, y mi colega estuvo unos días acojonado, pensando que en cualquier momento se iba a presentar la Guardia Civil en su casa y se lo iban a llevar al calabozo. Pero entre medias, él cogió la denuncia que le habían tramitado en el cuartel y se fue a la tienda otra vez.
-Hola mira, que me han atracado y me han
robado el móvil, aquí está la denuncia, quiero mi puto móvil porque para eso pago un puto seguro.
-Ahá... ahá... ahá... aquí tiene su móvil. Lamento lo ocurrido.
Y ahí que se fue mi amigo con su móvil nuevo.
¿Moraleja de esta historia que coincide con la de Reboot? Las compañías aseguradoras son las primeras que se buscan todos y cada uno de los recovecos con tal de no aflojar ni una miserable pizca de pasta. Tú págame un pastizal al mes en un montón de clausulas sin sentido "a cual más competitiva" que no necesitas para nada, que cuando llegue la hora en la que de verdad te va a hacer falta, resulta que no te cubrimos absolutamente nada. Pero eh, que soy
yo el que te he dicho que ese (y no otro) era el seguro que
tú necesitabas.
Caso 2, el año pasado) Este no me tocó tan de cerca como el anterior, por lo que puede que haya menos exactitud en los hechos. El caso es el mismo que el anterior, o parecido. Pérdida de móvil, chica que le da apuro decirle a su padre que ha perdido el móvil que le han comprado hace apenas unos meses, denuncia de asalto falsa para recurrir al seguro del móvil. Hasta aquí, todo más o menos igual. Cambia "Guardia Civil" por "Policía Nacional" y "moro" por "subsahariano", y tienes prácticamente la misma historia. Con la diferencia de que, al cabo de unos días, la chica en cuestión recibe una llamada de la Comisaría de Policía Nacional. Que te pases un momento, que queremos hablar contigo. Así que para ahí va nuestra audaz amiga, sin sospechar lo más mínimo la que se le viene encima.
Llega a comisaría, se la llevan a una sala de uno de los pisos superiores, en la cual se encuentra a solas con un inspector (o lo que sea, perdonad esta inexactitud) que está acompañado de varios agentes. La sientan en una mesa y el policía que está al otro lado, lo primero que hace es espetarle:
-Sabemos que la denuncia es falsa
La chica se queda de piedra como si en lugar de ver a un policía acabara de ver a una gorgona. Pero el agente, continúa:
-...y eso es un delito MUY GRAVE. Pero si confiesas aquí y ahora, si lo reconoces, hacemos como que no ha pasado nada. Rompemos la denuncia, nos olvidamos del caso, tú te vas a casa y ya está. Aquí no ha pasado nada.
La primera reacción de la chica, pasado el soponcio, es negar la mayor. Para empezar, ¿Cómo van a saber si la denuncia es falsa o no? Esto tiene que ser un farolazo de la Policía. Dice que no, insiste en la denuncia, que a mí me robaron y me llevé un buen susto. Pero el policía tampoco se baja del burro. Peor aun. Le insiste y empieza a permitir que el resto de agentes de la sala se vayan sumando al bukkake acusativo. Se ríen de ella, la acosan, la acusan, le dicen todo todito lo que le va a pasar si no rectifica y reconoce que la denuncia es falsa. Aunque ella, de momento, también se mantiene en sus trece. El problema es que la policía (toda la habitación ya, a estas alturas) también se mantiene en sus trece. Pero chiquilla, qué más te da, si lo reconoces nos olvidamos del caso y te vas a casa tranquilamente, que no pasa nada, de verdad. Que no, que a mí me han robado. Pero ellos son más y van vestidos con su aura de "autoridad infalible", con lo que al cabo de una hora de puro y duro interrogatorio y machaconeo, la chica se viene abajo y reconoce que sí, que es verdad, que en realidad había perdido el móvil y, por no darle el disgusto al padre y que le tuviera que comprar otro, había dicho lo del robo... ¿Me puedo ir ya a mi casa?
Pues no, porque te vamos a denunciar por falsa denuncia, que lo acabas de reconocer. Y también por fraude, si la aseguradora quiere.
Multa que te cagas, apertura de expediente (está fichada como
delincuente ahora mismo), y pago íntegro del terminal que la compañía le había dado por mediación del seguro... El no querer decirle a su padre que había perdido el móvil le acabó saliendo caro (como para comprarse unos cuantos móviles más). Vale, me podréis decir que la tía es una niñata y que se lo tiene bien empleado por chanchullera, pero... lo que no deja de extrañarme es ese ansia de la policía por hacer que la chica confesara a toda costa, y más aun si cabe que estamos hablando de un puto móvil. Vale que yo no estuve ahí dentro y que sólo tengo la palabra de la chica como referencia (a todos se nos hacen los follones mucho más grandes cuando nos pasa directamente a nosotros y tendemos a engrandecerlos aun más cuando los contamos), pero aun así y todo... lo dicho, estamos hablando de una denuncia falsa por un miserable móvil, ¿Qué interés tenía la policía de que la chica confesara tan a toda costa, como para llegar al acoso y derribo? ¿Vieron la presa fácil? ¿Olieron sangre (no pun intended)? ¿Actuarán igual ante otro tipo de denuncias, cuestionando siempre al denunciante?
En fin, yo qué sé. Lo único claro que me queda de este tipo de situaciones es que luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando matan a una mujer y dicen las noticias que "no había denuncia previa" contra su asesino. ¿Denuncia, para qué? ¿Para que en el mejor de los casos, el fulano pase una noche en el calabozo y luego la policía se lave las manos? Pero bueno, esto ya es entrar en otro tema, que a fin de cuentas, también está recogido en mi libro "La Policía, esa Mafia".
Pd.- Sorry for the long post, here's a cop potato: