07-29-2015, 10:07 AM
Mientras tanto, al otro lado una japonesa asustada al ver que un gaijin forzaba su puerta xD
CucuFaiter x ☆☆☆
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07-29-2015, 10:07 AM
Mientras tanto, al otro lado una japonesa asustada al ver que un gaijin forzaba su puerta xD
07-29-2015, 10:14 AM
(07-28-2015, 10:06 PM)CucuFaiter escribió: En serio, os insto a que hagais la prueba con alguien que os pregunte a qué os dedicais. Vereis que si le decís que al campo os trata como si fueseis gilipollas. Cuando estudiaba Japonés, el jefe de allí me trataba de una manera distinta cuando yo le dije que estaba en paro a cuando se enteró de que trabajaba en el campo. Me puso un mote y encima quiso que yo le comprase el pan en mi pueblo para llevárselo cada vez que tenía clases. Joder, le tendrías que haber golpeado con tu barrapán en toda la cara hasta que se le saliera el pienso que rellena su cabeza por la boca.
08-22-2015, 02:22 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 09-22-2015, 09:03 PM por CucuFaiter.)
El minitocho de Okinawa Sí. Esto va a ser antes que el tocho de Japón, irónicamente. Pero es solo porque mi viaje a Okinawa ha sido un viaje corriente y moliente. No ha habido pequeñas aventuras y desventuras en él, así que resultará muy corto y sencillo de explicar. Empecemos. Ya expliqué os motivos de mi viaje a Okinawa. Me habían pasado una serie de cosas malas/reveladoras y había decidido, junto con dejar el campo, pegarme las vacaciones del milenio. Para ello tendría, obviamente, que tener pasta y un sitio a donde ir. Empecé a pensar sitios. Primero un lugar de lujo como era la isla de Kawai. Después un lugar lleno de posibles aventuras como hubiese sido Islandia. Pero mi pasta no me permitía Kawai y el mundo no me permite ver los volcanes de Islandia, así que opté por mi tercer destino: Okinawa. Supongo que todos recordareis la promesa que le hice al señor de Okinawa de que algún día iría a verlo. Empecé a planear el viaje. Sabía que quería ir allí, lo que no sabía era cómo ¿Busco un hotel? Nah, muy caro. ¿Busco un apartamento? Imposibruuuu! Entonces, un día, me llamó un compañero que estaba conmigo en las clases de Japonés. Le había felicitado hace poco por su cumpleaños y estuvimos poniéndonos al corriente sobre nuestras respectivas vidas. Le conté que pensaba ir a Okinawa, pero que no encontraba alojamiento allí. Quería irme 6 semanas. Entonces me habló de una página llamada AirBNB, que se dedica a estas cosas: gente corriente alquila su apartamento o piso por un tiempo, vas, duermes y te vas. Los hay que tienes el apartamento completo para ti solo y los hay que son compartidos. Yo al principio quería un apartamento para mi solo, pero las semanas que yo quería estaban todas ocupadas. Menos el apartamento de Yukki. No era el más barato, pero tenía lo que yo quería: El mar al lado, paso marítimo para correr y en una zona tranquila... Y tranquilidad era lo que necesitaba. Sin embargo, cuando fui a hacer el pago no podía. La maldita web no me dejaba pagar más de un mes con Paypal. Ahora que lo pienso podría haberle llevado el dinero de las otras dos semanas en mano. Bueh, para la próxima. Así saqué por fin mis billetes y tiré para Okinawa. No me pasó nada reseñable en el viaje de ida. Al llegar a Okinawa, llena de playas por todos lados, pero muy pequeñas, me monté en el único taxi con el único taxista medianamente competente de todos. Me llevó hasta mi piso usando el GPS, que vosotros diréis, vaya obviedad, pero es que el resto de taxistas con los que me he montado no sabían ponerlo. Me llevó hasta allí, como digo, y me señaló mi piso de una manera que por poco no me lleva hasta la puñetera puerta. Allí, al llegar, encontré a la sueña del piso: Yukki. Estaban montando un aire acondicionado con la pasta que me habían sacado, cosa que agradecía enormemente, porque joder, la calor que he pasado en Okinawa no la he pasado NUNCA. Ni sacando papas he sudado tanto. Nos presentamos y me llevó a mi habitación. Una cama, una mesa para estudiar y una silla que días después cambiaría por una de ruedecitas, algo que mi espalda y mi culo agradecieron bastante, porque la otra medio de lata era el infierno. Por la noche conocí a mi 2da compañera de piso, de la que me llevé una mala impresión y con la que estaba muuuuuuy equivocado. Ahora desearía habérmela traído en la maleta: Kanae. El novio de Yukki es, como decía ella, "karate master". Al parecer tiene más de 50 DVDs de karate y viaja por el mundo haciendo exhibiciones. El de Kanae no lo sabía, pero supe que tenía una noche en la que oí un alegre encuentro amoroso. A pesar de que mi rutina consistía en correr por las mañanas (tuve que empezar a hacerlo cada dos días porque me estaba quedando AÚN MÁS delgado) y estudiar por las tardes tuve tiempo de ir a bastantes sitios y conocer a mucha gente. American Village: Fue mi primer destino. Lleno de restaurantes y gente. Muchos americanos, pues la base militar está por allí cerca. De hecho había veces en los que veías más americanos que japoneses. La gigantesca Noria se gira cuando hay tifones para dar su favor al viento. Había una cosa que quería comer con urgencia: Sushi. Mucho. Obscenas cantidades. Había carteles por todos lados anunciando el puñetero restaurante, pero siempre que iba allí a comer Sushi acababa en un sitio completamente distinto. Así comí en restaurantes como el Jetta Burguer, de gigantescas hamburguesas, o ese restaurante con nombre Japo que no pude leer, pero que tenía unas vistas de puta madre, un servicio cojonudo y una comida excelente ¿Pa qué quiero más? Un día, como suele pasar, estaba buscando un sitio donde me pusiesen carnaca de la buena. Había comido en un sitio de carnaca el primer día que estaba al lado de mi casa, pero quería probar todos los restaurantes que pudiese xD Y allí estaba, el restaurante de Sushi. Está en un sitio que no debería ser difícil de encontrar, pero se encuentra tras el recodo de unas escaleras, así que si las subes el restaurante te cae de espaldas y no lo ves. Memoricé donde estaba para la siguiente vez porque ese día tocaba CARNACA. Vaya. Puta. Mierda. El sitio donde fuí a comer estaba un tanto alejado de todo. La carne estaba bien pero no era para tanto, me cobraron casi 4000 yenes y no me pusieron los entremeses que te suelen poner en los steakhouses de allí, a saber: ensalada, sopa, pan o arroz y, en algunos, postre. Todo incluido. Allí fué toma tu trozo de carne pequeño de sabor corriente y precio rompeculos y vete. Así al otro día dije "sushi por MIS PELOTAS". Corriendo al bar de Sushi el cual, obviamente, estaba cerrado. Yukki, por negocios, se había ido a Nueva York unos días. Cuando llegué, Kanae, tímidamente, me dijo que mañana vendría un tifón y que ella no iba a estar allí. -Ah, po mu bien ¿El destino está empecinado en que yo no coma Sushi? ¡Me puedes comer la polla, destino! ¡Mañana como Sushi sí o sí! Al día siguiente, un viento de la hostia y una lluvia tremenda me hicieron decir lo obvio: -Hoy no como sushi. Sin embargo, al rato la lluvia se quitó aunque el viento de la hostia seguía. Era bastante molesto porque era muy fuerte y venía en rachas que cambiaban rápidamente su velocidad, así que era normal que te zarandease. Con todo y con eso salí a correr. Por la noche, fuí a comer Sushi. Así fué como conocí a Motoshima-san. Los primeros días, Motoshima era muy callado. No hablaba conmigo. Al principio creí que era hombre de pocas palabras, pero luego lo ví hablando con otros clientes y ví que era alguien amigable. Supuse que, como tanta gente allí, no sabría Inglés apenas y por eso no me hablaba. Fuí allí un montón de veces. Un día le dije que su sushi era el mejor que había probado en mi vida. Le espeté un par de cosillas en Japonés y su actitud hacia mí cambió. Cuando no había mucho lio me decía cosas con su pobre inglés. Yo a veces no lo entendía, pero bueno xD Cerca de mi piso había un restaurante llamado Sidelines. Era de Americanos para Americanos. Decenas de televisores rodeaban las paredes. Uno de ellos, el más grande, emitía un canal especial para soldados. De hecho, había muchos anuncios en plan adoctrinamiento "si estás jodido, no bebas, háblalo con tu oficial", "no compartas información en las redes sociales, háblalo con tu oficial", "¿Quieres hablar con tu oficial? Háblalo con tu oficial". En fin... Cuando llegué allí por primera vez me atendió una chavala supermonísima que no he vuelto a ver. Cuando me habló, obviamente, lo hizo en Inglés. Inglés americano. Nunca había oído en directo a un americano hablar. No le pillé NADA. Cuando hablo con un Inglés, aunque no tenga ni zorra, reconozco algunas expresiones o palabras, pero esta tía era como el Alhaurino bajao del monte hablando lo más cateto posible. -¿EING? Sorry, I no understand [please, understand]. I'm from Spain. -Spain? Oh... Mía! -¿¿?? Y así fue como conocí a Mía. Mía es la típica mujer que le sobra energía por todos lados. Era sudamericana. No recuerdo de donde, pero me lo dijo (creo que Perú). Era muy graciosa y tenía una memoria de elefante. En cuanto pedí dos veces lo mismo ya volvía y me decía: -¿Lo mismo, cariño? -Mientras me servía mi habitual Coca-cola. Iba allí a recuperar energías cuando estaba muy cansado. Las hamburguesas estaban muy ricas y llenaban bastante. Ademas siempre había dos cosas en el aire: Buen rollo y WiFi gratis. El buen rollo también era gratis. Una noche estaba tan tranquilo cenando y un joven negro se acercó caminando como si a Eminem lo hubiesen calentado a 80ºy estuviese ligeramente derretido. Su objetivo: unas mozas de la barra. Allí las mujeres americanas son escasas. Al ser una base militar, obviamente, casi todos son hombres. Un chocho rubio allí vale su peso en platino. Un hombre blanco se encontraba acompañando a estas señoritas y claro, pasó lo que pasó: salió a defender su rebaño. -Just a talk! -Y cosas así ME PARECE que decía el señor negro. El blanco se puso a alzar la voz. Creí que iba a haber pelea y yo estaba justo al lado. Cuando ya veía la jarra de cerveza del rubio en mi cabeza, una camarera llegó, pegó dos voces, le tocó el culo al señor de color, y ya. Al los cinco minutos, rubio y negro bebian juntos como si fuesen amigos de toda la vida. Lo flipé. No ví peleas o violencia por parte de los americanos con nadie. Una vez en American Village, uno me paró y me dijo que bailase con él para animar a su amigo, que no quería y estaba triste. El amigo miraba al suelo en plan "es que me da verguenza" y el otro estaba ahí dándolo todo con la música de la tienda de ropa. Le dije "Sorry, I don't understand!". Me hizo bastante gracia xD A parte de eso, un día ví a dos que creía que estaban peleándose pero sólo estaban "jugando" a darse puñetazos. Ahí estaban descojonándose mientras sonaban las increibles hostias por todo el paseo. Están locos estos americanos xDDD Igual que en Japón me violaban con la mirada, aquí en Okinawa pasaban todas las tias de mi cara, pero un día me pasó algo curioso. Ya sabéis la historia de yo haciendo balconing en pelotas, esta no sé si es mejor o peor xDDD Fuí a muchas playas estando allí, pero la más lejana que me hizo coger un taxi era Fuchaku beach. Con ese taxi aprendí algo valioso: No coger taxis de viejos. Buscar los híbridos o eléctricos que son gente abierta de mente y joven, no este señor que iba leyendo un gigantesco mapa de los de papel mientras conducía. Tambien tomaba notas en un cuadernillo. Porque mirar a la carretera mientras se conduce es demasiado mainstream. Al principio me equivoqué y le dije Fukachu. Cuando busqué en Google "Fukachu" a ver si existía me salían imágenes de Pikachu y chicas con orejas de gato. Porque da igual lo que busques en Google Imágenes: si estás en Japón te van a salir chicas con orejas de gato sí o sí. Llegué a Fuchaku Beach. Era una playa pequeña, aunque más grande que muchas que había visitado. Era muy bonita, con un trozo de bosque metiéndose en el mar. Había pocas zonas donde la arena estuviese limpia de corales muertos, y la que había estaba llena de turistas con sus hijos. Había una zona con unos tíos que alquilaban balsas hinchables con las que te daban uun paseo tirado por una moto de agua. También había eso que parece un Jet Pack de agua, pero salía por los pies, no por la espalda. No quise montarme en ninguna de las dos, aunque lo del Jet Pack me llamaba la atención. Después de llevarme un susto en el agua por no saber nadar muy bien (el mar empezó a chuparme para adentro, no muy fuerte o rápido, pero más lento y débil nado yo, comprendiendo así por qué nadie se adentraba más de cierta distancia) me puse a pasearme por la orilla. Mi camiseta del Worms estaba en ella con mi móvil y mi carterilla dentro. No temía por posibles ladrones. Japón es así. Entonces veo dos chavalas en el agua. Una de ellas es superguapa. Y yo "jor, pepino de tía". Creo que es una de las mujeres más guapas que he visto en Japón. Al pasar la miré y ella me miró. Entonces me dice: -¡JEROOO! Yo me giro como diciendo "¿Es a mí?". Sí, era a mí. "Hello", contesto. Ella y su amiga se rien. Llego a la punta de la playa , me vuelvo. Vuelvo a pasar delante. Se me quedan mirando y me señalan. -(Estas dos... ¿se estarán cachondeando de mí?). Me hice un autoescaner rápido a ver si llevaba algo raro. Todo bien: bañador en su sitio, no asomaban mocos por mi nariz, no estaba sangrando por ningún lado... Entonces pense en hacer una prueba. Sin llegar a la otra punta, me volví y dije "Como me digan algo les digo yo algo a ver qué coño pasa". Pasé: -¡Wuuujuuuu! ¡Chico mono! -(¡Sacabó!) Solté mis cosas, pegué un salto al agua y fuí a donde estaba ella: -¿Onamae wa? (¿Cómo te llamas?) La chavala se queda en silencio, me mira con su cara supermona de incredulidad, como aguantándose una sonrisa. No me decían nada ni ella ni la amiga. Supongo que no se lo esperaban. Al poco me siento estúpido y me salgo. Las olas se querian llevar mis chanclas. Encima hice un poco el parguela. Fracaso. No me volvieron a decir nada. Al rato, una mujer se acerca con un niño. Es la madre. Se ponen a jugar con el niño. Empiezo a interpretar la situación, como se comportan, como son fuera del agua, qué hacen... -Un momento... estas tías... ¡ESTAS TÍAS SON MENORES! Rápidamente huyo de alli. Joder, lo que me faltaba, buscarme problemas con menores. Me bañé una vez más y me fuí. El primer día, Yukki y yo estuvimos en una playa a la que ella llamaba Baba Park. Quise volver otra vez, pero jamás dí con el camino. Y eso que estaba relativamente cerca. Pero bueh. Y así estudiaba y corría siguiendo mi rutina todos los días mientras iba descubriendo sitios nuevos de comidas y cosas que hacer. Supongo que como en el anterior viaje salí tan resentido de la comida este viaje quería saciarme. Los días en los que se me echaban las horas encima comía ramen instantáneo, que compraba en un super cercano. Allí hacía la compra como si aquello fuese España. Tenian de todo. Compré espuma de afeitar, detergente y demás. Una vez estuve a punto de llevarme un objeto de la zona del supermercado sin impuestos a la zona con impuestos. Eran cajas distintas. Las de la heladería que había dentro se partian. Y lo del detergente me lleva otra cuestión: las cosas del hogar. A los pocos días de estar allí quise hacer espaguetis. Los compré y, cuando fuía cocerlos... no había olla. No había. Ni hay. Ni nunca habrá. Lo único que había para calentar agua era un olla electrica, pero yo no lo sabía. Le pregunté a Kanae. -Have a pot? -Pot? -Pot. -Pot? -Yes. -Oh, this is a pot. Me señaló la olla eléctrica y como funcionaba. Y se fué a currar. ¿Cómo coño apaño yo los espaguetis? Hice lo siguiente: cogí un cuenco de esos de plástico. Calenté agua en la olla eléctrica, la eché en el cuenco y eché los espaguetis dentro. Por otra parte, había unos pequeños botecitos metálicos, así que llené uno de salsa de tomate y lo metí dentro del cuenco de plástico en plan barquito. Así calenté el tomate e hice los espaguetis. Que para encima me salieron un poco al-dente (o como se diga) que es como a mí me gustan. Otro problema: la lavadora. No sé como poner la lavadora de mi casa y ahora tengo que poner una japonesa. Lo que más me llamó la atención fué la ausencia de cajón para echar los polvos. Tampoco veía los polvos por ningún lado. Empecé a investigar por la casa. Encontré un bote verde con katakana. Me puse a leer: -A-RI-E-RU... ¡Ariel! Es esto. Lo abrí y no había polvos, sino una especie de bolitas de plástico con un líquido del verde del Fairy en su interior. Deduje que aquello sería. Me parecía recordar unas pastillas verdes y azules de la tele en España. Cogí una, la ropa, y todo a la lavadora. Quedaba la última cuestión: -¿Y esta puta mierda como se enciende? Bueno, en realidad no me lo pregunté así. Fué algo más como: -¿Y ESTA PUTÍSIMA MIERDA COMO COÑO SE ENCIENDE? Bueno, en realidad tampoco fue así. Fué: -Creo... creo que me voy a mi rincón de llorar. Empecé a darle vueltas a la cosa aquella. Entonces reconocí tres botones: cantidad de agua a llenar en la lavadora, gracias a los dibujitos, el botón "Staato" (Start) gracias al katakana, y un botón con un kanji peculiar. Había visto ese kanji antes, en la palabra "entrada". En Japonés, "entrada" y "salida" tienen en común uno de sus dos kanjis: el del final. Significa "boca". Así, los dos comienzan con un kanji distinto. El de entrada parece el de persona. El de salida parece el hijo de un candelabro y un tridente. Aquí me encontraba en un botón ese kanji parecido al de "persona". Kanji que no sé como leer, pero al pulsar el botón... ¡Ah, se hizo la fiesta! Montones de luces se encendieron indicándome que la lavadora estaba encendida. Seleccioné la cantidad de agua y le dí a "staato". Al principio creí que la había cagado, pues la lavadora hacía unos ruidos muy extraños... pero es que es así. Tampoco tenian escoba, recogedor o fregona. Todo iba a base de aspiradora y vaporetta. En ese tiempo, viendo el anterior "tifón", les había perdido todo el respeto posible ¿Tifón? ¿Qué mierdas es eso? ¿Lluvia normal y viento un poco fuerte? Los huevos me pueden comer los tifones. Así, cuando los altavoces del Papers Please anunciaron un nuevo tifón mi reacción fue como "Meh, ¿Ese y cuantos más?". Llovia a mares. Jamás he visto en mi vida llover así. Las rachas de viento eran tan bestiales que movian el edificio entero. Estaba superacojonado. No paraban de caer rayos sin parar. En la calle, trozos de cosas volaban a una velocidad endiablada, mayormente pequeños botes de comida, como batidos y demás, y bolsas de plástico, pero de vez en cuando veía algún que otro trozo de palo o palmera pasar corriendo. En la calle no había nadie. Aquella noche, cual drogadicto, necesitaba mi ración de sushi en vena. La NECESITABA. Pero no podía ser. El viento y la lluv... un momento ¡HAN PARADO! Me dispongo a salir, me ducho rápidamente: -¿Cojo el paraguas? Hummm... Nah, si no va a llover más... Bueno, sí, que no me estorba y por si lloviznea. Salgo por la puerta, miro al cielo y veo el panorama. Un agujero claro en el cielo me indica lo que yo ya sé pero no me paré a pensar: aquello era el centro del tifón, donde los vientos son menores (aunque seguían siendo fuertecillos) y no llueve. Estaba rodeado de tormentas por todas partes, pero mi mono de sushi era demasiado grande. Me autoengañé con que no llovería más. Cuatro pisos (en Japón el término "Planta baja" no existe) me separan de la calle. Al bajar las caleras empezaron a caer unas gotitas. -Meh, cuatro gotitas no me van a dejar sin Sushi, jajajaj... Al rato caía la lluvia más grande que he visto en mi vida. Lo que cayó antes era pis de gato comparado con aquello. La lluvia hacía espesas cortinas y el peso del agua era tal en mi paraguas que lo doblaba amenazando romper las varillas. Me acordé del mendigo de las latas ¿Dónde se habrá refugiado? Debo llegar a mi delicioso destino. Ya no puedo volverme atrás. Una luz aparece a través de la espesa lluvia ¡UN TAXI! La suerte me sonrie. Cuando este se acerca, alzo mi mano, confiando en la impecable fiabilidad de los taxis japoneses a la hora de detenerse, no como en Málaga, que hace falta tirarse debajo de las ruedas para que paren. El taxista me ve, se me queda mirando con mi mano alzada y... pasa de largo. Lo flipo. Entonces miro el cartel buscando si está libre. No era un taxi: era un coche con publicidad. -¿Pero qué clase de gilipollas se pone a pasearse con un coche publicitario con la que está cayendo? Pues probablemente la misma clase de gilipollas que se pone a ir andando a un restaurante de sushi en la quinta mierda durante un tifón. Un coche pasó por mi lado y me puso el pantalon chorreando. Un momento... ¡Si ya estaba chorreando! Efectivamente, bajo aquel diluvio, la sombrilla servía para poco menos que para no mojarse la cabeza... y ni eso. Entonces dejó de llover de repente. En ese momento un taxi -¡Qué joputa! ¡Aparece cuando no me hace falta! Y encima ya llevo la mitad del camino. Bueno, por lo menos me he ahorrado la pasta del taxi, jajajajaj... Y cuando el taxi se fue volvió a llover otra vez la de Cristo. La toallita caliente que te dan en algunos restaurantes (el de sushi tambien) la usé para secarme el pelo. No digo más. Menos mal que la carterilla es de cuero y no se han mojado los billetes. El movil está empapado pero funciona. Olé tus cojones, Nexus 5. Días después del encuentro de Kanae con su novio que no me dejó dormir... Kanae cambió. Si antes hablaba poco ya no me hablaba. Hacia la ninja en el piso y, muchas veces, cuando yo dejaba la puerta abierta para que ella me viese, ignoraba mi presencia y no me dirijía la palabra. A los pocos días vino Yukki. Hablaban por las noches. No sé qué decian, pero notaba a Kanae hablar de forma extraña. Últimos días. Me he cebado de correr, comer y estudiar. Me despedí de Motoshima-san, el cual me habló de cómo los chinos y los koreanos de allí no saben hacer buen Sushi (bromeaba diciendo que se podía jugar a los bolos con ese sushi xD), y cómo él emigró desde Tokyo para hacer su sushi tradicionalmente. Yo le hablé de los restaurantes de España. Al final nos dimos la mano, nos hicimos una foto, me dió su tarjeta de visita y nos depedimos. Mía fue más tradicional. Le dije que era la última vez que iba a verla. No le pedí ni besos ni abrazos, pero ella me los dió igualmente. Nos hicimos una foto y nos despedimos. Yukki quiso hacer algo especial para mi partida. Como sabía que me gustaba mucho el sushi pensó en hacer sushi casero. Estuvimos los tres comiendo. Entonces Yukki tuvo que irse un momento por asuntos de trabajo, y Kanae y yo nos quedamos hablando. Le conté los motivos por los que había viajado a Okinawa y, entonces, me confesó que su novio la había dejado, entre lagrimillas que intentaba ocultar. Entonces me dí cuenta de lo capullo que había sido yo estos días. En vez de preguntarle por qué el distanciamento o algo me limité a pensar que era una sosa, y simplemente es que estaba hecha mierda y es una persona muy timida. Me sentí como el culo. Empecé a hablarle de cosas para que se riese un poco: le conté varias cosas que me habian pasado como bien pude, le ponía caras mientras lo hacía, y ella reía bastante. En seguida se puso de otra manera conmigo. Hablamos de muchos animes que habiamos visto en nuestra niñez. Ella era más de Ranma, yo de Urusei Yatsura. Ella le gustaba los ánimes sencillos, a mi los de trama gorda. Me recomendó un par de animes de risa y me enseñó sus mangas de One Piece. Hablamos sobre como ninguno de los dos sabiamos nadar bien, me contó su historia y yo le conté la mia. Le ayudé a fregar los platos, le enseñé mis apuntes de japonés, fotos de mis viajes... Al día siguiente me llamaba Gabi-chan. Supermona. Tras eso llegó la despedida. Suelo ser una persona bastante fría, así que no me esperaba el cariño que les había cogido a aquellas dos. Kanae se despidió de mi y Yukki, que me iba a llevar al aeropuerto, me llevó a un sitio muy guay. La noche anterior me dijo "¿Has estado alguna vez en un onsen?". Era una de las cosas que me había quedado pendientes de mi anterior viaje a Japón. Así fuimos al onsen. Las vistas son magníficas (y obviamente no lo digo por estar rodeado de japoneses enseñando el buitre leonado), el mar estaba superazul, como el cielo, aquel día. Fue algo muy relajante. Aprendí que te tienes que lavar antes de meterte en la pisicna hirviente aquella y no después, que es verdad que si te tiras mucho te mareas, pero sienta de puta madre. Además de que se me quedó una piel de culo de bebé que no veas. Me fuí a la zona de relax esperando a que Yukki saliese. Hay una zona en plan "Aquapark" dentro del onsen, obviamente para NO ir en pelotas, pero no estaba abierto. El jacuzzi tampoco. Por 600 yenes que costaba habría ido muchos días que estuve tenso allí. Encima había sauna, sala de masaje, un pequeño bar y un pequeño restaurante. Al salir de allí fuimos a facturar mi maleta. Mi avión salía a las 19:05 de la tarde del Viernes. Después de eso, Yukki me dejaría en Shuri Jo Castle para poder disfrutarlo, cogería mi monorail de vuelta y tomaría mi avión. Total, tenia cuatro horas por delante. Seguro que me daba tiempo a todo. Y tanto tiempo que me daba. Llego a mi compañía de vuelo: ANA, que creo que es el acrónimo de "All Nippon Airlines". Doy mi billete electrónico y la tia me hace una pregunta muy rara: -¿Quire cambiar el billete? -No. Quiero facturar mi maleta. -No es posible. El aeropuerto abre a las 6:00. -¿¿?? -Esto es mañana -¿¿DAFUQ?? Efectivamente. Miro mis papeles y no ponen "Viernes 21, 19:05", sino "Sábado 22, 7:05". Vuelvo al coche. Yukki sale diciendo "¿Ha pasado algo?". Le expliqué la situación. Ella dice "bah, no pasa nada. Al menos vas a tener donde dormir. Y eres un tio con suerte. Mañana tenía un viaje de negocios a Tokio pero lo han cancelado por el tifón". Suerte infinita. Dejé las cosas en su coche, me dejó en Shuri Castle (mola mucho), ella se fue al curro y quedamos en vernos otra vez en el aeropuerto en la zona donde me había dejado antes. Shuri Castle fue una experiencia muy curiosa porque dentro del castillo vas sin zapatos. Todo tatami y suelos de madera, así que no pasé frio en los pies. Corto, pero es un castillo de la era nosecuento en el que hubo 18 reyes. Fue restaurado en el 92. Estaba muy chulo. Cuando me fuí de allí me paseé por un parque que había superverde lleno de patos, los cuales iban todos detrás del señor que les daba pan xD Al terminar me dediqué a esplorar un poco por los alrededores. Encontré una cosa que no sabía lo que era. Era como un neo-castillo porque sí allí en mitad. Lo llamé "la parguela". Parecía de construcción reciente. Estaba curioso. Aunque llegué a él pronto gracias a la fuerza, me lié un poco con el monorail porque no está tan bien indicado como el metro de Japón. Los nombres, aunque en romanji, no están en inglés. En la máquina del ticket sí, pero no en los carteles de paradas. Recordé como Yukki me dijo que los carteles en Okinawa deberian estar en Inglés y español, por la cantidad de peruanos y americanos que allí viven. Me retrasé un poco, pero llegué. Habiamos quedado en que me recogería donde habíamos dejado el coche antes, en la zona del check-in. Encontrar la zona del check-in... Me tiré hora y media. Yo recordaba una carretera, pero los carteles me decian que la zona del check-in estaba en la tercera planta ¿Cómo cojones había una carretera en la tercera planta? ¡Era imposible! Al final resultó que sí que era posible y que la zona de check-in estaba justo enfrente de la parada del monorail. Soy gili. Volví a Chatán. Yukki llamó a Kanae y le contó lo que había pasado. A ella no le importó. Cuando subí me abrió la puerta. -I come back! Ella se partía. Cené en un restaurante cercano en el que jamás había cenado. Era carete, pero la comida estaba buena. Había una chavala que pensé que era española. -Perdona, ¿Hablás español? -No, no hablo español. -Es que pareces una chica española. -Mejor para mí. -Y se alza el pelo de un manotazo como diciendo "soy arrebatadora". Luego me dijo que era americana. Vuelvo al piso. Kanae está a sus cosas. Yo, entre unas cosas y otras, no había dormido mucho. Tenía un dolor de cabeza espantoso. No le dí las buenas noches, a pesar de que aquella sería mi última oportunidad de hacerlo. Al día siguiente no la vería más. Adios, Kanae-chan. A medianoche, me desperté. Porque eso es lo que tienen las vejigas pequeñas, que se llenan pronto. Oí hablar a Kanae y Yukki. Hablaban de mi. Kanae decía "¿Gabi-chan? Kawaiiiii~" ¿Se puede ser más mona? No sé de que hablaban, pero me mencionaban. Por alguna razón, me hizo ilusión oir a gente hablar de mi y que no me estuviesen puteando. Me levanté por última vez de mi cama,a las 5:00. Olía a choto ya. No había cambiado las sábanas el Viernes porque se supone que me iba. Yukki se despierta. Ella se iba tambien a las 10:00 a Naha. Entonces aparece por la puerta Kanae, con los ojos pegados, y las gafas. Sólo la había visto una vez con gafas. HIPERMONA. Se despide de Yukki, me da un abrazo para despedirse de mi (es muy abrazable), y nos dice adios con la mano mientras bajamos la escalera. -Kanae-chan es muy kawaiii~ -Me dice Yukki. -Cuando me voy y la dejo sola, se pone triste. Yo vuelvo aquí por ella de vez en cuando. En realidad no me hace falta estar aquí porque mi negocio está en Naha. -OMG! ¡Es como un cachorrito! -¡Siiiiii~! ¡Totalmente! Pobrecilla. Por fin llegamos al aeropuerto. Le doy un abrazo a Yukki. -Si pasas el examen, envíanos y mensaje que lo celebremos los tres juntos. -¡Sí! Y así me despedí de Okinawa. Aliviado, por haber sido un viaje tan satisfactorio, y apenado, por no poder estar más con aquella gente, conociéndola y descubiendo cosas nuevas cada día. -Fin- PD: Esto está escrito en el avión. Cuando llegue a España (estoy en Amsterdan) lo repaso y pongo fotos xD
08-22-2015, 02:56 PM
Iba a decir un montón de cosas, quoteos varios y tal, pero TL;DR que se pueden resumir en:
¿Para cuándo CucuFaiter x ☆☆☆ Season 2 - Las Aventuras de Gabi-chan y Kanae?
08-22-2015, 04:10 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 08-22-2015, 04:10 PM por Reaper45.)
Han anunciado la peli de La Desaparición de CucuFaiter. Aparentemente tiene lugar en España, donde Kanae y Gabi-chan le dan al sacs.
AOTY
08-23-2015, 12:09 AM
Releyendo el hilo acabo de caer en esto:
(06-09-2015, 03:22 PM)CucuFaiter escribió: Plan B: Si fallo, buscaré trabajo de Carpintería (tengo el título. Tambien soy fontanero). (06-09-2015, 03:22 PM)CucuFaiter escribió: (tengo el título. Tambien soy fontanero). (06-09-2015, 03:22 PM)CucuFaiter escribió: Tambien soy fontanero (06-09-2015, 03:22 PM)CucuFaiter escribió: soy fontanero (06-09-2015, 03:22 PM)CucuFaiter escribió: soy fontanero Cucu, tío, si quieres vivir de puta madre y nadar en piscinas de monedas y billetes tu plan B: apartado 2 debería de ser el plan A. Al menos así es en Madrid, en el que cualquier zote con esa profesión es el que más cobra en el mundillo de las reformas. Y si es una reparación de emergencia ni te cuento. Suelen ir en su Mercedes… Tú podrías ir en tu Tesla <codazo> <codazo> <guiño>
08-23-2015, 12:44 AM
Joder, y podrías limpiarle las tuberías a Kanae. ¡Es el plan perfecto!
08-23-2015, 05:36 AM
(08-23-2015, 12:09 AM)Guibuu escribió: Releyendo el hilo acabo de caer en esto: En mi trabajo tuvimos a uno cobrando 2000 euros al mes ¿Volvería yo al campo por ese dinero? Pues lo mismo con fontanería. NO.
08-23-2015, 09:57 AM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 08-23-2015, 09:58 AM por Bahamunt.)
Guibuu, no entiendes al pobre Cucu y sus ansias y necesidades de expansión intelectual
Spoiler: mostrar
08-23-2015, 11:19 AM
(08-23-2015, 05:36 AM)CucuFaiter escribió: En mi trabajo tuvimos a uno cobrando 2000 euros al mes ¿Volvería yo al campo por ese dinero? Pues lo mismo con fontanería. NO. Más bien sería cobrando 2000 € por cada dos o tres obras realizadas… de esas que te ocupan un par de jornadas cada una. True story. |
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